QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR
PUERTO
DEPORTIVO
(Louise Glück)
Mi corazón era un muro de piedra
que tú de todas formas traspasaste.
Mi corazón era un jardín isleño
a punto de ser pisoteado por ti.
Tú no querías mi corazón;
tú ibas de camino a mi cuerpo.
Nada de eso fue mi culpa.
Lo eras todo para mí,
no sólo belleza y dinero.
Cuando hacíamos el amor
el gato se iba a otro cuarto.
Entonces me olvidaste.
No en vano
las piedras
se estremecían alrededor del jardín amurallado:
no hay nada allí ahora
excepto ese salvajismo que la gente llama
naturaleza,
el caos que se hace con todo.
Me llevaste a un lugar
donde llegué a ver la maldad en mi carácter
y me dejaste ahí.
El gato abandonado
gimotea en el dormitorio vacío.
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