LA LEY
Finalmente gano Milei y lo hizo con 14,5 millones mientras su contrincante, Massa, adquirió 11,5 millones de los votantes, visto así, ha sido arrollador la manera en que “los libertarios” se impusieron, en términos porcentuales, hubo 11% de diferencia. Para que se tenga una idea, Macri le gano a Scioli (representante del peronismo entonces) por solo 670 000 votos.
Analizando en detalle los resultados del
balotaje del pasado 19 de Noviembre y el proceso de campaña acaecido desde la
primera elección el 13 de Agosto hasta el desenlace final en el balotaje,
podemos apreciar que Milei desde las primeras elecciones PASO (donde se
determinan los candidatos de cada partido que se presenta a competir) del 13 de
Agosto hasta el 22 de Octubre mantuvo su 30% del electorado y no aumento para
nada el mismo, sin embargo el rápido “apoyo” de Macri y Bullrich, los
perdedores de la contienda electoral del 22 de Octubre con un 24% de los votos,
hizo posible sin lugar a dudas el triunfo final de Milei en el balotaje. La
anterior aseveración es válida por supuesto pero no recoge la complejidad de lo
que acaba de pasar en la Argentina, y mucho menos de la conformación del gobierno que se viene.
Después de la Pandemia (hecho trascendental
si los ha habido a nivel Mundial) Argentina no levanto cabeza, todos los índices
macroeconómico y fundamentalmente sociales empeoraron con el tiempo, solo se
salvo el desempleo, que tuvo una aplastante mejoría hasta llegar a 6.2%, aunque
con una inflación galopante, por segunda vez en la historia argentina, una
buena parte de los trabajadores aun rompiéndose el lomo, eran pobres. Y sin
esto anterior, que se escribe rápido (y furioso) pero que lleva miles de
historias de sufrimientos humanos, no se puede explicar porque gano un tipo
como Milei.
Desde Octubre del 2000 que ingrese a este país,
he visto de todo, inclusive fui participante activo de las protestas en la
noche del 19 y madrugada del 20 de Diciembre del 2001, aun sin entender del
todo (tampoco ahora lo entiendo mucho, aunque algunas pistas he captado) el
panorama político de esta nación que adopte como mía. Hay una constante, “una
ley” que se ha estado cumpliendo desde aquel “bendito”, “QUE SE VAYAN TODOS”
del 2001, el argentino promedio decidió dar el voto o quitarlo en función si
las cosas le iban bien económicamente o no. Veamos la historia reciente vivida
por mí que podría confirmar a mi parecer lo que he llamado “La Ley”.
Con el helicóptero saliendo espantado de la
Casa Rosada en el 2001, el pueblo argentino estuvo a los tumbos con cinco
presidentes de correcorre, hasta que Duhalde, que de alguna manera precipito la
salida De la Rúa en las tinieblas, encauso institucionalmente el país y ordeno
con Lavagna al frente del Ministerio de Economía, la paupérrima situación de la
gente, no sin antes hacer la “gran estafa del siglo 21”, “el que deposito dólares
recibirá dólares, el que deposito pesos recibirá pesos”, sin embargo cumplió con
algo prometido en el 2003 llamaría a elecciones, y así fue. En aquel 2003, el
pueblo argentino no creía en nadie literalmente y esto se vio reflejado en la dispersión
de los votos con varios candidatos entre el 14 y el 24.5% de los votos,
finalmente quedaron en carrera para un balotaje, un Menem y un desconocido
sureño llamado Nestor Kirchner que impulsaba Duhalde. Menem sabiendo que iba a
perder por paliza frente a Néstor no se presento al balotaje, y a sabiendas de
ello “dejo” que asumiera Néstor, con un 22.25% que había sacado en las
generales, que como se dice acá, enfrentaría una presidencia con poca validación
de votos. Pero lo importante a destacar es que según “La Ley” que les enuncie
arriba, el argentino promedio ya había conocido las desgracias que Menem había causado
y que explotaron con la ineficiencia del Gobierno De la Rúa, que vino a dar
continuidad, por tanto votaría, a aquel candidato que impulsaba Duhalde que con
Lavagna habían encarrilado la economía.
