Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

viernes, 22 de marzo de 2019


Este 21 de Marzo de 2019, se conoció los últimos datos del desempleo en la Argentina, en estos momentos esta en 9.1% y ya alcanza a 1 millón 752 000 argentinos. Es el mas alto indice desde el 2005.


MACRI, EL GRAN DESEMPLEADOR
(Por Javier Lewkowicz, PAGINA12)



La situación laboral en las grandes empresas cruje con el modelo económico de Cambiemos. En los últimos meses salieron a la luz problemas en un sinfín de firmas de gran porte y marcas muy conocidas para el público. Coca-Cola, Peugeot, Honda, Molinos Cañuelas, Fate, lácteos Verónica, La Suipachense, Carrefour, Zanella, Garbarino, Villa del Sur, Editorial Atlántida, Metalpar y la ex Nidera son algunos de los casos. Además, se conocieron grandes pérdidas operativas de Arcor, Molinos Río de la Plata y Mastellone. Hay procedimientos preventivos de crisis, retiros voluntarios y despidos, achicamiento de horas de trabajo, quiebras y cierres.

El círculo (en) rojo

La multinacional Arcor, controlada por la familia Pagani, informó a la Bolsa que en 2018 anotó una pérdida operativa por 1010 millones de pesos a causa del impacto de la devaluación y de la caída del consumo interno, aunque gracias a la compensación con otras fuentes de ingresos no detalladas pudo distribuir dividendos. Molinos Río de la Plata, de la familia Pérez Companc, anotó pérdidas por 1702 millones de pesos contra un rojo de 754 millones en 2017. "El 55 por ciento de las categorías perdieron frecuencia y seis de cada diez perdieron compradores. Esto se relaciona con una fuerte contracción de las primeras marcas y el crecimiento de aquellas de bajo precio", detalló Molinos.
"Se sufren efectos distorsivos y erosivos combinados por inflación, devaluación y exorbitantes tasas de interés (...) con una desmedida presión impositiva. (Además) hay asimetría en las reglas de comercio exterior, por un permanente crecimiento de la presión importadora proveniente de países con menores costos impositivos, salariales, previsionales y financieros. Las importaciones se realizan en la Argentina en un marco de simplificación de la gestión importadora de bienes finales, generando una competencia difícilmente soportable ante la ausencia de medidas gubernamentales que permitan compensar esa asimetría. En cambio, nuestras exportaciones encuentran reales dificultades administrativas y de homologación técnica para ingresar a destinos relevantes", criticó la firma de neumáticos Fate, propiedad de Javier Madanes Quintanilla, uno de los empresarios más poderosos del país. Fate presentó ese escrito para justificar su pedido de procedimiento preventivo de crisis (PPC).

La Serenísima, principal empresa láctea, de la familia Mastellone, planteó en su último balance que "la fuerte devaluación del peso sumado al ajuste de las tarifas de los servicios públicos han impactado en los índices de inflación de Argentina y también han tenido consecuencias negativas sobre el ritmo de actividad económica del país". La compañía anotó una pérdida de casi 2 mil millones de pesos el año pasado. En 2017, la empresa había perdido 844 millones de pesos.

Multinacionales

"Coca-Cola Femsa Argentina atraviesa una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo", comunicó Coca-Cola semanas atrás, con la intención de lograr un PPC. La última información contable muestra que las ventas medidas en unidades de Femsa Argentina, principal distribuidora de Coca-Cola, bajaron un 14,9 por ciento el año pasado. Por la caída del volumen y la devaluación, los ingresos generados por la filial argentina registraron una caída del 34 por ciento interanual medida en pesos mexicanos, que traccionó a la baja a toda la región.

La situación de Coca-Cola es homologable para buena parte de las multinacionales que operan en el país, perjudicadas por la caída de los ingresos medidos en moneda dura. Otra empresa global que acusó problemas es Cofco, de capitales chinos, que acordó cerrar ex planta de Nidera en Valentín Alsina y relocalizar a los trabajadores en otros establecimientos. En tanto, casi todas las automotrices están con freno de mano.

En su último balance, Carrefour informó a sus inversores globales que en 2018 se desprendió de 1000 empleados en Argentina a través de los retiros voluntarios, el mayor programa de achicamiento en el mundo junto al de Bélgica y seguido del implementado en Francia. La empresa advierte además que no espera para 2019 una desaceleración inflacionaria. En el sector metalúrgico, Metalpar --de capitales chilenos y brasileños-- es la productora de carrocerías de colectivos más grande del país y anunció que despedirá a 600 empleados por el cierre de su planta de Loma Hermosa.




