En agosto de 2012, cuatro años antes de la muerte de Fidel Castro, se me ocurrió este cuento corto que publique aquí, lo dejo ahora de nuevo en este blog… nunca la realidad es como uno la imagina, pero crea alertas.
DECISIONES IMPERCEPTIBLES
Lo vio venir por el espejo exterior del auto
a pesar de la noche, abrió su puerta y se dirigió hacia la trasera del lado del
acompañante.
- Buen
día Esperanza – con una sonrisa a medias aquel hombre alto de cierta
corpulencia y pelo bien corto, saludo entrando al auto.
- Buen
día Diputado Orlando- le contesto una mujer rubia de ojos azules acomodándose
la pistola Makarov que llevaba escondida en el trajecito y pantalón negro que
usaba como vestido.
- Hoy
es un día importante Esperanza, le afirmo con voz de discurso, tomando el
periódico Granma que en su página principal tenia la foto de una mujer, la
actual presidenta de los Estados Unidos, y unas letras grandes en azul y rojo
que decían “WELCOME, BIENVENIDA PRESIDENTA”.
- Así
es, lo espera el Consejo en Palacio, - le contesto ella mirándolo fijamente por
el espejo retrovisor.
Se abrió la compuerta del Garaje y dos autos
negros mas lo esperaban para custodiarlo. Frente a la casa del barrio de Lawton
donde salía el auto, había una pancarta gigante con un hombre de traje
saludando con la mano derecha arriba donde se podía leer: “El Diputado Orlando
es del pueblo”.
- Esperanza
pasaremos a rendirle homenaje, por EL es que llegamos aquí.
- Bueno,
Diputado Orlando, como usted quiera.
El auto tomo la Avenida Porvenir a toda
velocidad, el Diputado Orlando dejo a un lado el diario y recostó su cabeza
sobre la ventanilla del vidrio calobar, miraba lejos y cerca a la vez, su
pensamiento, ahora mientras se adentraban en la Avenida de los Framboyanes de
10 de Octubre se conectaba con un túnel del tiempo, ¿Cómo había llegado allí?,
¿fue premeditado o pequeñas imperceptibles decisiones lo llevaron a ser el
Presidente de los cubanos?, ¿Dónde había estado la gran decisión de la vida?,
muchas veces lo atormentaban aquellas preguntas, y ¿y si no hubiera levantado
la mano por el impulso del deber en aquella reunión donde nadie quería ir a
sembrar plátano microjet?, y ¿y si EL en sus últimos momentos no lo hubiera
recomendado para el Consejo de Estado?, no sabía bien, si la vida esta
predeterminada por un Dios todopoderoso, por el libre albedrío o por la
consecuencia de pequeñas, apenas consciente, mínimas decisiones, ¿y si echara
todo atrás y no hubiera conocido aquella bella jamaiquina en lo de Esteban?, es
increíble que él, negro de piel, fuera finalmente el primer Presidente de la
Revolución Cubana que reivindicaría las libertades de expresión y de huelga tan
cacareados en el “Mundo Libre”, desde entonces, Cuba ya no fue lo que era, a
cada rato pequeños grupos de personas que a veces no llegaban a diez podían
paralizar La Rampa y todo se convertía en un caos, con las guaguas que tenían
que cambiar de rumbo y la gente llegando tarde a los trabajos, muchos lo
maldecían por aquello, otros lo respetaban por su decisión, “mis derechos
terminan donde empiezan los tuyos”, era una frase que se había puesto de moda,
para solicitar racionalidad en las protestas callejeras, pero el Diputado
Orlando se preguntaba mientras dormitaba en el auto camino a
Palacio, ¿Cómo era que había llegado a convencer al Consejo de que aquella
medida era necesaria?, ¿era lo que le había dicho su mujer en perfecto ingles
en la mañana de aquel Consejo donde se aprobó 14 a 13 su propuesta?, no lo
sabía a ciencia cierta, no se imaginaba el Diputado Orlando que hubiera dicho
EL si lo hubiera escuchado dando sus argumentos, es verdad que la gente no
aguantaba más, pero el Diputado Orlando no tenía el carisma de EL.
- Disculpe
Diputado Orlando, - Esperanza lo saco de su meditación, - me han informado que
cerca del Zoológico, hay manifestantes quemando banderas de los Estados Unidos
y con pancartas suyas pidiéndole su renuncia.
- Bueno,
busquemos otra vía, de la orden a los otros autos,- su respuesta era apenas
audible, quería seguir en sus pensamientos.
¿Cuándo el terremoto de Haití fui sin
pensarlo o consciente de que mi especialidad de pediatría ayudaría a aquellos
niños que deambulaban por las calles?, realmente ahora que lo pienso no sé cómo
se dio todo, ¿Por qué fue que decidí presentarme en aquella reunión del
Hospital Calixto García?, creo que me ayudo como humano todo aquello, además
conocí a Grace, con mi ingles de entonces, no sé cómo me entendió, ella reía
mucho por aquella época y no estaba tan preocupada como ahora con que me pase
algo, con tanto descontento que hay por las últimas leyes que hemos
promulgado. Fue difícil que me dejaran visitarla en Kingston, pero les
demostré que no me quedaría, es más, el país gano otro médico, porque
finalmente después de vivir dos años en Jamaica con ella en misión, los dos
volvimos a Cuba y ahí empezó todo.
Varios golpes en el techo lo despertaron,
Esperanza freno bruscamente y de los autos negros se escucharon ráfagas de
tiros al aire.
- ¿Qué
paso Esperanza?
- Un
grupo de caderitas han lanzado piedras contra el auto, pero han corrido cuando
escucharon los disparos.
- Dígale
por favor a Benítez y a los otros que continuemos y que no pierdan la calma.
En la Asamblea de la circunscripción 36 ¿No
fue Ambrosio, “el comunista soviético” del barrio el que me propuso?, nunca le
pregunte porque lo hizo, ya nadie le hacía caso cuando hablaba, yo no sabía
dónde meterme aquella vez, me sentía incomodo, pero acepte, allí nació lo del
“Diputado Orlando”, ¿y después?, durante casi 8 años en el Parlamento Cubano no
dije mucho, bueno participaba en las comisiones por la restructuración del
Estado, EL supo de mi y entonces lo conocí personalmente, ¿Qué decir de aquel encuentro?,
fue increíble, EL tenia una fe enorme en la juventud, aunque ya yo peinaba mis
años, ya EL por entonces publicaba poco pero cuando lo hacía iluminaba los
cielos.
Yo no creí que alguna vez estaría entre los
27, pero llevaba su aval, fue una época mala cuando EL murió, el consejo tenía
una gran responsabilidad, se habían tomado muchas medidas económicas
importantes pero el país no avanzaba como se quería y la gente ya nos había
dado mucho tiempo, fue por ese entonces que comencé a pensar en que se
necesitaban cosas más audaces, el bloqueo norteamericano, llevaba
tiempo más que suficiente, había que hacer algo. Cuando el hermano de EL
cumplió sus 10 años de mandato prometido yo era la persona indicada para tomar
la Presidencia del Consejo, era negro, medico y hablaba muy bien ya el ingles,
además que había contado en su momento con la confianza de EL.
Pequeñas decisiones o grandes, no sé, empecé
a tomar desde el Consejo, teníamos que romper el bloqueo, pero ¿Cómo?.
- Diputado
Orlando, - interrumpió de nuevo Esperanza todas sus reflexiones, - disculpe
pero tengo algo que preguntarle, - Esperanza estaba algo tensa y nerviosa, su
voz era algo inquisidora
- ¿Cree
usted realmente que privatizar las Empresas Nacionales de Electricidad y de
Teléfono a las trasnacionales americanas es una buena solución para el país?
El Diputado Orlando no esperaba una pregunta
así de Esperanza, y máxime en ese tono a tan pocas horas de recibir a Ms.
Oldwrite en el antiguo Palacio Presidencial.
- Lo
importante no es lo que piense yo Esperanza, hay un Consejo de Estado y luego
un Parlamento que ha votado por unanimidad la Ley de Privatización de esas dos
empresas.
- Pero ¿y lo que piensa el pueblo?, usted que como se dice siempre por televisión “El Diputado Orlando es del pueblo”, ¿no lo tiene en cuenta?
- Bueno,
en las Asambleas de los Centros de trabajo, la gente lo que quiere es que se
acabe el bloqueo de una vez, y esta Ley entre las otras medidas de libertad
individual que hemos promulgado por consenso, es lo que ha facilitado para que
hoy Ms. Oldwrite este acá, algo esta cambiando y pronto se derogara la Ley
Helms-Burton.
Esperanza freno de golpe por tercera vez,
cuando observo que el auto de Benítez giraba en U en el centro de la Plaza de
la Revolución,…, era la señal,… saco su Makarov con la mano derecha al mismo
tiempo que se daba la vuelta, coloco la palma de la mano izquierda debajo de la
culata de la pistola, sin mediar palabras disparo en la frente del Diputado
Orlando, el cristal trasero se rompía y la sangre dispersada creaba una mezcla
calidoscópica de vidrios rojos y verdes.
Esperanza lo había hecho, así era como se
rendía homenaje, con sangre fría salió del auto, levanto el puño izquierdo
apuntando a las dos estatuas blancas que ahora presidian la plaza, la de EL y
la del Apóstol, corrió entonces dejando la puerta abierta del auto para abrazar
a sus compañeros.
FIN
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