Me gusta revisar para atrás noticias de la prensa hegemónica de este país, que siempre ha estado al lado de los poderes concentrados. Se descubre, sin mucho análisis por cierto, la mentira a la que habíamos sido sometidos, pero además la trama de cómo un país va cayendo en las redes de la quiebra, que si fuera solo dinero de unos cuantos ricos, no estaría mal, pero con ello un pueblo entero va cayendo en la miseria más profunda hasta alcanzar ahora mismo un 50% de la población por debajo de la línea de pobreza.
A continuación un artículo publicado en los primeros días de la crisis que se desencadeno en el 2018 con el Gobierno de Macri y más abajo un artículo aparecido hace poco que cuenta como ese fondo de “inversiones financieras” (léase timba argentina) se retiro finalmente del pais. Entre líneas, poniéndonos un poco mas observadores, uno se da cuenta porque aun cuando decidieron irse, en estos tres años han ejercido una presión mayúscula a la brutal devaluación del peso argentino y por consiguiente a la inflación descomunal que se observa, ya que desde 2020 fueron desasiéndose de los bonos argentinos en pesos y por supuesto comprando dólares en cantidades industriales en la plaza de cambio.
Lo increíble es que estos fondos apostaron políticamente a mantener a un Macri incluso a sabiendas que todo se venia abajo, penalmente deberían ser juzgados por los aportantes a este fondo por hacerles perder plata no por "mala praxis financiera", sino por apoyar políticamente a una economía que no aguantaba semejante flujo de capitales.
Otros fondos con las mismas características que apostaron políticamente a Macri tuvieron mas suertes, como es el caso de JP Morgan Bank, pero esto se debió a que "el gran" Luis Caputo, amigo del presidente y Ministro de Finanzas los alertos, por las relaciones laborales que había tenido anteriormente con ellos. A no olvidar que desde el 5 de Marzo al 4 de Mayo de 2018, tan solo en dos meses, el Banco Central en la Argentina, tuvo que desembolsar de sus reservas para "parar" la corrida cambiaria la "frijolera cifra" de 7.725,2 millones de dólares, que representaban en ese momento el 14% de las reserva declaradas del Central (55 000 millones de dólares). El 25 de Abril de 2018 el Banco Central vendió ese solo día 1472 millones de dólares a un solo comprador, al JP Morgan Bank, a un precio de cambio que en ese momento era de 20,20 pesos por un dólar, ya en ese momento las tasas de las LEBAC estaban en un 38% (fíjense bien 38% anual, 3,166% mensual) y aun así el JP Morgan Bank, "sabia" que era hora de irse, el Gobierno de Macri y su amigo Luis Caputo se los facilito
Franklin
Templeton: qué es y cómo ve al país el fondo de inversión que ayudó a superar
el super martes de lebacs
(17 de Mayo de 2018 en INFOBAE)
Hasenstab es conocido por tomar posiciones en países que no se encuentran
en el mejor momento, por los retornos potenciales cuando rebotan.
Captando más del 70% de los Bonos del Tesoro (Botes) emitidos por el
Gobierno en el medio del supermartes económico, Franklin Templeton,
uno de los fondos de inversión más importantes del mundo, le dio un voto de
confianza al Gobierno en un momento de necesidad.
Este tipo de inversiones en Argentina para Templeton en Argentina
no son nuevas. Ya había desembarcado en febrero, cuando en una
asociación con la casa local SBS lanzaron tres fondos en el país: uno
de deuda argentina en moneda local, otro de deuda en dólares y otro de deuda
latinoamericana.
Fue el primer fondo internacional que concreta su llegada para operar
en el país desde la salida del default. Y no es un jugador menor: administra
en total activos por USD 770.000 millones.
El martes intervino a través de su Fondo Global de Bonos, manejado por
su director de inversiones de Templeton Global Macro, Michael Hasenstab.
Se compraron el equivalente a USD 2.250 millones en Botes emitidos
por el Ministerio de Finanzas el supermartes, de acuerdo al Financial
Times.
Esa inversión fue clave para permitirle al Central cerrar la rueda con
éxito, renovando la totalidad del vencimiento de $617.000 millones en Lebacs y
planchar el dólar luego de semanas de intensa presión cambiaria.
Hasenstab tiene una reputación de hacer grandes apuestas en países con
problemas económicos y financieros, como Hungría
después de la crisis financiera, Irlanda durante las profundidades de la crisis
de la eurozona y Ucrania en plena revolución. Por lo cual su inversión en
Argentina es un voto de confianza a tomar en cuenta, pero no es palabra santa.
