EL DESTINO
Para una gitana que tiene el don de “leer la
suerte”, hay un código inquebrantable, no se le predice el futuro a un familiar
cercano, aducen que no soportarían ver la desgracia del otro, por tanto rodeado
de la abuela Paricho y mi madre Lisso, con tales “capacidades”, no tuve la
oportunidad que me “leyeran la mano” y pudiera ver antes que cualquier otro
mortal como sería mi vida. Bien podría caberme el dicho, “en casa del herrero, cuchillo de palo”.
Sin embargo muchas veces he reflexionado sobre
el porqué de encontrarme hoy en la Argentina, y no en Cuba o en algún otro
rincón de la tierra. Entonces uno comienza a ver, mirando atrás, algunos
imperceptibles movimientos y coincidencias de la vida, que todas te van
señalando una dirección hacia eso que llamamos destino, que por lo pronto y
hace 20 años se emparenta con este país, llamado Argentina.
Ayer fue un día raro para mí, acostumbrado a
la lágrima fácil, tuve ayer más que cualquier otro día, causa suficiente para
que el lagrimón que solo ve el viento fuera una constante. Era 25 de Noviembre
de este año fatídico y quería hacerle un homenaje a Fidel que cumplía cuatro
años de su desaparición física, no me gustan los homenajes “bobos”, por tanto
había guardado un escrito de una periodista cubana titulado “Los Doce Césares”,
que analizando la pasada elección en Estados Unidos, dejaba plasmado, a mi
entender, el legado más preciado que dejo Fidel para los cubanos, el
sentimiento de resistencia por seguir siendo soberanos e independientes, no
poca cosa para un país que ha decidido serlo a tan solo 145 km del Imperio más
poderoso, que jamás hemos conocido. Unos minutos después de publicado en este
blog el post mencionado, accedí a los portales de noticias y se me enfrío la
sangre al constatar que Maradona había fallecido hacia media hora atrás,
rápidamente me vino a la memoria la coincidencia del día de la muerte entre
Fidel y Maradona, que tanto se querían mutuamente.
Este ultimo hecho “insólito” de coincidencia,
me hizo meditar rápidamente, en otras “sincronías” históricas que hermanan a Cuba
con la Argentina y que de alguna manera también han tocado la puerta de mi vida
personal, haciendo de esos “hechos imperceptibles” en su momento, una flecha de
tiempo hacia el lugar que hoy ocupo.
Cuando era pequeño y hasta que regrese de la
exURSS en 1988, la fiestas de mi familia gitana eran un gran acontecimiento en
aquel “Edificio de los Gitanos” en Lawton, hasta tal punto todos participábamos
y la pasábamos tan bien, que muchas veces no acompañaba a mis amigos del barrio
por no perderme las juntadas gitanas con mis primos y mis tíos. Mi tío Pepe,
Pepe el Gitano para los demás, fue siempre un admirador de Carlos Gardel, en
sus años mozos, uso bufanda blanca, sobrero de medio lado a lo Gardel, y con su
preciosa voz hacía gala de un tango arrabalero bien cantao. Ese hecho hizo que
aquellas fiestas bulliciosas, terminaran con todos alrededor de la mesa
cantando y llorando a la vez un “…Volver
con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien”. Mi tío
Pepe muere en 1993, entonces en pleno periodo especial me era difícil pensar
que alguna vez yo podría estar en la tumba de Gardel en el cementerio la Chacarita
rindiéndole el homenaje que le hubiera gustado hacer a mi tío, sin embargo en
1997 conocí a Elisa Balsechi, argentina, me casaría con ella y en 1999 viaje a
Buenos Aires (antes de instalarme definitivamente en Octubre del 2000) porque
había sido contratado en el INTI y en el Centro Atómico de Bariloche para
arreglar unos equipos criogénicos, con lo cual tuve la oportunidad de ir a la
última morada de Gardel y colocarle un cigarrillo encendido entre los dedos en
su estatua como es la costumbre en su tumba. La foto de aquel homenaje en
nombre de mi tío, la coloco mi tía Piro en su mesita de noche como testamento
de que alguien de la familia cumplió con su anhelo.
Recordé ayer otras de esas rarezas en mi vida
personal que me marcaban un “destino”. Quien me bautizo en una ceremonia
“secreta” y que hube de relatar en este blog en el post “FUI BAUTIZADO”, fue mi
tío-abuelo Kaliá, que por “esas casualidades de la vida” había nacido en la Provincia
de Córdoba, Argentina, cuando mis Bisabuelos Búrtia y Tecla andaban con su
bártulos por el Sur del Continente. Cuando termine mi escuela primaria en la
“Rodolfo Fernández Baquero” a cuatro cuadras de donde vivía en mi Armas 495, en
Lawton, quería yo cursar mis estudios secundario en la “Félix Varela” que se
encontraba a simple tres cuadra y medias de mi casa, y que además seria el
lugar donde mis amigos del barrio, el Felo, el Ivan, y Vladimir irían a parar,
sin embargo por alguna extraña disposición a esa secundaria iban los que habían
estudiado en el primario “Julio Hidalgo”, que quedaba cerca de la Loma del
Burro, a mi me correspondía el Secundario “Domingo Faustino Sarmiento”, que no
solo recordaba al político, escritor, docente y presidente de la Argentina
entre 1868 y 1874, sino que para hacérmela un poco complicado, quedaba a 10
cuadras en subida de mi morada.
Cuando me instale en Octubre del 2000 en la
Argentina, además de ser desempleado por cuatro meses (primera vez en 12 años de
trabajos en Cuba), trabaje en una fábrica de Ventiladores y Extractores llamada
VALAIRE, luego ingrese al Centro Atómico Constituyentes, sin embargo como
corría el año 2001, un año para el olvido y no, era necesario emprender algunas
ideas por fuera de la institución con el objetivo de ganar un poco mas de
sustento, además de las inquietudes “empresariales” que uno se había propuesto,
así que hacia finales del 2002, y dado los vínculos humanos que se dieron en
ese momento, “Casualidad de por medio”, habíamos desarrollado junto a otros
colegas, un dispositivo electrónico inalámbrico que pretendía sustituir al
banderillero humano que se utiliza en las carreras de autos de competición, que
como todos sabemos es el segundo deporte más popular y que genera verdaderas
pasiones en la Argentina después de el indiscutido Fútbol, así que de repente y
de la nada me vi en el Mundo de las Carreras de Auto, con su corrupción y sus
pasiones alocadas que era nuevo para mí, inclusive logramos que el nombre del
equipo, que se llama sistema LISSO, el nombre de mi madre en gitano, se
convirtiera en marca registrada, aun después de 18 años de aquel momento, por todos
los pilotos de autos de carrera en la Argentina. Nada, cosas que tiene la
vida, que yo haya incursionado en un campo donde Juan Manuel Fangio, ese quíntuple
campeón argentino de fórmula uno, ídolo de este pueblo argentino que de alguna
manera estuvo relacionado con la previa de la Revolución Cubana encabezada por Fidel,
cuando en su visita a La Habana en el Gran Premio de Cuba en 1958, en la noche
del 23 de Febrero el joven Manuel Uziel perteneciente al movimiento 26 de Julio
se le acercara a Fagio con una pistola en el hall del hotel Lincoln, para decirle amablemente
dentro de aquella situación, “Disculpe Juan, me va a tener que acompañar”, con
lo cual Fangio fue secuestrado por escasas 23 horas con la idea de que el Mundo
supiera que allí en Cuba se estaba gestando una Revolución contra el Dictador
Batista.
Ya sabemos lo que es el Che Guevara para Cuba
y para el Mundo, sin embargo todo se gesto en aquella histórica reunión en México
en Julio de 1955 entre Fidel y el Che, donde este último es presentado por Raúl
que había partido antes a México desde Cuba después de la salida del Presidio “Modelo”
de la Isla de Pino (entonces) por causa del Asalto simultaneo a los Cuarteles Militares
Moncada y Céspedes de la Tiranía Batistiana. El Che se convirtió en el primer
Comandante de la Sierra Maestra que Fidel designo y todos conocemos de sus
proezas en la invasión hacia occidente de la guerrilla junto a Camilo Cienfuegos.
Cuando triunfo la Revolución Cubana, este cubano-argentino o viceversa, aunque
me gustaría decir mejor este terrícola, jugó un papel fundamental en el
desarrollo de las transformaciones revolucionarias de la primera década que se
dieron en Cuba, fue director del Departamento de Industrialización del Instituto
Nacional de Reforma Agraria (INRA), Ministro de Industria, Presidente del Banco
Nacional de Cuba.
Siendo Ministro de Industria es que mi tío
Pepe el gitano, lo conoce, y entablan una cordial “amistad de trabajo”, hasta
tal punto que para que Pepe el gitano hiciera mejor su labor de asesor técnico,
le posibilita comprar, en aquella época, un Peugeot 403, que todavía se
conserva en Lawton, y que fue mi carro de casamiento cuando contraje nupcias
con la argentina Elisa Balsechi en Noviembre de 1999 en el Bufete Colectivo del
Mónaco en la Víbora.
Ayer fue un día de recuerdos y de hermandad,
la muerte de Maradona fue un disparador tremendo a mi vida reciente y pasada.
