OBAMA EN CUBA, Un día después
(Por Frank Carlos Vázquez Díaz, en el blog https://jovencuba.com/)
El discurso de Obama es una
joya de la comunicación política, digno de ser archivado como una pieza
histórica para el estudio de futuras generaciones.
Obama se presenta a sí mismo
como un Mesías, una persona que entiende perfectamente el sufrimiento de los
cubanos y de algún modo lo comparte, hace alusión a su pasado pobre, hijo de
madre soltera y padre inmigrante y explica como Él, a través de la autosuperación
y el emprendimiento es capaz de cumplir el sueño americano y
erigirse como presidente de los Estados Unidos de América.
Obama, se muestra calmado,
habla con pausa y su alocución es sincera, sus palabras son exactamente la
construcción del futuro de esperanza que todo joven desea escuchar. Él
se identifica con la juventud, se asocia a ella y les muestra que el principal
escollo para su desarrollo personal es el gobierno. Ese gobierno
dinosáurico que no permite que los jóvenes desarrollen su espíritu emprendedor.
Obama señala con el dedo al gobierno cubano y lo culpa de la falta de
conectividad, para que los jóvenes emprendedores puedan crear sus propios
negocios y crezcan individualmente, también lo culpa por la falta de espacios
para que puedan expresar sus derechos humanos libremente. Y puedan construir
pensamientos políticos diversos.
El señor Presidente pide
que nos olvidemos de la historia, que debemos construir el futuro
desde cero y olvidarnos del pasado, pero a la misma vez juega con los tiempos,
hace analogías entre Martí y Hemingway y cita los versos sencillos. Para
Él, la democracia es la plataforma fundamental para debatir los problemas de la
sociedad y lograr avances en la misma, pero no menciona la guerra
cultural que nos impone y nos obliga a formar una sociedad de barricadas donde
la unidad y la lucha contra el Enemigo es la única opción para la
supervivencia.
Para Obama el gobierno es la
causa fundamental de todos esos males que los jóvenes sufren, les recuerda que
son ellos los dueños de su propio futuro y los insta a cambiar su propia
realidad. Él va construyendo a través de sus palabras imágenes de un mundo casi
ideal donde los jóvenes pueden realizar sus proyectos de vida, manipula el
deseo y la necesidad que todos tenemos de mejorar y ser felices y siempre
nos recuerda que el cambio está en nuestras propias manos.
Su mirada es limpia, su voz
pausada pero firme, su determinación de ayudar al pueblo cubano está
demostrada, él está aquí para nosotros, nos comprende y propone como salir
adelante.
Ya Obama no es solo un
norteamericano más, Él es también un cubano, un latinoamericano, como lo fueron
Bolívar, el Che y Chávez. Obama dice que todos somos americanos, y se retrata
frente a la imagen del Che, lo pide expresamente, sabe que por asociación, va
a acercarse a un mito con un espíritu revolucionario inigualable, toma de
él lo más puro de su profundo sentimiento de justicia y lo hace
suyo, Obama y el Che juntos, los dos son americanos y son portadores de
la justicia y el espíritu de cambio y revolución en Latinoamérica y el mundo.
La imagen muestra que el señor Presidente es también un revolucionario y
no es tan malo como lo pintan.
Obama ha llegado a Cuba para
quedarse, su saludo jovial y coloquial, su sonrisa amigable, sus palabras de
aliento y esperanza nos muestran que los cubanos podemos confiar en lo que
dice, pues nos conoce y nos entiende. Él considera que el mensaje ha sido
entregado, la semilla sembrada, ahora solo le toca esperar a que nosotros
hagamos lo que debemos hacer: destruirnos a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario