Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

jueves, 9 de junio de 2016

(Esto escribí en  Septiembre 2013...Un  Mundo mejor es  posible...)

VERDE VELA

Vamos allá
a la orilla de este Mundo
donde un verso desnudo
se broncea en paz

Vamos allá
con este código en barra
que se resiste
a repartir panes y peces
teniendo tanto para dar

Vamos allá
no porque lo haya dicho
el mesías
                  (que no era tal...)
en aquella plaza donde aplaudí
como uno más

Vamos allá
porque tengo el consuelo
de tu beso vibrado
y mis ganas de amar

Vamos allá
presos todos de algún mal
porque habrá una verde vela
que vale la pena incendiar...

LOS CAMBIOS ACTUALES EN CUBA ¿tienen una base democrática?

(Por Luis Emilio Aybar Toledo, publicado en el blog "La Joven Cuba", https://jovencuba.com/)



Mi propuesta busca estimular la apropiación efectiva de los medios de producción por el control popular de las decisiones económicas; sostiene que el problema de Cuba es político y cultural y se expresa en múltiples espacios, incluido el económico; enfoca los mecanismos capitalistas como un mal coyuntural por las insuficiencias de nuestra construcción; y promueve la transformación radical de las estructuras que monopolizan las decisiones.

Existen múltiples voces que sostienen argumentos similares, muchas de las cuales han jugado un papel cardinal en mi formación. Luego, ¿cómo lograr que entren en contacto con ellas los más amplios sectores, más allá del reducido círculo de lectores de La Joven Cuba, la revista Temas, la editorial Ciencias Sociales?

Con el monopolio de la esfera pública el Partido ha raptado el consenso nacional. Toda visión contrapuesta al programa de gobierno está condenada a ser minoría, y su condición de minoría sirve después para no difundirla, con el argumento de que no es expresiva del consenso social.

Por este camino solo se consigue reforzar la creciente legitimidad de la democracia capitalista, que ha desarrollado una enorme capacidad para generar la ilusión de que se discute algo.

Muy distinto sería el resultado si el pueblo pudiera contrastar las propuestas de algunas de estas minorías; si por ejemplo la Mesa Redonda hubiera invitado a exponer sus posiciones a quienes reclamaban el debate popular de los documentos del Congreso.

El problema sin embargo va más allá de la posibilidad de discutir los documentos entre las cuatro paredes de un centro laboral. De poco vale haber conquistado esa posibilidad si la definición es controlada por un funcionario de más arriba. Ello puede ser suficiente para quienes comparten el planteo de las reformas y proponen cambiar este o aquel aspecto, pero ¿y los que expresan una visión que cambiaría todo el documento? Como dijo Rosa Luxemburgo, la libertad es siempre libertad para los que piensan diferente, y pasa por la capacidad de argumentar públicamente sus puntos de vista en los momentos anteriores y posteriores a la toma de decisiones.

Creo que las demandas no deben centrarse en reeditar las consultas anteriores, sino en señalar las deficiencias de nuestro modelo institucional y promover un proceso de participación integral.

A mi entender, un proceso de esta naturaleza debe incorporar los siguientes pasos:

1. Disponer de una primera etapa de discusión de diferentes propuestas provenientes de las bases del Partido, las organizaciones de masas y otros actores de la sociedad civil, con amplia difusión de sus contenidos por parte de los medios de comunicación.

2. Encargar a un equipo integrado por representantes de los diferentes espacios la redacción de un documento con los principales consensos.

3. Discusión popular de este documento hasta alcanzar una versión definitiva.

4. Control popular en la fase de implementación.

5. Posibilidad en todo momento de que actores no satisfechos con el pacto alcanzado accedan a difundir sus puntos de vista.

Con la consulta popular evitamos que se eliminara la libreta de abastecimiento, atenuamos el proceso de disponibilidad laboral, y recordamos la importancia a las Ciencias Sociales, pero estos logros son insuficientes para una democracia socialista, y siempre van a depender de la bondad de los decisores.

Es necesario que el pueblo organizado tenga poder directo e iniciativa política para enfrentar el futuro.