Viaje a la Luna
Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.
QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR
lunes, 30 de mayo de 2016
domingo, 29 de mayo de 2016
DERECHOS HUMANOS PARA VENEZUELA... ¿y los demás?
(Por Agustín Zarco Silvestre, leído
en el blog Segunda Cita de Silvio Rodriguez)
En los dos últimos años, en España el tema Venezuela lo tenemos hasta en la sopa. Casualmente, coincide con la fundación de Podemos. Antes de que surgiera la formación morada, era José Bono (PSOE) el que vendía buques de guerra a Venezuela, y el ministro Morenés (PP) no dudaba en venderle armas y munición, sin olvidar a los presidentes Aznar y Zapatero; todos firmaron negocios con Hugo Chávez.
Tanto a los medios como periodistas y políticos de corte neoliberal y voluntad de perro pastoril se les ha despertado un gran interés por el tema de la vulneración de derechos humanos en Venezuela, como si el chavismo existiera desde hace dos años. Debo recordar que desde que en 1999 llegó Chávez al poder, hasta su muerte, nadie se preocupaba por los venezolanos y su bienestar. Y ni hablar de la época previa al chavismo, donde Venezuela no era ningún paraíso democrático ni social.
Últimamente, he visto cómo la UE ha condenado al Gobierno venezolano; de hecho, Esteban González Pons sale pidiendo libertad y derechos humanos para los venezolanos. Un partido político, el PP, organiza desde en un pueblo de Madrid una charla coloquio para hablar de Venezuela. Muchas horas de tertulia dedicadas a Venezuela, decenas de portadas para Nicolás Maduro, evitando así poner en portadas cosas como los Papeles de Panamá o El fraude del TTIP.
Lo cierto es que Venezuela importa un carajo a todos estos “defensores” de derechos humanos. Porque si les importara, sería igual para Colombia, Honduras, Arabia Saudí, Catar, China,… Lo que importa es sacar un rédito político a todo esto, y “jugar” a la democracia.
Me gustaría que esa defensa por los derechos humanos, y por la democracia, se hiciera con ese mismo ímpetu por Colombia, donde la defensa de los derechos humanos brilla por su ausencia. ¿Os suenan los nombres de William Castillo, Marisela Tombé o Daniel Abril? No, no os suenan, porque los medios no se hicieron eco de ello y ningún político salió a poner el grito en el cielo por el asesinato de estos líderes campesinos colombianos. En 2015 fueron más de 300 asesinatos de líderes indígenas y líderes campesinos los que se registraron en Colombia. ¿Os imagináis que estos fueran venezolanos? Cuántas horas de tertulia y cuántas veces se hubiera divulgado en los mítines. Pero como en Colombia gobierna el neoliberalismo, y “entre bomberos no se pisan la manguera”, entonces no machaquemos a su presidente que es de los nuestros.
En Colombia se han pasado los DDHH por las partes íntimas, sobre todo el ángel exterminador. Seguramente muchos no sepáis de quién hablo. Yo tampoco conocía a este personaje hasta que llegué a Colombia, donde pude ver un pueblo desplazado forzosamente; donde los terratenientes se aprovechaban quedándose con las tierras de esos campesinos obligados a irse de su tierra por el acoso y amenaza paramilitar: o los falsos positivos, nada de esto ni de otras atrocidades nos han contado los medios conservadores de España; mucho menos los políticos condenaron al “Paraquito”, conocido por la CIA como el narcotraficante N° 82.
Curioso que siendo países vecinos se sienta una profunda indignación por la libertad y el bienestar de los venezolanos y no por Colombia. González Pons hablaba desde la UE de la falta de medicamentos y personal médico en Venezuela; en Colombia muere gente a diario por falencias del sistema sanitario; muere gente en la sala de espera o por los “paseos de la muerte”. Para que se entienda, es un paseo de hospital en hospital hasta que encuentras uno que te quiere atender y muchas veces es tarde. Así le pasó a una niña de la etnia wayúu que, después de recorrer más de trescientos kilómetros y pasar por los hospitales de tres grandes ciudades, fue atendida cuando ya su cuerpo no daba más y terminó muriendo. ¿Vieron alguna noticia sobre esto? ¿A que no? ¿Por qué?, pues porque esto no da votos, y porque a estos “pollos” los DDHH les importan poco.
¿Cuántas noticias vemos en España sobre Honduras? Pocas, muy pocas; ¿cuántos reclamos de Esperanza Aguirre o Cospedal a los líderes de este país centroamericano? Sorprendente que el país más violento y corrupto de América no ocupe como mínimo el mismo espacio en tiempo, portadas, tertulias y reclamos políticos que ocupa Venezuela. Pero otra vez nos topamos con un país gobernado por la derecha; qué casualidad. Y gobierna la derecha después de un golpe de Estado militar de los que gustan a la derechona, y unas elecciones que a diferencia de Venezuela no tuvieron observadores internacionales y el régimen militar puedo hacer y deshacer a su antojo. Pero la falta de democracia es en Venezuela donde, curiosamente, las últimas elecciones las ganó la oposición, pero ni pío de Honduras, un país donde el 60% de su población vive con un dólar diario; donde activistas y sindicalistas son asesinados. Y ni hablar de la falta de libre prensa que tanto molesta en Venezuela, pero que de Honduras hacen caso omiso. Ningún político del PP va a defender a la asesinada Berta Cáceres, como sí lo hacen con Leopoldo.
Hablemos de la cloaca de los derechos humanos: Arabia Saudí. Este país encarceló a un joven de diecisiete años por discrepar, en un blog, del régimen. Fue condenado a diez años de prisión y mil latigazos. Imagino que Felipe González no irá a defenderlo como hizo con Leopoldo López. En este país existe la pena de muerte, decapitación, y como eso no es suficiente, después de cortarle la cabeza al condenado, crucifican su cuerpo y hacen escarnio público para amedrentar a la población. ¿Han escuchado hablar en los medios de las decapitaciones?, ¿o sobre la condena del PP, PSOE, o C´s? Creo saber la respuesta: NO. En ese país dictatorial condenaron a una mujer a seis meses de cárcel y doscientos latigazos por ser violada. Me temo que los defensores de los derechos humanos de España no salieron a exigir cuentas sobre esta vulneración de derechos.
Marruecos, nuestro vecino, viola los derechos de libertad de expresión, asociación y reunión en el Sahara Occidental, la policía golpea y tortura a los manifestantes, se ha perseguido a defensores de derechos humanos, periodistas presos y medios de comunicación sancionados económicamente, y democracia poquita, muy poquita, pero nada de esto lo verás en las portadas de La Razón o ABC. Porque en España, el primer socio comercial de Marruecos, por ende no escucharas a Hernando o Floriano hablar de la falta de democracia y la vulneración de derechos humanos.
¿Qué pensará la gente que va a un quiosco a comprar un diario y ve que los principales periódicos del país llevan en su portada a Maduro o Venezuela? ¿No tenemos suficientes problemas en España para ocupar esas portadas? ¿De verdad creen los medios afines al PP y a Ciudadanos que a los españoles nos interesa más Maduro que Rajoy?
Para el Partido Popular es mejor hablar de Venezuela para no tener que hacerlo de España y sus problemas que son muchos. Critican las colas interminables para comprar en los supermercados venezolanos, pero no hablan de las colas de españoles en Cáritas, Cruz Roja o INEM. Aquí hay una notable diferencia: las colas en Venezuela son de gente que tiene con qué comprar y no compra por desabastecimiento; las de España son colas de caridad por no tener con qué comprar alimentos o por no encontrar empleo. Miran la falta de medicamentos de Venezuela, mientras en España muere gente por los recortes en sanidad, como es el caso de los enfermos de hepatitis C que han muerto por falta de su medicamento. O el hombre que murió recientemente en el desahucio de su vivienda. Murió de tristeza, de indignación e impotencia porque nuestros políticos están más pendientes de los ciudadanos de Venezuela que de los españoles.
Los medios de comunicación como ABC, El País, La Razón, El Mundo, Antena 3 y los políticos (PP y C’s) muestran su indignación por las condiciones de los venezolanos, y para ello tienen que recurrir a la mentira, mostrando imágenes que no corresponden con la verdad, he visto imágenes de supermercados desabastecidos que resultaron ser de EE.UU., o a un supuesto venezolano buscando comida en la basura, foto que correspondía a un colombiano en Colombia. ¿Por qué recurren a esto si tan mal está Venezuela? Deberían tener material suficiente para mostrar la situación de Venezuela sin recurrir a la realidad de Colombia. Por cierto, podrían haber aprovechado esa foto para defender los derechos humanos en Colombia.
El PP es tan defensor de los derechos humanos que le da la nacionalidad española a Leopoldo López y a su familia, pero en 2015 negó asilo a una mujer perseguida en Camerún por ser lesbiana, negó el asilo político a este activista condenado a cadena perpetua en Marruecos por defender al pueblo saharaui. Aquí vemos cómo los intereses económicos están por encima de los derechos civiles, de pronto el “gobierno” marroquí se ofende y nos prohíbe pescar en sus aguas. ¿Por qué Leopoldo y su familia tienen derecho al asilo y el pueblo sirio no? ¿Acaso los sirios no viven un tormento, mucho peor que la situación del venezolano? Pero los sirios no dan votos, mientras el postureo con Leopoldo, sí. Muy injusto que solo porque le conviene el PP se les otorgue la nacionalidad a unos y a otros no, creo que estos defensores de derechos son realmente defensores de derechas, ya que la dignidad es para todo ser humano y no para los colegas de ideología y prácticas políticas.
Ahora todos quieren ir a Venezuela a darse el pantallazo, Albert Rivera viaja a Caracas a defender a la oposición, ¿Quién se cree Rivera para dar lecciones de buen gobierno? ¿Por qué no viaja a Brasil a defender la democracia y a su gobierno legítimo? Fácil, porque el golpe de Estado perpetrado en Brasil lo dan políticos muy parecidos ideológicamente al PP azul y PP naranja, por lo mismo que no pusieron el grito en el cielo con el golpe de Estado en Honduras (2009) o Paraguay (2012). Solo defiende la democracia cuando le conviene a la derecha. A este ritmo el cierre de campaña por parte de PP y C’s será en Caracas, como la derecha española incluyendo a PSOE sigan así, no sería de extrañar que Venezuela volviera a la época colonial del Virreinato, o pase a ser la comunidad autónoma número 18 de España.
La defensa de Venezuela, como dije al inicio, surge con la aparición de Podemos en el panorama político español. Por eso no me la creo. No les interesa ni Venezuela ni los venezolanos; solo les interesa destrozar políticamente a Podemos y eso no es democracia, la que irónicamente defienden para Venezuela y no para otros países de regímenes autoritarios que además son sus socios o colegas de ideología política. Cuando se defienden los DDHH se hace en todo el mundo, no donde conviene políticamente. Si duele la falta de dignidad para un venezolano, te debe doler para un hondureño, para un colombiano, para un chino o para cualquier ser humano. Ya lo decía Nelson Mandela: “Negar a las personas sus derechos humanos es cuestionar su propia humanidad”.
(Fuente: http://ctxt.es/es/20160525/Firmas/6243/)
viernes, 27 de mayo de 2016
jueves, 26 de mayo de 2016
(Acá esta el poder del sistema democrático cubano, seamos concientes y hagamos de este lugar la Palma de la Patria)
ASAMBLEAS DE RENDICIÓN DE CUENTAS
(Por: Rafael Ángel Salazar Martínez, profesor e investigador del Centro Universitario Municipal de Mayari, publicado en el blog LA JOVEN CUBA)
A veces me pregunto por qué nunca, que yo recuerde, ha sido trasmitida por la televisión cubana una asamblea de rendición de cuentas del delegado a sus electores, si es que en nuestro modelo de democracia participativa, ellas constituyen, qué duda cabe, el eslabón fundamental.
Se deberá, prosigo con mi auto-interrogatorio, a que han dejado de ser, o no siempre fueron, realmente tan participativas, acaso tan democráticas.
Se deberá, tal vez, a que durante los años que llevo asistiendo al proceso que se desarrolla por estos días en todo el país, son las mismas personas (muchas menos de las que a diario me cruzo en el barrio) las que acuden a escuchar al delegado que semestralmente nos convoca para darnos cuenta de su gestión (esa para la cual lo elegimos), a través de un discurso casi siempre triunfalista, lleno de lugares comunes, por momentos estridente, en cuyo contenido es posible encontrar más asuntos pendientes que problemas resueltos, propio de un cargo (no quisiera verme en su lugar) que cuenta con todas las garantías y el respaldo constitucional para su ejercicio, pero ningún recurso, a no ser el humano, que le permita emprender un proyecto de transformación comunitaria con el que podamos sentirnos identificados, del que podamos participar y, eventualmente, beneficiarnos también.
Se deberá, quién sabe, a que cuando ese delegado termina ya de leer su discurso y comienza el momento del debate, se hace un silencio de sepulcro, que cuesta trabajo romper (parece como si existiera un acuerdo tácito entre todos los allí presentes para dar por terminada la reunión), hasta que alguien se decide, con la mano en alto y haciendo peligrar el horario de la telenovela, a realizar un planteamiento que se parece mucho al del año pasado, incluso al del anterior, y que, para variar, recibe una respuesta igual de inoperante a la del año pasado, e incluso a la del anterior.
Se deberá, probablemente, a que en cada nuevo proceso la cifra de representantes institucionales que deben darle la cara al pueblo en tales espacios, resulta visiblemente superior a la de los electores en ellos presentes: un aumento que no resulta (ni que decirlo) directamente proporcional a la solución de los problemas planteados, ni redunda en la calidad de las respuestas, cuando no justificaciones, ofrecidas por aquellos a las demandas formuladas por la población.
Puede que alguna de las anteriores, o todas juntas, junto a otras más, sean razones para que la televisión cubana, acostumbrada a ofrecernos una imagen “sinflictivista” de nuestro sistema político, no considere a las asambleas de rendición de cuenta (salvo para informar sobre su realización mediante algún que otro “flashazo” de una asamblea casi siempre piloto) acontecimientos televisables, tanto o más que las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Si algún día nuestro gobierno se molestara en preguntarme cuál de los espacios habilitados para el ejercicio de nuestra democracia participativa necesitan urgentemente perfeccionarse, ya conocen ustedes, por el contenido de este post, el que mencionaría en primer lugar.
martes, 24 de mayo de 2016
domingo, 22 de mayo de 2016
WALL STREET EN LA CASA ROSADA
(Por Alfredo Zaiat, publicado en Pagina12)
Una legión de por lo menos 27 financistas ocupa diferentes cargos estratégicos en la estructura del gobierno de Mauricio Macri, y la mayoría ha trabajado en Wall Street. Están en el Ministerio de Hacienda y Finanzas, Banco Central, Comisión Nacional de Valores, Anses, Unidad de Información Financiera, YPF, Banco Nación, y hasta en el Ministerio de Desarrollo Social. Es tan impactante este desembarco que sorprende a los propios protagonistas del mercado financiero internacional, que lo festejan pero a la vez les genera intriga el experimento. Wall Street está acostumbrada en Estado Unidos a colocar en ciertos cargos claves alguno de sus representantes, para luego desplegar una extraordinaria capacidad de lobby para conseguir condiciones que permitan ampliar su fabuloso negocio sin interferencias. La administración Macri fue más allá y entregó directamente el manejo de varios organismos estatales al mundo de las finanzas internacional. Wall Street se instaló de ese modo en la Casa Rosada como no lo ha hecho en ningún otro gobierno.
En los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa la banca internacional apoyó, estuvo muy cerca de los funcionarios y ganaron mucho dinero. Pero con Macri directamente asumieron el control de áreas sensibles para su negocio. Y no han perdido tiempo en empezar a valorizar ese espacio privilegiado en el poder. Diseñaron operaciones de canjes de deuda (Tesoro Nacional y Banco Central), colocación de bonos del Estado Nacional (títulos para pagar a los fondos buitres), provinciales (Buenos Aires, Mendoza, Neuquén) y de empresas (YPF), y especulación con las Lebac. Además ya tienen previsto avanzar en otros negocios que hoy son negados por el gobierno pero que están en agenda, como la venta de los paquetes accionarios de empresas privadas en manos de la Anses y la privatización parcial (Arsat) o total de empresas públicas luego de asfixiarlas financieramente afectando de esa manera la calidad del servicio, siendo Aerolíneas Argentinas el caso más evidente.
La banca internacional liderada por JP Morgan y Deutsche Bank se ha quedado con los negocios que se abrieron en Argentina a partir del gobierno de Macri desplazando a bancos nacionales En la mega emisión de bonos para pagar a los buitres inversores locales casi no tuvieron espacio para sus ofertas, que quedaron concentradas en entidades de Estados Unidos y Europa. Esa colocación significó una ganancia directa por comisiones de 29,7 millones de dólares para el Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS. Pero el filón para esos bancos fue quedarse con los bonos a un precio más bajo que la cotización inicial, que al subir en los dos días posteriores significó una ganancia de unos 600 millones de dólares, según consignó la agencia de información financiera Bloomberg. Argentina pagó caro, esos bancos internacionales ganaron fortunas y la banca local no pudo morder.
El JP Morgan es el que tiene más representación en la gestión de gobierno. El 6 de marzo pasado se describió en este mismo espacio la presencia de cuatro ex ejecutivos de esa entidad (Alfonso Prat Gay, Luis Caputo, Vladimir Werning y Demian Reidel) en puestos relevantes (“JP al poder”), situación que ya de por sí era impactante. Pero la sospecha de que no eran los únicos derivó en una paciente búsqueda en organigramas de dependencias estatales, tarea no sencilla porque en varias no está publicado, en otros no informan los nombres de todos los funcionarios a cargo, cuando lo hacen no detallan los curriculum vitae y la mayoría no responden a requerimientos de información solicitados por este diario.
El saldo de esa labor es el cuadro que se publica acompañando este artículo, donde se observa que además del JP Morgan hay ex ejecutivos de otros grandes bancos internacionales en dependencias públicas. Provienen de Goldman Sachs, Morgan Stanley, HSBC, Citi, Deutsche, Chase, Barclays, Merrill Lynch. La banca nacional está representada solamente por el Galicia con un par de ejecutivos que pasaron a ocupar cargos en el Banco Nación. El otro banco local privado de envergadura, el Macro, por ahora no ha tenido espacios para algunos de sus ejecutivos, exclusión que se explica por cuestiones políticas vinculadas al ex hombre fuerte de la entidad, Jorge Brito, banquero que creció con el alfonsinismo, se consolidó con el menemismo, avanzó con el duhaldismo y se expandió con el kirchnerismo, hasta ser un importante financista del massismo. Este recorrido, sumado a diferencias políticas con su socio histórico (Delfín Ezequiel Carballo), tuvo como consecuencia la marginación del Macro en estos meses del macrismo, y un golpe de timón en manejo del banco impulsado por Carballo en alianza con la Anses (el organismo estatal tiene el 30,9 por ciento de las acciones), dejando a Brito como presidente formal. El titular del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, Luis María Blaquier (ex Goldman Sachs), será uno de los directores del Macro, y aliado de Carballo en esa movida.
Quién es quién
Luis María Blaquier, sobrino de Carlos, presidente de Ledesma, también formó parte del directorio del Grupo Clarín y es socio del Grupo Pegasus, liderado por Mario Quintana, coordinador del gabinete económico del gobierno. Blaquier trabajó trece años en Goldman Sachs. En el mundo de las finanzas también se desempeñó en Alliance Capital Management. Matías Tamburini, del Deutsche Bank, lo acompaña en la gestión del estratégico FGS de la Anses, que acumuló activos por 719.708 millones de pesos, al 31 de marzo de este año. Otro dos financistas se sumaron a su equipo. Uno es Sebastián Peña Mc Gough, como coordinador de la tarjeta Argenta, administrada por el FGS-Anses, proveniente del Banco de Inversiones MBA Lazard que en febrero de 2014 pasó a denominarse Banco Voii (en su página web se explica que “es un nombre simple que remite a la acción de “ir””). Otro es Enrique Boilini que se encarga del departamento Inversiones del FGS-Anses, con antecedentes laborales en el First Boston Corp y en Yellow Jersey Capital.
En el Banco Central, además de los financistas que han rodeado a Federico Sturzenegger en su paso por el Banco Ciudad que ahora lo acompañan en la entidad monetaria, se ha sumado otro JP Morgan como director, Demian Reidel, quien también pasó por Goldman Sachs. Un puesto clave fue para un hombre de Morgan Stanley, Agustín Collazo, que saltó de esa entidad a tener una activa participación en la estratégica mesa de dinero del Banco Central. En la city comentan que el período de aprendizaje de Collazo para operar desde el mostrador del BC resultó muy productivo para las finanzas de varios bancos. Otro director del BCRA es Horacio Tomás Liendo (nieto), hijo de quien fuera secretario de Coordinación Legal, Técnica y Administrativa del Ministerio de Economía durante la década de los noventa con Domingo Cavallo, y nieto del general que comandó el Ministerio de Trabajo en la dictadura militar. Inició su carrera profesional en el estudio Marval, O’Farrell & Mairal y antes de sumarse al directorio del BCRA trabajaba en el Banco ICBC.
La Comisión Nacional de Valores es el organismo encargado de la regulación y control de los diferentes actores del mercado bursátil. El manejo de esa institución requiere mantener criterios de independencia y estar alejado de los intereses de los hombres de las finanzas. Esa misión es uno de los grandes desafíos de Marcos Ayerra en la conducción de la CNV teniendo en cuenta su pasado laboral en el Chase Securities, entidad financiera que ha sido absorbida por el JP Morgan. Uno de los directores que lo acompañan en la gestión, Carlos Hourbeigt, se enfrenta a igual misión al venir de Copernico Capital Partners, firma fundada en 1999 por los financistas Ricardo Maxit y Mariano Caillet-Bois. En Copernico, Hourbeigt fue “senior porfolio manager & partner” de 2000 a 2007, para luego mudarse al Deutsche Bank.
El caso más sorprendente es el de Gabriel Castelli porque, a diferencia de sus colegas financistas, no describió el salto a la función pública hacia un área de economía, sino que asumió el cargo de viceministro de Desarrollo Social. Al divulgarse su nombramiento grandes medios destacaron que estuvo al frente de Cáritas, la principal institución solidaria de la Iglesia en la Argentina, durante dos períodos (2006 a 2012).
En los últimos tres años fue presidente de la Comisión Justicia y Paz, que congrega a personalidades católicas laicas y depende de la Conferencia Episcopal. Obviaron que también fue director externo del ICBC Bank y de Loma Negra, miembro del comité ejecutivo de Farmacity (del Grupo Pagasus, liderado por el mencionado Mario Quintana) y director financiero del Grupo HSBC de 1997 a 2004. Es una originalidad de gestión del gobierno de Macri: el Ministerio de Desarrollo Social está manejado por Carolina Stanley, hija de un ex ejecutivo del Citibank (Guillermo Stanley), y por un hombre del mundo de las finanzas.
Relaciones carnales
“Wall Street a cargo de Argentina (otra vez)”, tituló un artículo la agencia especializada en economía y finanzas Bloomberg el 10 de marzo pasado, cuando el equipo económico informó sobre un acuerdo con los fondos buitre en el que se comprometió a pagar en efectivo la sentencia del juez Thomas Griesa. Dos meses después, el británico Financial Times publicó “Argentina recupera su relación con Wall Street”, artículo de su enviado a Buenos Aires Benedict Mander en el que repasa la nueva relación del gobierno de Mauricio Macri con las finanzas internacionales.
Los dos medios de comunicación con estrechos lazos con bancos globales destacaron la presencia en el Palacio de Hacienda de ex ejecutivos del JP Morgan y Deutsche Bank. El ministro Alfonso Prat Gay se incorporó al JP Morgan en 1994, casi al mismo tiempo que el secretario de Finanzas Luis Caputo. El subsecretario de financiamiento Santiago Bausili se sumó a esa entidad un par de años más tarde, al igual que Vladimir Werning, el economista que ahora se desempeña como Secretario de Política Económica. El caso de Werning es muy fuerte porque no hubo tiempo de espera en otra firma: antes de asumir ese cargo en la cartera de Hacienda y Finanzas era el economista jefe para América latina de JP Morgan.
Bloomberg describió que “Wall Street se vuelve a mostrar a favor de esta nueva Argentina, y a lo grande. Desde su victoria en noviembre, el presidente Mauricio Macri, un ex hombre de negocios, ha llenado su administración con miembros de sectores exportadores, financieros, economistas y ejecutivos corporativos”. Para luego advertir que “no es el tipo de estrategia que un líder podría considerar en este momento, digamos, en Estados Unidos, España o Grecia, lugares donde el rechazo contra lo financiero ha llegado a un punto álgido en los últimos años”.
El Financial Times también elogia la estrategia económica del gobierno de Macri contraponiéndola al “intervencionismo” que predominó durante el kirchnerismo, a la vez que destaca el impactante desembarco en la Casa Rosada de hombres que trabajaron en Wall Street. Pero al final del artículo hace una advertencia a través de una declaración del director gerente del fondo Advanced Capital, Agustín Honig, quien recordó la crisis de 2001 y que el presidente Fernando de la Rúa huyó en helicóptero de la Casa Rosada. “El gobierno de De la Rúa hizo lo que Wall Street dijo que había que hacer en el país, y explotó”, afirmó. Entonces el periodista concluye su crónica planteando dudas acerca de si un gabinete con banqueros puede estar capacitado para hacer frente a algunos de los problemas del mundo real que enfrentan, entre ellos, el conflicto sindical por la defensa de puestos de trabajo, la respuesta social por el tarifazo y la inflación elevada de dos dígitos.
jueves, 19 de mayo de 2016
lunes, 16 de mayo de 2016
LOS ESPEJOS
(Por Eduardo Aliverti, publicado en Página12)
Hay un dato estremecedor sobre el denominado golpe blando sucedido en Brasil y es que, mayormente, no se tiene ni la menor idea sobre el motivo jurídico usado para suspender en sus funciones a Dilma Rousseff. Los medios locales e internacionales casi no destinan líneas al respecto, y cuando lo hacen se trata de un elemento informativo al que dan importancia nula.
Lo cierto es que la presidenta brasileña fue apartada de su cargo bajo la acusación de maquillar cifras relativas al déficit presupuestario. En Brasil se llama a eso “pedaladas fiscales”, pero el nombre es lo de menos. Dilma cayó, y según parece sin probabilidades de retorno al poder, no por causa de corrupción alguna –ni individual ni institucional– sino por el modo de calcular los fondos de bancos públicos en la estimación de números fiscales. La voltearon por sus virtudes y jamás por sus grandes errores; y la reemplaza un monigote corporativo, acompañado de un gabinete sin negros ni mujeres, plagado de empresarios facinerosos. Concretamente, la acusaron de haber acumulado deudas contables por unos 15 millones de dólares que, en lugar de registrarse en los balances oficiales, fueron usados para depositar fondos a fin de pagar seguros de desempleo, subsidios y créditos a familias. Más allá de la enorme porción de los denunciantes y operadores sí implicados en graves acusaciones por corruptelas de todo tipo, lo notable es que, jurídicamente hablando, tumbaron a una jefa de Estado sobre la base de interpretaciones en la forma de computar cuentas públicas. O más y peor todavía: por regular la plata que el Estado se debe a sí mismo en función de necesidades sociales. ¿Suena familiar? Es análogo al disparate del juez Claudio Bonadio, en la causa contra Cristina y otros acerca del manejo con los dólares a futuro que, de acuerdo con lo que viene a saberse ahora, implica al propio juez; al actual vicejefe de gabinete, Mario Quintana, y al actual presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, en la misma operatoria y entre otros. Analogías que no concluyen allí pero que sí lo hacen en la más grande de todas, cual es la de aleccionar a los pueblos en torno de que nunca más deben optar por esas experiencias populistas capaces de haber perjudicado, siquiera en mínima parte, a los intereses del gran capital. Cuando se constata que el entramado que volteó a Rousseff y apunta a Lula –quien a pesar de todo continúa al tope de las preferencias electorales– está constituido por una sarta de bandidos nucleados en grandes medios de comunicación, facciones del poder judicial, personeros del agronegocio y establishment industrial, entre no muchos más, sólo un ciego político puede no hacer comparaciones argentino-brasileñas y regionales en general.
La desfachatez de Bonadio, según es vox populi en el ámbito tribunalicio, no tiene ni apenas el límite de su encono enfermizo contra la ex presidenta ni el de su ostensible respaldo en los medios de prensa que alientan la persecución. Cuando Cristina se presentó a la indagatoria, el 13 de abril pasado, el juez no fue capaz de mirarla a la cara. El sentido común supondría, ya tarde, que razones elementales de pudor debieron haberlo llevado a operar de una forma no tan grosera. Es el mismo Bonadio quien afronta una denuncia penal, impulsada por el fiscal Jorge Di Lello, en la que se acusa a Sturzenegger por acceder al pago de los contratos en dólares a futuro, y al juez por autorizarlo. Esto significa que el propio magistrado actuante contra Cristina y catorce de sus funcionarios, en la presunción de haber defraudado al Estado por vender dólares a precio bajo que luego implicarían pagar una gran diferencia a los compradores, fue el encargado de habilitar el mismísimo y supuesto desfalco. Y no fue otro que el gobierno de Macri el que provocó una devaluación del 40 por ciento en el valor de la moneda; por tanto, no fue otro el que benefició a los adquirentes de las divisas contrariando la estimación del tipo de cambio que el Congreso Nacional había aprobado en el Presupuesto de 2015. De hecho, Di Lello pidió que se solicite a las entidades correspondientes “el listado completo de las personas físicas y jurídicas que adquirieron dólar a futuro entre el 15 de octubre y el 20 de noviembre de 2015”. Sturzenegger, el pagador, continúa procesado por las maniobras financieras del megacanje en 2001. El hoy presidente del Banco Central era entonces secretario de Política Económica y, cuando la cesación de pagos ya era tan inminente como la brutal devaluación que negó el macrismo durante la campaña electoral, favoreció el negocio de los bancos Santander, Francés, Galicia, Citigroup, HSBC, JP Morgan y Crédit Suisse First Boston. Esas fueron las entidades que aportaron casi la totalidad de los bonos involucrados en el megacanje de De la Rúa, ganando comisiones financieras por alrededor de 150 millones de dólares gracias a hacer de intermediarios de sí mismos. Hoy, quince años después, el listado de compradores de dólar futuro beneficiados por la devaluación involucra a varios funcionarios, dirigentes y amigos del PRO, que ni se gastaron en desmentir las revelaciones periodísticas difundidas hace menos de un mes. La familia Macri, a través de Chery-Socma, compró 8 millones de dólares a futuro que se vieron multiplicados por la devaluación de meses después. El jefe de asesores presidencial y apoderado nacional del PRO, José Torello, compró 800 mil dólares el 27 de octubre. La empresa Caputo S.A., del amigo presidencial y empresario de la construcción Nicolás Caputo, adquirió en el Mercado a Término de Rosario 3,56 millones de dólares ente el 8 y el 27 de octubre. Mario Quintana, secretario de Coordinación Interministerial y ex CEO de Farmacity, compró 11,5 millones de dólares futuro antes de la devaluación, aunque el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aclaró que la compra no fue de él sino de la empresa en la que él estaba. Cablevisión, del Grupo Clarín, compró 11 millones de dólares con su perspectiva de futuro. El diario La Nación, otros 4 millones.
La ofensiva de estos republicanistas no se encontró con la nada misma en el curso de los cinco meses de su gobierno. No, por lo menos, en el arco social que mantiene altos reflejos de movilización. El jueves pasado se agregó una multitud de la comunidad universitaria, la más grande de los últimos quince años. Y, completamente ninguneada en los medios, otra marcha impactante, multisectorial, de sindicatos y organizaciones de médicos, docentes, judiciales, estatales, quinteros, cooperativistas, se llegó hasta las puertas de la gobernación bonaerense. Fue la manifestación más categórica contra la política salarial de María Eugenia Vidal. Por ahora, sigue tratándose de protestas masivas pero con una dispersión que encuentra correlato en el astillamiento parlamentario de la fuerza opositora. Como escribió el sociólogo Atilio Borón (Página/12, viernes pasado), “en tiempos oscuros como los que estamos viviendo: guerra frontal contra el gobierno bolivariano de Venezuela, insidiosas campañas de prensa en contra de Evo y Correa, retroceso político en Argentina, conspiración fraudulenta en Brasil”, el pecado más grave sería rehusar una profunda autocrítica y recaer en los mismos desaciertos. “En el caso de Brasil, uno de ellos fue la desmovilización del PT y la desarticulación del movimiento popular, que comenzó en los primeros tiempos de Lula y que, años después, dejaría a Dilma indefensa ante el ataque del malandraje político. El otro, íntimamente vinculado al anterior, fue creer que se podía cambiar Brasil sólo desde los despachos oficiales y sin el respaldo activo, consciente y organizado del campo popular”. Eso también suena familiar si es por el decurso habido en Argentina, con la derrota imprevista del kirchnerismo aunque por vías no fraudulentas como las del vecino. Y como apuntó el colega Martín Granovsky, también en este diario pero el día anterior, “la actual oposición argentina fue muy módica en presencia física junto a los agredidos de Brasil”. Pocos se subieron un avión, a sólo tres horas de vuelo, “para confortar a Dilma, abrazar a Lula o tomar parte en actos públicos”. Se cuentan Adolfo Pérez Esquivel, Jorge Taiana, Hugo Yasky y Eugenio Zaffaroni. “Los motivos de esa ausencia física pueden ser diversos. Una posible razón es que, a menudo, los dirigentes no terminan de comprender algo que dice Lula: ‘La confianza y la política no se construyen por celular, sino tocando al otro y mirándolo a los ojos con una copa de vino en la mano’. Otro motivo político es el ensimismamiento de cada fuerza política en su propio país. En el caso argentino, por efecto de la derrota frente a Macri el 22 de noviembre”.