En una declaración por fuera de la institución de Templeton, Hasenstab
afirmó: "El actual gobierno sigue demostrando una increíble
determinación y habilidad para devolverle la vida a una economía que casi se
había desplomado". Y agregó: "Durante los últimos meses sí se
cometieron algunos errores de política, como es habitual en cualquier
esfuerzo reformista del tamaño que tiene el que se está haciendo actualmente.
Lo importante es que los errores se reconocieron y revirtieron; y nosotros
seguimos confiando en que se están aplicando las políticas correctas para
mejorar la economía, el bienestar de los argentinos y los mercados".
La inversión, y confianza implícita que la misma significa, de fondos como Templeton son factores importantes para el Gobierno, que se encuentra en el corto plazo abocado al otorgamiento de una línea de crédito "stand by" por parte del Fondo Monetario Internacional.
Uno de los fondos de inversión más
grandes del mundo abandona la Argentina tras perder millones
(14 de Noviembre de
2022 en INFOBAE)
Templeton llegó a invertir USD 5.000 millones
en deuda soberana en pesos durante los primeros años de la presidencia de
Mauricio Macri. La crisis de 2018 hizo que su apuesta fallara
Seis años después de hacer una apuesta
multimillonaria por el resurgimiento de Argentina, Michael Hasenstab,
de Franklin Templeton, parece dispuesto a abandonar finalmente la
inversión que lo hizo perder dinero, concluyendo un capítulo doloroso para el
otrora célebre gestor de fondos conocido por sus apuestas en mercados
emergentes.
La empresa vendió más de $25.000 milloness
(USD 156 millones) en bonos locales en el tercer trimestre, según datos del
mercado. Desde entonces, siguió liquidando deuda argentina, según personas con
conocimiento directo del asunto que no quisieron dar detalles sobre el volumen
de las ventas. Participantes en el mercado afirman que el aumento del volumen
de operaciones del mes pasado, especialmente en bonos ligados a la inflación en
manos de Franklin Templeton, indica un importante retiro.
El éxodo pone fin a seis años
de pérdidas brutales, estimadas en miles de millones de dólares, y
marca la salida de uno de los apoyos financieros más importantes de Argentina
en la última media década, un período en el que la nación se enfrentó a un
default de US$65.000 millones y a un giro fallido hacia reformas favorables al
mercado. En total, la participación de Franklin Templeton, que llegó a superar
los US$5.000 millones, se ha reducido a unos US$250 millones, sin incluir las
ventas realizadas en octubre o noviembre, según datos recopilados por
Bloomberg.
“La apuesta fue horrible y, por un lado, se
puede culpar a Franklin Templeton por haberla hecho porque apuestas similares
en Argentina siempre han terminado mal” (Ferro)
“La apuesta fue horrible y, por un lado, se
puede culpar a Franklin Templeton por haberla hecho porque apuestas similares
en Argentina siempre han terminado mal”, dijo Diego Ferro, fundador
de M2M Capital en Nueva York. “Al mismo tiempo, la gente en el Gobierno decía
todo lo correcto, eran creíbles en ese momento, e hicieron muchas promesas”, y
agregó que “por supuesto, todo se ve mejor en retrospectiva”.
Hasenstab no respondió a numerosas
solicitudes de comentarios, mientras que Stacey Coleman, portavoz
de Franklin Templeton, con sede en San Mateo, California, declinó comentar las
inversiones de la empresa en Argentina o su estrategia de inversión en general.
Hasenstab saltó a la fama hace más de una
década tras realizar enormes apuestas exitosas en países con
problemas, como Irlanda y Hungría, que generaron miles de millones en retornos
para los inversores.
Templeton hizo grandes apuestas en Irlanda y
Hungría, en medio de sus respectivas crisis. Intentó lo mismo en Argentina, sin
éxito (Grosby)
Pero esa misma estrategia resultó desastrosa
en Argentina.
Invirtió grandes cantidades en bonos del país
al comienzo de la llegada al poder del expresidente Mauricio Macri,
apostando que el país estaba preparado para liderar un repunte entre las
naciones en desarrollo bajo su proyecto favorable al mercado.
Hasenstab en un comienzo fue tan
optimista sobre la recuperación de Argentina que a mediados de 2016 el gestor
de fondos decidió comprar unos USD 5.000 millones en bonos en pesos a tasa
fija, convencido de que la inflación se reduciría rápidamente a la
mitad, según una persona familiarizada con el asunto. La apuesta era tan grande
que las autoridades argentinas al principio no creyeron que los enviados de Hasenstab
estuvieran hablando en serio sobre la compra, dijo la persona, que pidió no ser
identificada por tratarse de conversaciones privadas.
“Estamos viendo un mercado local más
saturado. Hay pocos inflows a bonos en pesos” (Gialdi)
Cuando Franklin Templeton compró los
bonos a fines de 2016, pagó cerca de su valor nominal. En los últimos meses, a
medida que seguía vendiendo lo que queda de su inversión, algunos cotizaron por
debajo de los 30 centavos, según datos de Bloomberg, mientras que el peso se ha
debilitado más del 90% en ese lapso.
Apuesta perdedora
La apuesta de Hasenstab dio un giro a
principios de 2018, cuando la persistente inflación, la sequía y la guerra
comercial global dañaron la confianza de los inversores, provocando meses de
volatilidad cambiaria y caídas del mercado que obligaron a Macri a recurrir al
Fondo Monetario Internacional para negociar un rescate récord de USD 56.000
millones.
En octubre de ese año, Hasenstab decidió
viajar personalmente a Argentina, indignado porque el país había llegado a un
acuerdo con el FMI, que creía que había sido el principal responsable de llevar
a Ucrania —otra de sus agrandes apuestas— a una crisis de deuda años
antes, señaló la persona.
Al año siguiente, la impactante derrota de
Macri en las primarias provocó una fuerte venta masiva que en un solo
día borró casi USD 2.000 millones de la inversión de Franklin Templeton.
Días más tarde, el presidente suspendió el pago de la deuda local de
la nación y restableció los controles de cambio. Esto, junto con la decisión
del país de reestructurar sus bonos internacionales, afectó a la
empresa y a otros grandes acreedores, incluso cuando el Gobierno
ofreció recomprar y canjear bonos locales para ayudar a
mitigar el impacto.
Las dudas sobre la herencia económica que
recibirá quien gobierne desde 2023 mantienen cautelosos a los inversors
(Reuters)
Hasenstab fue reduciendo su posición en
Argentina desde 2020, según los registros, alrededor de la misma época en que
Argentina salía de su noveno default. Desde entonces, el Gobierno del
presidente Alberto Fernández aplicó políticas económicas de
parche para intentar reducir la inflación y sacar la economía de su
estancamiento provocado por la pandemia.
Estos esfuerzos han sido en vano, ya que
la inflación está cerca de llegar a los tres
dígitos, las reservas internacionales del país se encuentran cerca de su nivel
más bajo de los últimos seis años y los draconianos controles de capital siguen
limitando la inversión internacional.
‘Ballena’ argentina
Hasenstab era un actor tan importante que la
salida de la empresa podría complicar la capacidad de Argentina para
refinanciar los grandes vencimientos de deuda programados para el próximo año,
comprimiendo el pequeño mercado local del país.
“Aunque muchos esperan un cambio de régimen
en las elecciones del próximo año, no está claro cuántos dólares quedarán en el
banco central cuando un nuevo Gobierno asuma el poder, lo que plantea nuevas
preocupaciones sobre la capacidad de Argentina para pagar sus deudas” (Lou)
“Estamos viendo un mercado local más
saturado. Hay pocos inflows a bonos en pesos”, dijo Carolina
Gialdi, jefa de ventas y operaciones en mercados internacionales de Max
Capital en Buenos Aires.
Incluso cuando se espera que los argentinos
vuelvan a un régimen más favorable al mercado cuando vayan a las urnas en menos
de un año, Franklin Templeton ha dado pocas señales de estar dispuesto a dar al
país una segunda oportunidad.
El mes pasado, Fitch Ratings rebajó
la calificación crediticia de la nación un escalón, hasta “CCC-”,
aduciendo la menor capacidad de pago de deuda del país.
“El país nuevamente se encuentra en una
situación de estancamiento del crecimiento y alta inflación”, dijo Jared
Lou, gestor de carteras de deuda de mercados emergentes de William Blair
Investment Management. “Aunque muchos esperan un cambio de régimen en las
elecciones del próximo año, no está claro cuántos dólares quedarán en el banco
central cuando un nuevo Gobierno asuma el poder, lo que plantea nuevas
preocupaciones sobre la capacidad de Argentina para pagar sus deudas”.
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