REBELIÓN
EN ESTA OTRA GRANJA
Recuerdo ahora de tres libros que leí en
condiciones poco ortodoxas, uno de ellos fue “Materialismo y Empiriocriticismo”
de Lenin, leído en una esquina de la mesa donde mis compañeros de “notok” jugaban al domino en
unos de los cuartos de la ciudad estudiantil del Energético de Moscú, un
profesor de filosofía, Kастелов, nos había provocado a encontrar un error en la
definición de materia, que Lenin había dado allí.
Otro fue “Mi Lucha” de Hitler, leído en el
lujoso crucero soviético “Taras
Shevchenko”, que había sido utilizado, para trasladar a miles de estudiantes
cubanos de regreso a la URSS después de las vacaciones de verano de 1984 en
Cuba, por cierto en medio de aquellas fiestas interminables hasta altas horas
de la madrugada alrededor de la piscina de aquel barco o en cubierta, dedique
muchas horas a leer, el porqué de toda aquella masacre llevada a cabo por aquel
demente que le costó a la humanidad la muerte
de más de 50 millones de humanos.
Y el tercero que recuerdo ensimismado, sin apenas salir a la calle, fue
el que un día como hoy pero hace 75 años se publicaba, me refiero a “Rebelión
en la Granja” de George Orwell, leído a mi regreso de mis estudios en la URSS,
en 1988.
Este ultimo tengo que reconocer me produjo un profundo impacto, sobre
todo porque con la llegada de la “Glasnost”, se había desempolvado mucho
material sobre las atrocidades de Stalin y uno reconocía en aquella fábula muchas
de las cosas que había leído, la diferencia es que este era un libro que se había
publicado el 17 de Agosto de 1945, tres meses después de la rendición incondicional
alemana a los soviéticos el 8 de Mayo de 1945. Cuando lo leí no tuve acceso por
obvias razones a poder indagar en Cuba, sobre la circunstancias histórica de
Gran Bretaña en que Orwell, lo había escrito, sin embargo el disparador de esta
búsqueda ha sido, el haber visto una película de coproducción polaca-inglesa-ucraniana,
titulada “Mr. Jones”, que cuando comencé a verla rápidamente identifique en la
primera escena, los primeros párrafos del libro de Orwell, por cierto film bien
realizado y que trata de la hambruna genocida conocida por Голодомор, que asoló varios
territorio de la URSS de 1932 al 1933 y que muchos consideran que fue provocada
intencionalmente por Stalin en su lucha por la colectivización obligatoria
de la tierra.
Leyendo sobre la época, pude constatar, algo que me llamo poderosamente
la atención, y es que durante la Segunda Guerra Mundial, la prensa en Gran
Bretaña se “desgañitaba” en elogios hacia los avances de la URSS, “supuestamente”
no había una orden del Reino sobre que se podía publicar o no sobre la URSS en
la prensa escrita, pero si un periodista se daba a la tarea de criticar algún aspecto
de aquella sociedad soviética aliada en la guerra contra el fascismo alemán,
los demás periodistas se daban a la tarea de “caerle como piña” y despotricar
sobre sus argumentos “no alineados”. Me recordaba este hecho nuestra década dorada
de finales de los 70 y la década de los 80 cuando en Cuba no se podía ni asomar
una crítica hacia lo que había en la URSS, motivo por el cual cuando aquello se
desmerengó, más de uno se entero que allí no todo era la panacea.
Así que a Orwell también le paso lo mismo en aquel escenario de “estrecha
amistad” entre Gran Bretaña y la URSS, tuvo dificultades para que algún editor
finalmente publicara su “Animal Farm”, de hecho se puede leer por una carta que
le envía al profesor Gleb Struve el 17 de Febrero de 1944, que en Noviembre de
1943 había comenzado a escribir “su librito”, como el mismo le decía, pero que
ya avizoraba las dificultades que tendría para publicarlo, por las referencias
bastante clara que hacia su personaje del cerdo Napoleón a la figura de Stalin
y del cerdo Snowball al asesinado Trotsky en México por encargo de Stalin el 21
de Agosto de 1940 (a propósito, próximamente se cumplirán 80 años de aquel
hecho). En aquella carta se puede leer textualmente “Estoy escribiendo un
librito que espero le divertirá cuando aparezca, aunque me temo no va a tener
el visto bueno político y por ello no estoy seguro de que alguien se atreva a
publicarlo. Tal vez por lo que le digo adivine usted el tema”.