La semana pasada, el ministro de Hacienda habló en una cumbre de ejecutivos de finanzas y confirmó que habrá un amplio blanqueo de capitales, como recurrente eufemismo de perdón para grandes evasores. En llamativa sintonía con el escándalo de los Panama Papers (Panamacri en su ignorada traducción local), o en todo caso con la urgencia de conseguir fondos de donde sea porque la lluvia de dólares aún está esperando otro meteorólogo, Alfonso Prat-Gay dijo que el mundo va a un cambio histórico, a partir del año próximo, con el intercambio automático de información financiera. Sería tras un acuerdo suscripto en Berlín en 2014 y por el cual se dispondrá, instantáneamente, de datos sobre bancos, movimientos financieros y titulares de cuentas. Los reyes no son los padres, según el ministro, y en consecuencia agregó que “no habrá lugar donde esconder la plata”.
Esa humorada de Prat-Gay es compatible con creer que a la presidenta de Brasil la voltearon por corrompida y que a Cristina la procesaron por otro tanto. Y no porque retornan a la región los vientos neoliberales, ahora disfrazados de lucha contra la corrupción para volver a robar cuanto se pueda sin siquiera repartir un poco.
domingo, 15 de mayo de 2016
La CIA envió a Nelson Mandela a la cárcel, admite exagente de la agencia
(Leído en cubadebate.cu)
La estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA) tuvo un papel clave en el arresto del líder sudafricano Nelson Mandela, que condujo a su juicio y encarcelamiento por más de 27 años, informan este domingo medios locales.
De acuerdo con una entrevista al exagente Donald Rickard, quien se retiró en 1978 y fue a vivir a Colorado, la CIA ayudó a localizar a Mandela porque era el “comunista más peligroso del mundo”, publicó el periódico Sowetan.
En la entrevista, realizada poco antes de morir el 30 de marzo a los 88 años, Rickard confesó: “estábamos al borde del precipicio aquí y tenía que ser detenido, lo que significaba Mandela tuvo que ser detenido”.
También expresó que no se arrepiente de haber encarcelado a Mandela.
Según datos históricos, el legendario luchador estaba en la clandestinidad y se hacía pasar por un chofer cuando fue detenido en 1962 en su camino desde Durban a Johannesburgo.
Tras este hecho fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Estuvo confinado más de 27 años antes de su liberación y convertirse en el primer presidente negro de la Sudáfrica postapartheid y uno de los políticos más influyentes del mundo.
The Sunday Times describió la revelación como una “divulgación bomba” que podría dar lugar a que la agencia estadounidense revele la verdad sobre su relación con el régimen del apartheid.
Rickard era un joven diplomático en el consulado de Washington en la ciudad de Durban en el momento de la detención de Mandela.
Cuando se le preguntó en 2012 sobre su papel en estos hechos afirmó al Wall Street Journal: “Es falso. No hay sustancia en la historia”; sin embargo, cambió de idea y puso fin a lo que desde hacía décadas era como un secreto a voces.
(Con información de Prensa Latina)
miércoles, 11 de mayo de 2016
SOBRE LA SOCIEDAD CIVIL (1)
(por Guillermo Rodríguez Rivera, publicado en el blog Segunda Cita de Silvio Rodriguez)
“Sociedad Civil” es un término que no estamos acostumbrados a manejar y, con cuyo uso, no nos sentimos enteramente cómodos.
De la Revolución Cubana surgieron una pluralidad de instituciones y siendo –como éramos, o ¿todavía somos?– un país permanentemente amenazado por agresiones de todo tipo, no podíamos poner demasiado énfasis en la civilidad: aprendimos todos a ser soldados y pasamos por alto las burlas del enemigo. Cuando aparecieron las milicias, sus adversarios inventaron, allá por 1960, unos versitos para desacreditar la marcha de los milicianos, que decían:
Uno, dos, tres, cuatro:
comiendo mierda y rompiendo zapatos.
Pero esos “comemierdas” cumplieron algunas funciones esenciales que la “lúcida” CIA no fue capaz de calcular.
La Agencia empleó contra Cuba la estrategia exacta que había usado para derrocar al democrático gobierno de Jacobo Árbenz, que también había hecho una reforma agraria y había afectado los intereses norteamericanos, pero en Guatemala existía el ejército tradicional que le pidió la renuncia al presidente. En Cuba, ese ejército había desaparecido: lo reemplazó el Ejército Rebelde pero, aún así, Fidel le entregó las armas al mismo pueblo para que defendiera sus conquistas.
Los “técnicos” en contrarrevoluciones de la CIA calcularon que sus discípulos no tendrían obstáculos para vencer. Carlos Rivero Collado, quien fuera uno de esos expedicionarios, cuenta que uno de esos maestros le dijo a uno de los jefes de la Brigada 2506:
Lo que usted tendrá que hacer es sacar la mano, hacer
la señal y seguir en su jeep hacia La Habana.
Pero los “comemierdas” le dieron una paliza militar a los expedicionarios de Playa Girón: los derrotaron y los apresaron en 66 horas. Como nos convertimos en soldados, no repudiamos para nada la jerga militar: brigadas, contingentes, campañas, puestos de mando, batallas, proliferaron en nuestra vida cotidiana, aunque casi siempre fuera civil.
Aprendimos y practicamos el principio de todos los ejércitos: “la orden del jefe encarna la voluntad de la patria”, y esa unidad fue un innegable requisito para la salvación de la Revolución Cubana.
La respuesta de nuestros dignos representantes en la Cumbre de la Sociedad Civil en Panamá, creo que tuvo que ver con el que ha sido el estilo clásico de la Revolución. No se trataba de opositores cualesquieras a la Revolución, sino de un agente de la CIA que llevó a Bolivia la orden de asesinato de un prisionero que es, a la vez, un hombre excepcional, venerado para los cubanos revolucionarios, cuyos hijos afirman que quieren ser como él; y de un disidente que no tiene empacho en fotografiarse junto al terrorista –condenado en Venezuela bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez, de cuyas cárceles es prófugo– que ordenó el asesinato del equipo juvenil cubano de esgrima, colocando una bomba en un avión civil en vuelo, y de otras personas –hasta 73– que no tenían otra culpa que pensar de manera diferente a la suya.
Hay quien dice que esa representación derechista de la sociedad civil –que son más bien miembros de la AADJ ( Asociación de Asesinos Derrotados y Jubilados)– la organizó la ya envejecida captora de Elián González, Ileana Ros Lethinen, para sabotear el encuentro de Raúl y Obama.
Independientemente de sus resultados, creo que nuestra delegación a la reunión de la “sociedad civil”, implementó una suerte de “respuesta rápida” que es a la que hemos estado habituados y, por ello, la que mejor conocemos.
Cuando se ha recopilado el montón de opiniones vertidas sobre el asunto, incluyendo las de Ravsberg y todas las contrarrespuestas, me parece que falta una esencial: la opinión de ese intachable revolucionario y lúcido hombre de pensamiento, que es Aurelio Alonso.
Aurelio señala:
Comparto la opinión de que, una vez allí,
los representantes cubanos que viajaban
para asistir a ese foro específico no tenían
otra opción que pronunciarse del modo en que
se pronunciaron, y para mí está fuera de duda
que, en cualquier caso, la oportunidad de defender
la revolución es la opción honorable. Pero trato
ahora de saber hasta qué punto lo que se hizo,
además de un honor, fue también un acierto.
Aurelio descarta la posibilidad de que los personajes contrarrevolucionarios que asistieron hayan llegado allí con el ánimo de dialogar:
Hasta los diseñadores de la dramaturgia del
imperio se percatan de que para extremar la
marca de lo intolerable no basta con sentar
en el lugar al asesino del Che sino que llega a
exhibirse su foto con el cadáver; y para destacar
al «opositor», lo retratan con el terrorista. ¿Alguien
puede tener la ingenuidad de creer que se buscan
reconciliaciones?
Entre los numerosos participantes en la polémica, hay quien piensa que la única opinión digna de ser escuchada es la de la sociedad civil cubana identificada con la Revolución. Aurelio advierte que en los momentos que se avecinan no podríamos pretender el acuerdo absoluto con nuestras opiniones. Señala que una de nuestras tareas teóricas y políticas es la
de encontrar el umbral de tolerancia plausible
para el disenso. Puede definirse, con Rosa Luxemburgo,
como la pertinencia del espacio de quien disiente.
Nuestro presidente ha instado a que aceptemos la opinión del que piensa diferente de nosotros pero, sobre todo, ha alertado contra lo que ha llamado “la falsa unanimidad”. Esa aceptación de los criterios sin pensarlos, sin debatirlos, a mí me parece tremendamente peligrosa, porque suele convertirse en norma de la conducta.
Yo estuve unas cuantas veces en la Unión Soviética: estuve bajo el gobierno de Brezhnev, bajo el de Andrópov y finalmente bajo el de Gorbáchov. Era un gran país y era un pueblo de gente buena y valiente.
Medité mucho no por qué cayó el socialismo, sino por qué –en un país donde no había propiedad privada desde décadas atrás– aparecieron de pronto millonarios que marcaban los destinos del estado y, sobre todo, por qué nadie –ni un militante del partido, ni un komsomol, ni un stajanovista, ni un poeta, ni un recordaste olímpico, ni un gran maestro de ajedrez, ni un secretario ideológico del PCUS, nadie– se opuso al desastre que sobrevino con Boris Yeltsin. ¿Saben por qué? Porque era un pueblo enseñado a obedecer, a aceptar sin pensar lo que disponían los niveles superiores. Cuando el nivel superior dijo: “Se acabó el socialismo”, eso era ley, eso no se pensaba. Los dirigentes se repartieron la riqueza creada por más de 70 años de trabajo del pueblo soviético.
Yo creo que tenemos un pueblo muy inteligente y, sobre todo, curtido en materia política.
Desde hace tiempo he reclamado para nuestras elecciones generales, donde seleccionamos a los integrantes de la Asamblea Nacional del Poder Popular, un número mayor de candidatos de los que debemos elegir, pues en la actualidad es la comisión de candidatura la que elige los diputados cuando los postula: los electores no hacemos otra cosa que ratificarlos. Y no me basta leer una biografía intachable, porque todos los candidatos la tienen, pero no es suficiente: quiero saber también qué se propone hacer el diputado cuando resulte electo.
Ya comprendimos que un atleta de alto rendimiento, en cualquier disciplina, tiene que dedicarse a ella como un trabajo. Tenemos que comprender que los diputados a nuestra Asamblea deben asumir profesionalmente ese trabajo y tener una sola reelección. Deberán ser muchos menos, para que el país pueda asumir el desembolso en sus salarios.
Creo que ello nos dará un aparato de gobierno más eficiente, imprescindible para el encauzamiento de nuestra sociedad civil.
[1] Estas ideas debieron discutirse en un más estrecho grupo de compañeros. Como no pudo ser, las entrego ahora al mucho más amplio espacio de los lectores de Segunda Cita.