El Gobierno de Néstor fue sin dudas
espectacular, y no lo pongo en mayúscula para no ser exagerado, ahí están los números
macros y micros, que nadie puede negar. La idea siempre fue según dicen las
malas lenguas y la mía que la repite, que Néstor y Cristina se turnaran en las futuras
elecciones, hasta alcanzar el “Olimpo” (todos los políticos tienen un ego
grande y acá en la Argentina todos quieren ser como San Martin, por eso las
tantas veces “refundada nación”, y sobre todo que sea yo, yo, yo el que lo hizo).
La cosa es que después de cuatro buenos años económicos, el argentino promedio
voto por Cristina y punto. Cristina en el 2007 con un 45.28% aplastante, sacándole
más de 22 punto a Lilita Carrió gano en primera vuelta y comenzó su mandato,
que al poco tiempo enfrento grandes dificultades internacionales como la crisis
del 2008 en los países “centrales” y serias dificultades con el campo argentino
con la famosa ley 125. No obstante Cristina tuvo la pericia, junto a todo su
equipo de maniobrar aquellas tempestades que otros le hubieran costado un nuevo
helicóptero, pero lo real, real, es que la gente estaba bien económicamente, y
cuando llegaron las elecciones del 2011, el argentino promedio dio muestra de
su acompañamiento por lo bien que le iba, así que Cristina en aquella
inolvidables elecciones arraso como un tsunami, y con un 54.11% de los votos gano
en primera vuelta, téngase en cuenta que Cristina le saco 37.3% al segundo que
en aquella ocasión era Hermes Binner del Frente Amplio Progresista. Duhalde que
se sentía traicionado por los Kirchner se presento en aquellas elecciones y su
resultado fue un pobre 5.86% de los votos. Volvía a cumplirse la mencionada “Ley”,
que en otras palabras más lunfarda podría decirse “billetera mata galán”, el
argentino promedio vota según le vaya bien o no económicamente.
El segundo mandato de Cristina no fue tan
bueno como los 8 años anteriores de ella y su esposo, el sistema económico dio
muestras de agotamiento y eso se percibió en la calle sobre todo a partir de
enero del 2014 y la famosa devaluación de 6 a 8 pesos por dólar de Kicillof
(esos números parecen hoy juego de niños, aunque representaba un 33% de devaluación),
que entonces era su ministro “marxista” de economía. Hay otros datos macroeconómicos
que reafirman lo anterior, si bien la inflación se había mantenido por debajo
del 11% anual desde el 2003, el año 2014 fue del 38% y el 2015 fue del 26.9%,
aunque a decir verdad estos números también estaba retocados con un INDEC
intervenido por el gobierno, en definitiva la gente no es boba y el bolsillo
tiene su propio idioma. Hay que decir también que desde el 2003 hasta el 2013
la clase media argentina aumento de 9 millones de personas a 18 millones, algo
verdaderamente increíble, y determinados temas que perjudicaban a esa clase social
se hicieron presente en el 2010 con el cepo cambiario y las restricciones de dólares
para el turismo internacional, que con los años se fueron profundizando, así
que llegado el 2014 con una inflación que comenzaba a alterar los ingresos, el
descontento popular apareció en las urnas en el 2015 en el balotaje, además de
algunas pifias políticas cometidas por Cristina en la entrega de su reinado (no
podía por la constitución un tercer mandato). No obstante a lo anterior, Macri
que compitió con un ungido por Cristina en el último momento como Daniel
Scioli, no gano por mucho, su diferencia fue de apenas 670 000 votos, lo que
vuelve a confirmar “La Ley” arriba expresada, la gente sentía malestar económico
pero no era para tanto y así se vio reflejado en las urnas con la aparición de
la “Revolución de la Alegría” de Macri que como sabemos hoy con el periódico del lunes, aunque ya
personalmente lo había vaticinado, iba ser todo un fracaso.