Margarita Barrientos: "El país está muy fundido, pero la gente igual apoya a Macri"

La referente social y muy afín a Cambiemos, Margarita Barrientos, le hizo un llamado de atención al presidente Mauricio Macri por la situación que se vive en los barrios más necesitados: "El país está muy fundido; la situación está difícil; a la gente no le alcanza".


Mientras se aguarda que el 28 de marzo el Indec dé a conocer el índice de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2018, la fundadora del comedor Los Piletones (y otros tantos en los últimos años) hizo una descripción de la situación social actual. "La situación está difícil en todos lados. Lo que también afecta a la gente es la falta de trabajo. Eso se ve en los comedores, allí se acercan cada vez más familias a pedir comida", reveló.

En declaraciones al programa Crónica Anunciada, que se emite por Futurock, Barrientos advirtió que la situación se agravó y aumentó mucho en el último tiempo la cantidad de personas que se acercan por un plato de comida. "'No tenemos trabajo' o 'lo que gana mi marido no nos alcanza', es lo que nos dicen. No solo en Los Piletones, tenemos varios comedores en las provincias y cada vez concurre más gente. Piden más comida, para llevar o para comer ahí. En Cañuelas, por ejemplo, teníamos que asistir diariamente a 320 personas, ahora tenemos casi 500 personas", contó.

Barrientos advirtió sobre la situación en los barrios: “A la gente no le alcanza”
Una de las referentes para Macri del termómetro social advirtió que gran parte de esa crisis es producto de la inflación, el aumento de los servicios, y que el impacto se evidencia en el cambio del menú de sus comedores comunitarios. "A nosotros (el aumento en las tarifas) nos afectó muchísimo. La suba de precios también. Tuvimos que ir cambiando el menú. Nosotros hacíamos cada semana milanesas y eso se fue estirando", detalló.

"Las tarifas se han ido muy altas. La luz, el gas, la gente hoy se sorprende porque tiene un solo foco, una heladera y un televisor y están pagando 4000 pesos por mes. Y la verdad es que donde no hay trabajo no hay (plata) para pagar las boletas", resumió Barrientos.

Aunque no le gusta hablar mucho de política, la referente social tiene esperanzas y le mantiene su voto de confianza al presidente Macri. "Ojalá que esto cambie porque necesitamos un cambio de verdad. La gente lo necesita. Uno siempre confía en que las cosas van a estar mejor. Mi voto de confianza aún sigue en mí", reflexionó.

Barrientos admitió que mucha gente esperaba que para esta altura (transcurridos poco más de tres años de Cambiemos en el gobierno) las cosas estuvieran mejor. "Ya es momento de un cambio. Sé que a la Argentina no la han recibido bien, que nuestro país está muy fundido, pero ya es hora para que repuntemos", reclamó.

"La gente es inteligente y entiende la situación. Todavía hay mucha gente que sigue apoyando el cambio. He hablado con ellos y lo primero que te dicen es que siguen apoyando porque 'creemos que (Macri) tiene un as bajo la manga'; yo siempre les digo: '¡pero saque, saque ya por favor!'", concluyó.



"MI OBJETIVO SOLO ES HACER BUENAS CANCIONES"
 (Por Yumber Vera Rojas, en PAGINA12)



 “Con que me digas ‘Fantastic’ está más que bien”, aclara al otro lado del teléfono Fantastic Negrito, álter ego del artista estadounidense Xavier Amin Dphrepaulezz, quien debutará en Buenos Aires hoy a las 21 (en La Trastienda, Balcarce 460). El músico de Oakland llega como parte del ciclo The Cool & The Groove, que en sus capítulos de mayo y junio presentará a artistas como Chris Dave, Robert Glasper, Knower y Louis Cole. “Todas mis cosas están de maravilla y más aún con esta primera visita a la Argentina, que me entusiasma mucho. Si bien conozco poco y nada de la cultura de allá, salvo por las empanadas, el tango y la inmigración italiana, agradezco todo el amor que vengo recibiendo.” El cantautor estadounidense de blues, folk y R&B viene al país de la mano de su más reciente álbum, Please Don’t Be Dead (2018), ganador de la última edición del Grammy al “Mejor álbum de blues contemporáneo”. Ese mismo galardón se había llevado su antecesor, The Last Days of Oakland (2016), que transformó a Fantastic Negrito en una de las revelaciones de la música afroamericana poco después de haber cumplido 48 años. 

–Antes de ganar tu primer Grammy, eras un completo desconocido incluso para los seguidores de la música negra de raíz. ¿Cómo viviste ese proceso de pasar del anonimato a la popularidad?

