…al final de este viaje
en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir
por lo menos por eso es que estoy aquí…
(“Al
final de este viaje”, Silvio Rodriguez)en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir
por lo menos por eso es que estoy aquí…
FINITUD
Llego a la puerta de su departamento y mas atormentada que de costumbre no encontraba la llave para abrir. Finalmente entro como siempre dejando el bolso sobre la mesa del living y las llaves del auto en el primer lugar que encontró, estaba agotada, sus ojos llorosos la hacían envejecer 10 años al menos. Fue al cuarto donde dormía su esposo y cerró la puerta para no molestarlo con los ruidos. Se baño con agua bien caliente que no calmaba sus escalofríos intermitentes, estaba débil, se habría pasado junto a su hermano mayor todo el día y parte de la madrugada sin comer, con el ajetreo de internar en algún hospital privado o público a su madre de 80 años con fuertes dolores en el bajo vientre.
Los primeros análisis de los doctores habían concluido. Abrió la puerta del dormitorio y lentamente se introdujo bajo la frazada al lado de su marido. Este ultimo la sintió, ella temblaba y poco a poco se enrosco en sí misma, colocando sus rodillas a la altura del pecho, él la abrazo y con su cuerpo copio la silueta de ella, sin darse cuenta como gesto involuntario grabado en el subconsciente, allí estaba, en silencio como alguna vez estuvo durante 9 meses en el vientre de su madre, era un regreso al origen en medio del final.
-
¿Qué
dijeron los médicos?, corto él ese silencio fetal.
-
Creo
que este es el fin.
Luego de haber dicho esto comenzó un llanto
desconsolado, mordaz, antagónico a aquel que ella manifestó, en el día que su
madre le diera la posibilidad de ver la luz de este Mundo.
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