El argentino es algo que fue y no se recuerda y algo
que será y no sabe.
(Diego Capusotto)
EL OPTIMISMO HECHO EN MACRILANDIA
A tanto hemos llegado en nuestra propia negación
como seres humanos, que hasta desechamos la historia, como punto de partida
para cualquier análisis. Si el único estado posible de la humanidad es el
pasado, pues el "ahora" ya nos llega con atrasos por "simples"
leyes de la física (que aceptamos y hemos comprobado), como es posible que ese
"estado", el "único" real y posible no lo tomemos en cuenta.
Albert Einstein, que no solo "tenía" de físico,
sino de filosofo, nos dejaba una premisa adquirida en su diario quehacer, "Si
buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Es posible, a la
realidad me remito, que Mauricio Macri tenga otra máxima, "si otro probo y
le salió mal, porque a mí también", a todas luces con muy pocas.
Finalmente el "Presi" de "todos los
argentinos" recibió su millonada del FMI, y para agradecer a sus amos,
este fin de semana viajo a la reunión del G-7. El Mundo actual se mueve con símbolos
y no tanto, con lo cual solo hay que observar cerrando un poco los parpados
para que no moleste tanta "luz" (o la tiniebla, no sé). Había solicitado,
nuestro CEO encantado, el apoyo de Trump y de Merkel, llamándolos directamente
por teléfono, para que lo más rápido posible el FMI desembuchara 50 000
millones de dólares de crédito en tres años, claro que con los 100 000 millones
que ya endeudo a la Argentina, hacen una disparatada frijolera, que mantendrá a buena parte de la descendencia de este país,
en situación de "soberanía controlada", un eufemismo de esclavitud económica
y política.
Está demostrado que los resultados de las medidas económicas
que encara un país, se aprecian con el tiempo, en el caso de Argentina, al
comenzar 2018 y luego de la victoria pírrica del gobierno con los cambios en la
Jubilaciones a principio de Diciembre, una parte del pueblo estaba descontenta,
sectores importante de las Pymes con las subas tarifarias y las importaciones
de bienes de consumo que se fabrican acá, estaban al borde del colapso, las
tasas de interés de las LEBACs estaban en un 28%, y el gobierno había eliminado
cualquier restricción a la compra de estos papeles de deudas a los fondos
"golondrinas", los salarios de
los trabajadores habían perdido entre un 15 y un 17% frente a la inflación en
dos años, se resentía el poder de compra de la gente, dando como resultado que
los numeritos del consumo interno en general se hacían pelota, por su parte el
gobierno había eliminado las retenciones al campo y las mineras, que hacían
perder recursos valiosos al Estado, el impuesto a los bienes personales paso
del 0.75% al 0.25%, lo que permitió que el Estado dejara de percibir solo de
las 50 familias más rica de la Argentina unos 350 millones de dólares anuales. En
medio de esta situación ocurre un pequeño movimiento en las tasas de interés de
USA, y lo que significo un resfrió para muchos países del Mundo, para la
Argentina se convirtió en una neumonía severa, en solo unos días la moneda se devaluó
en un 25%, se fugaron del país unos 10 000 millones de dólares de reserva, las
tasas de interés de las LEBACs tuvieron que escalar al 40% y al gobierno no le prestaba
ni "el loro de la esquina", con lo cual, ahí estaba el FMI con "cara
de mujer", para socorrer a su hijo prodigo.
A veces consultando la historia reciente de este país,
uno siente vergüenza ajena, Menem fue el "caballito de batalla" del
Neoliberalismo en los 90 para América Latina, Bush padre lo tomo como "su
amigo" más cercano y así termino todo, historia para volver a leer con los
tiempos que se avecinan, y ahora Macri (condenados por la M) se convierte en
"Líder de la resurrección Neoliberal Latinoamericana".
Macri es todo optimismo, solo que del barato, quiere
a toda costa presentar con nueva cara al FMI, y hasta "aplaude" como
"hecho histórico", que en el acuerdo firmado recientemente con este
organismo, se haya incluido una clausula de "salvaguarda social" (la
derecha inventa nuevos eufemismo sobre la pobreza que luego sus medios
oficiales repiten e instalan en las mayorías), "permitiendo" que si
"aparecen" más pobres de los que "tocan" por las medidas de
ajuste, las metas fiscales pueden ser "relajadas" (mira, si no es
porque estamos hablando de seres humanos, me tomaría la licencia de la
carcajada).
El ajuste que se viene, sobreponiéndose al ya
existente, es brutal, estamos hablando de unos 200 000 millones de pesos (unos
10 000 millones de dólares) entre lo que queda de este año y el 2019, un dinero
importante, que el gobierno "dejo fugar" a sus amigos de Wall Street.
De ahora en adelante no se habla otra cosa en la Argentina que del dichoso déficit
fiscal, sobre producir y cómo hacerlo, no es tema de este gobierno, ¿donde están
los incentivos para revertir la balanza comercial deficitaria de este país?. En
2017 Argentina tuvo un deficit comercial de unos 8000 millones de dólares, este
año rodaran los 10 000 millones, hay dos maneras de actuar, o endeudándose y
bajando el deficit fiscal o reactivando el consumo interno, y produciendo para
exportar, este gobierno le gusta la timba financiera, la deuda, los negocios
para unos pocos, no lo digo yo, ahí está la huella en estos dos años y medios.
Macri vive su
momento de euforia, "lo peor ya paso" decía hace unos meses atrás,
ahora, después del FMI, que "estaremos
mejor" y que es necesario para el desarrollo este "momento de
restricciones" (de nuevo los eufemismos), he llegado a pensar que no vivo
en la Argentina sino en un nuevo país, donde no he tenido que hacerme ciudadano,
ni adquirir un nuevo DNI, Macrilandia.
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