–No pienso mucho en eso. Si soy o no más conocido, no es algo a lo que tenga especial consideración. Soy cantautor y productor, y mi objetivo es hacer buenas canciones. Lo que más me interesa es entrar al estudio, componer, y tener una relación sincera y directa con la gente. Ni siquiera pienso esto en término de géneros musicales. 

–Si bien es un momento de empoderamiento para la música negra, a partir del auge del trap y de la experimentación del hip hop, ¿qué lugar ocupa el blues en esta época? 

–En este momento, en el que hay una escena con muy buenas propuestas, hay que honrar a los diferentes géneros que permitieron la supervivencia y evolución de la música negra. Etiquetarse en un estilo está bien para los que tienen que vender discos. Sin embargo, a pesar de que le debemos muchísimo al blues, al soul, al rock and roll, al jazz, al funk y al hip hop, lo más importante cuando me siento a trabajar es reconocerme como artista. Kendrick Lamar es quien es porque la música que hace es buena y diferente. Y de alguna manera, quizás inconsciente, sus composiciones le rinden tributo al jazz y a otras expresiones de la música negra. 

–Tras vivir en la calle y vender drogas, te dedicaste a la música después de escuchar el disco Dirty Mind (1980), de Prince. ¿Por qué, entonces, decidiste incursionar en la música negra de raíz?

–Cuando vi a Prince, me pareció copado que un artista negro se vistiera de esa manera tan femenina. Al mismo tiempo, en esa época, empecé a escuchar mucho de los orígenes de la música negra, especialmente blues. Me sentí inspirado por artistas como Robert Johnson, pese a que originalmente no era lo que buscaba. Si bien no puedo componer igual que ellos, porque lo que hicieron todavía sigue siendo brillante, sí puedo hacer un aporte a través de mi interpretación. La marihuana representa bastante bien el sentimiento del blues. Miles Davis decía que cualquiera podía tocar una nota, aunque lo importante no es la nota en sí, sino la persona que está detrás. Lo que hago es una contribución a la tradición de estos estilos, a partir de mi punto de vista. 

–Tu primer disco, The X Factor (1996), lo grabaste con tu nombre de pila, pero luego lo dejaste todo para cultivar marihuana. ¿Qué te pasó? 

–Siendo bastante joven, tuve un contrato discográfico por un millón de dólares con el sello Interscope, lo que implicó que pudiera acceder a los mejores autos, las mejores mujeres, las mejores ropas y los mejores restaurantes. Pero padecí un accidente automovilístico en el que casi perdí la vida y, tras recuperarme, me mudé a Oakland (California). Entonces renuncié a la música, y durante cinco o seis años cultivé marihuana en una granja. Sin embargo, la música me volvió a encontrar a mí, y empecé a tocar en las estaciones de trenes. En ese proceso entendí que hay dos etapas en la carrera de un artista: cuando quiere algo a partir de la música y cuando quiere hacer una contribución a la historia. Y yo estoy en esto último, que es diferente a lo que deseaba de joven.

–Mientras que The Last Days of Oakland es un trabajo autobiográfico, Please Don’t Be Dead parecería ser un disco que reflexiona acerca de la realidad de tu país en la actualidad. ¿Es así?

–La diferencia entre los discos está sujeta a las distintas etapas en las que me encontraba cuando los hice. Please Don’t Be Dead está basado en un período de observación en el que vi un montón de cosas amenazadas, porque el mundo está cambiando rápido, y quise simbolizar eso incluso en los riffs de las guitarras. A pesar de que es un momento muy oscuro de la sociedad estadounidense, el arte aún puede encontrar canales para expresarse. Es un arma para el coraje. 

–¿Creés que Donald Trump ganará la reelección el año próximo?

–Nunca se sabe lo que pasará en Estados Unidos. En una sociedad como la nuestra, pasamos de reelegir a un presidente como Obama a darle el voto a un presidente que apela por la xenofobia para disgregar a la gente. Lo que sí te puedo asegurar es lo que yo puedo hacer con mi música para desafiar al odio, la desintegración y el racismo.

–¿Tu nombre artístico representa también ese desafío?

–Hay muchos latinos en California. Ellos también son mis hermanos. Son mi gente. Además, acá se escucha español todo el tiempo. La realidad es que esa combinación me pareció atractiva, y, al mismo tiempo, era una manera de rendirles tributo a los latinos, que tanto aportaron a la cultura de mi país. Aunque no soy tan “fantastic”, quise homenajear a los que estuvieron antes que yo, y crearon musicalmente mucho de lo que reinterpreto.