Se conoce que el famoso poeta T.S. Eliot fue uno de los que desaconsejo
la publicación de aquel “Librito”, “Estamos de acuerdo de que la novela es
una destacada obra literaria y que la fábula está muy inteligentemente llevada
gracias a una habilidad narrativa que descansa en su propia sencillez, cosa que
muy pocos autores habían logrado desde Gulliver”, pero, siempre hay un “pero”,
dudaba de si “el punto de vista que ofrece es el más apto para criticar en
el momento presente la situación política”.
Hay otro hecho interesante alrededor de este libro que hoy cumple 75
años de haber visto la luz, y es el hecho del famoso prologo de Orwell para el
mismo y que llamo “La Libertad de Prensa”, no se sabe si este nunca
llego a tiempo a la redacción porque George no lo había terminado, o porque les
pareció a los editores Fredic Warburg o Roger Senhouse que era “mucho”, lo cierto
es que en aquella primera publicación del “Animal Farm”, ese prologo no apareció.
Constituye ese prologo “La Libertad de Prensa” una reflexión que todavía
seguirá su curso de discusión, pues el tema tiene plena vigencia, en un Mundo
actual dominado por los grandes Multimedios, que son capaces inclusive no solo
de manejar la opinión pública “a piacere”, sino que además son capaces de
colocar a sus candidatos en los sillones presidenciales de muchos países. En
ese contexto como podría defenderse un país como Cuba, bloqueado por la
potencia más poderosa del planeta, cuando además a la vista de todos, los
Estados Unidos dedican 20 millones de dólares al año de su presupuesto a crear
una prensa “ficticia”, funcional a sus intereses en ese país y como podría al
mismo tiempo Cuba en medio de tales circunstancias como ahora mismo sucede,
darle rienda suelta a la libertad de expresión de sus ciudadanos en distintos
medios, logrando acabar con las cosas chapuceras y desprolijas en la gestión de
sus autoridades, con una actitud crítica ante los triunfalismo de turno.
Hay algunos pasajes de este prologo que son para pensar, si bien está circunscrito
a una época en que escribir mal sobre la Unión Soviética en Gran Bretaña, no era bien visto ni por las
autoridades, ni por el resto de la intelectualidad de la época.
Se puede leer lo siguiente:
“Creo que es
importante distinguir entre el tipo de censura que se impone voluntariamente
los intelectuales ingleses y la que proviene de los grupos de presión. Como es
obvio, existen ciertos temas que no deben ponerse en tela de juicio a causa de
los intereses creados que lo rodean…También la iglesia Católica tiene
considerable influencia en la prensa, una influencia capaz de silenciar muchas críticas”…”Cualquier
actor puede atestiguar que una obra de teatro o una película que se burle de la
Iglesia Católica se expone a ser boicoteados desde los periódicos y condenados
al fracaso” …”Toda gran organización cuida de sus intereses lo mejor que puede
y si ello se hace a través de una propaganda descubierta, nada hay que objetar”.
“El tema que
se debate aquí es muy sencillo: ¿Merece ser escuchado todo tipo de opinión, por
impopular que sea?”…todos los ingleses sentirán que su deber es responder: SI.
Pero dadle una forma concreta y preguntad: ¿Qué os parece si atacamos a
Stalin?. ¿Tenemos derecho a ser oídos?. Y la respuesta más natural será: NO…en
consecuencia el principio de libertad de expresión entra en crisis…Estoy de
acuerdo en que siempre habrá o deberá haber cierto grado de censura mientras
perduren las sociedades organizadas. Pero “libertad” como dice Rosa Luxemburgo,
es “libertad para los demás”. Idéntico principio contiene las palabras de
Voltaire “Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a
decirlo”. Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los
principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa
que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que
es la verdad, SIEMPRE QUE ELLO NO IMPIDA QUE EL RESTO DE LA COMUNIDAD TENGA LA
POSIBILIDAD DE EXPRESARSE POR LOS MISMOS INEQUIVOCOS CAMINOS.
“Si la
libertad significa algo, es el derecho a decirle a los demás lo que no quieren oír”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario