Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

viernes, 16 de noviembre de 2012


QUE NOS DEPARA EL FUTURO

Ya se veían a lo lejos las primeras edificaciones del tan ansiado lugar, habían sido noches pensando y pensando en aquel camarín con su cuñado Antonio, debía mucho dinero por financiar aquel viaje, y en cuanto llegase pondría manos a la obra para devolver peso sobre peso, dejaba atrás muchas cosas, entre ellas el hambre, pero más importante, a su esposa embarazada, era esta la oportunidad, progresaría, como otros lo hicieron antes de él, incluso su suegro, había hecho una fortuna  en USA que le permitió regresar al pueblo y comprar tierra, se había convertido en un hombre respetado, Aquiles quería hacer algo parecido, y Buenos Aires podía ser el lugar…

El 13 de Abril de 1951, día de Pascua, le toco descender del barco, allí abajo lo aguardaba un hombre de traje y sombrero, con su gabán colgado de la mano izquierda, José, su otro cuñado había venido antes y los había convencido que Argentina era un lugar donde se podía trabajar y ganar bien, “tengo ya casa”, repetía en sus cartas José, para dar aliento a la tropa a que lo siguieran, era increíble, recordaba Aquiles, cuando leía aquellas cartas, que José en apenas un año hubiera progresado tanto, él entonces, con sus habilidades de herrero, tendría que lograr lo mismo o mas...

A punto de tomar la escalerilla para descender, Aquiles estaba nervioso, saco las dos fotos que traía consigo, y enseñándosela a su cuñado, le dijo,…”Que nos deparará el futuro…”, Antonio con su sonrisa de siempre le contesto,…”Tira las fotos que nos vinimos hacer “La América”, hay que olvidar el pasado…”
 

 
En la sala del segundo piso del edificio de tres plantas construido con sus propias manos, un hombre con su bastón a cuesta y sus 84 años, me trae dos fotos que lo han acompañado en su billetera después de aquel día que bajo en el puerto de Buenos Aires, su hijo mayor, ingeniero y su hija con un profesorado en ingles, están sentados a la mesa, ya han escuchado muchas veces la historia, yo soy nuevo, siento un profundo respeto por este anciano, que todavía mezcla palabras entre el español y el dialecto de su Morrone del Sannio natal, lo único que ha hecho en su vida es trabajar para su familia, se siente satisfecho con lo logrado, el futuro, que tanto le preocupaba, estaba construido delante de mis ojos …


Después vino el detalle, su cara comenzaba a esbozar una sonrisa, se reía para si y era contagiosa, yo lo acompañaba en su alegría del recuerdo…No te puedes imaginar Carlos, hacíamos un desastres, lo único que teníamos para entretenernos era ir allí, a la barbería de Nino, yo cuando tenía 15 años, mi tía La Benje, me regalo una Mandolina y a tocar se ha dicho, casi todas las noche, nos juntábamos los “vagos” del pueblo con un Acordeón,  una guitarra, un violín y un carancho, y el pueblo se llenaba de música, con aquella Mandolina también enamore a Carmela, me dice en voz baja y se vuelve a reír…eso si, no teníamos ni para comer, y muchas veces lo que otros veían que yo llevaba zapatos, no sabían que era solo la cascara de arriba, debajo no llevaba suela, …su riza se apaga, no sabes, gracias a que enseñe a mi madre a hervir los granos crudos de trigos…podíamos comer en invierno…

Cuando recibí mi primer salario, me creía millonario, te imaginas Carlos, con 21 años, solo en José C. Paz, en el medio de los cardos viviendo, nada, ahora ya tengo mi recompensa, me puedo morir tranquilo,…Aquiles dejaba caer una lagrima que escondía de mi con su pañuelo…