YO FUI YASHKA ...
Si me llevaban al cine un sábado, el domingo salía
al barrio de Lawton a representar al héroe de la película, en más de una ocasión
cuando tenía apenas 8 o 9 años, mis ojos
se nublaban mirando desesperadamente a todos lados y blandiendo una "espada
japonesa", me convertia por unas horas en Zatoichi, aquel ciego samurái
que repartía justicia contra malandrines de la época imperial.
Cuando Cuba se convirtió en ese país "exótico"
asimilador de una cultura soviética, los más pequeños encontramos a nuestros héroes
en aquellos filmes de aventuras que llegaban a los cines. Mi primer
acercamiento, en la niñez, a la Revolución de Octubre lo tuve en aquella saga
llamada "Los Vengadores Incapturables", que sencillamente nos hacia
jugar entre los "mataperros" del barrio a "los
incapturables". Era muy difícil encontrar quien hiciera de "Sidor el
Terrible" y su pandilla del ejercito blanco, por lo que los
"incapturables", se convertían en más de cuatro. Yo "corría con
ventaja", el gitano Yashka de los incapturables, me tocaba si o si, y por
obvias razones, no tenía ni que discutir el asunto.
Tal vez para los niños "nuevos" de Cuba, fue
una de las primeras veces que estábamos a la expectativa de una saga que estuvo
representada por tres filmes, "Los Vengadores Incapturables", "Nuevas
Aventuras de los Incapturable" y "La Corona del Imperio Ruso". Tal
vez no entendíamos muy bien por entonces, lo que aquella "Revolución"
significaba o significó para el Mundo, nosotros estábamos inmerso en una, sin
embargo podíamos con nuestros recursos de niños, diferenciar lo malo, de lo
bueno, la brutalidad de "Sidor el Terrible", matando y saqueando a pacíficos
aldeanos, era suficiente para saber que "Los Incapturables" surgían
porque había que hacer justicia.
Al final, de eso se tratan las Revoluciones Sociales,
de hacer justicia para las mayorías. A pesar que el Mundo se ha tornado más
complejo desde entonces, y errores cometidos por los "hombres en Revolución",
nos llenen el camino de manglares y
pantanos, yo fui Yashka y lo seguiré siendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario