CÓMPLICE
¡Ay,
Almohada!
tu
si sabes
lo
que a mí me pasa
es
que tú la viste
por
delante y el revés
era
pétalo de la canela
acurrucada
a mi noche
aquella
vez
¡Ay,
Almohada!
deja
que ahora solo
te
refresque mi lágrima
a
punto de palidecer
porque
aunque no la tengo
esta
su fragancia
susurrándome
la
tonada que la ve
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