Me vi sin mucho problema en la sala de mi casa en Armas 495 mirando las
olimpiadas de 1976 en Montreal, con apenas 12 años de edad, admirando a una
niña de apenas dos años mayor que yo, Nadia Comaneci, que el 18 de Julio de
1976, en plena olimpiada, paralizaba a una multitud en el Mundo entero, cuando
la pizarra luego de sus piruetas marcaban un 1.00 y que los jueces rectificaban
que habían querido otorgar el primer 10 a la performance de una gimnasta y que
la tecnología digital de entonces no se lo había permitido. Yo era un “comelón
compulsivo” de todo juego y evento deportivo que se trasmitía entonces, que por
cierto cabe destacar que la televisión cubana hacia ingentes esfuerzos porque
todo aquello que brillara en el mundo de los deportes llegara a todos los
televisores del país. Esa costumbre me persigue ahora que tengo 57 años
cumplidos. Así que cuando llego el momento de la Copa Mundial de Fútbol de 1982
en España, yo no iba ser menos. Esta Copa se celebró entre el 13 de Junio y el 11
de Julio de 1982, fue una época especial para mí, pues habíamos terminado la “preparatoria”
de un año, antes de partir para la URSS a llevar a cabo nuestra carrera en el
Instituto Energético de Moscú, aquella escuela preparatoria había sido dura
pues nos habíamos enfrentado a las asignaturas de Física, Matemática, y Química
en idioma ruso, nos pasamos un año hablando durante 8 horas más o menos solo en
ruso, y ahora llegarían las vacaciones para luego partir el 10 de Agosto de
1982 a Moscú. Allí en esa Copa del Mundo me deleite de un Maradona que apenas tenía
21 años, por entonces yo contaba con unos 18 años y me maravillaba que un “igual”
tuviera aquella mágica habilidad. En la apertura, 13 de Junio a la noche en el
Camp Nou de Barcelona, Argentina frente a Bélgica hizo gala de su buen fútbol,
pero la magia del “Pibe de Oro” no fue suficiente y se perdió 1 a 0. En aquel mítico
Grupo C, en la primera fase luego Argentina se desquito con Hungría y con El
Salvador, quedando segunda en su grupo, en la segunda fase le toco el Grupo de
la muerte con Italia y Brasil y los dos partidos los perdió, regresando a casa
el 2 de julio de 1982 con el sueño roto.
Para la Copa del Mundo de 1986 en México,
estaba yo terminando los exámenes de mi cuarto año de la carrera, esta se
celebro entre el 31 de mayo y el 29 de Junio de 1986, tengo que ser sincero y
decir que no recuerdo haber disfrutado mucho de aquel Mundial, ahora haciendo
memoria, es posible que estábamos en exámenes o algo parecido. No dudo que vi algún
que otro partido, pero la emoción de los goles de Maradona a los ingleses y la
final con Alemania me sabe más a una sensación disfrutada tiempo después.
Ya sabemos que Maradona fue único, ese
Mundial del 86 lo consagró, luego vendría el Mundial de 1990, el subcampeonato,
el de 1994, donde le cortaron las
piernas por celebrarse en el Imperio.
Ayer murió Maradona, su muerte verdaderamente
ocurrió hace 23 años atrás, cuando jugó su último partido con la camiseta de
Boca Junior frente a River Plate (por cierto Club de cual soy hincha en la
Argentina) el 25 de Octubre de 1997. En aquel encuentro donde Maradona regia
como capitán, salió después del primer tiempo para darle paso a un juvenil, que
luego sería la gloria del club Xeneize, Juan Román Riquelme, en aquel partido, el
equipo de Maradona gano 2 a 1, y dejaría una de sus tantas frases para la
historia: “Boca jugó a lo Boca y River jugó a lo River. Ellos hicieron un gran
primer tiempo pero en el segundo se les cayó la bombacha". El día de su cumple, tres días después
de aquel partido, el 30 de Octubre de 1997, a los 37 años de edad Maradona se
retiraba, es decir moría.
Luego vino su descalabro como ser humano, allí
estuvo Fidel y Cuba para acompañarlo y mimarlo a que se compusiera, no se logro
a la larga, y su muerte coincidiendo con la de Fidel un 25 de Noviembre, me
hizo pensar en todo esto que he escrito, tal vez encontrándole yo un sentido y
un destino a mi vida que nunca antes mi gitana familia me pudo anticipar.
He encontrado un blues que le hiciera Charly
a Maradona, un grande homenajeando a otro, me sentí identificado con esta melodía
y letra.
Yo ya no existo sin
pasado,
entre la oscuridad y la luz.
Yo se que existo en otro lado,
yo ya perdí el autobús,
como en el Maradona
blues.
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