Macri, apareció con su slogan de “Cambio”, la
gente los dos últimos años de Cristina comenzó a sentir algún deterioro económico,
quiso probar suerte con otra cosa, aunque a decir verdad, no le entrego un
cheque en blanco para que hiciera cualquier cosa, y sobre todo repitiera las
barbaridades que había hecho su mentor en los 90, Carlos Saúl Menem, así que
Macri se dedico a lo mejor que sabe hacer, que es no trabajar y jugar a la
timba, el país lo convirtió en un gran casino, quitando todas las restricciones
a que entraran capitales financieros, incluyendo los llamados “capitales
golondrinas”, era todo un gran negocio de la ruleta, se traían dólares, se vendían
al cambio del peso oficial, se colocaban en las llamadas LEBAC (hoy Leliqs) y
con tasas de interés en pesos que no había “ni en los centros espirituales”,
tipo 38% anual, las ganancias en pesos se convertían a dólares que vendía
libremente el Banco Central y se los llevaban del país. Para mas compresión de
cómo Macri convirtió a la Argentina en “Las Vegas del Sur” solo les comento un
dato, las llamadas Inversiones Extranjeras Directas que son las que importan
para el desarrollo de un país, porque implica invertir en empresas , en la producción
de algún bien a largo plazo, estuvieron en el orden de los 8 mil millones de dólares
anuales, por debajo de los 10 000 millones anuales de promedio en la época de
Cristina que tenia restricciones importante internacionales para acceder a créditos,
debido a los 15 000 millones que le debía
a los fondos buitres, que por cierto Macri pago apenas asumió su mandato para así
acceder libremente a las grandes mesas de dinero del Mundo Capitalista.
La “Revolución de la Timba” para pocos de
Macri y no de la “Alegría” para muchos como había enunciado en su campaña
electoral, terminó en abril del 2018, y desde ese momento se vivió una espiral vertiginosa
descendente de todos los parámetros macroeconómicos, pero sobre todo lo
fundamental, la inflación nos comió vivos y coleando, nuestros ingresos se
pulverizaron junto con un aumento del desempleo que hacía años no se veía.
Macri acudió al FMI como la tabla salvadora del ahogado, y pidió la frijolera
suma de 44 mil millones de dólares y para colmo el Fondo violando sus estatutos
le prestó el crédito más grande desde su fundación en 1944 para que de alguna
manera ganara las elecciones del 2019.
Pero…, siempre hay un “pero”, se volvió a
verificar “La Ley”, la gente estaba mal económicamente y le haría pagar en las
urnas sus jueguitos de blackjack en las mesas de dinero internacional. Así que
llegado Octubre del 2019 Alberto y Cristina le dieron una paliza al Macri
timbero, de tal manera que con 48.24% de los votos en primera vuelta se
coronaron Presidente y Vice por cuatro años. La diferencia obtenida por esta fórmula
de Alberto-Cristina fue de 8%. Como hemos estado viendo “La Ley” expresada
tiene un concepto importante: La diferencia de votos entre el ganador y el
segundo en las elecciones presidenciales es directamente proporcional al estado
económico del argentino promedio.
Si ahora venimos a estos últimos cuatro años,
“La Ley” se vuelve a reafirmar y de paso explica porque Milei gano estas
elecciones, mas aun la propia Ley explica porque el argentino promedio busco un
outsider de la política argentina para darle su voto contundente finalmente.
Los datos macroeconómicos y sociales que deja el gobierno de Alberto conducido
por Massa en el último año, son tan malos, pero tan malo, que el argentino
promedio habiendo pasado recientemente por la experiencia de Macri, no encontró
ningún referente en esos dos partidos para depositar su esperanza de salir
adelante.
Si nos detenemos en las siguientes cifras,
como son un 45% de pobreza, 10% de indigencia y una inflación del 140% está
todo dicho.
Personalmente creo que Milei empeorara las
cosas, y ojala me equivoque, quisiera de veras equivocarme porque si pensábamos
que ya habíamos tocado fondo, y se viene algo más abajo, no sé realmente como será,
escapa a toda compresión e imaginación, además que acá no hay nigromante que
valga, aunque...
si seguimos “La Ley” y al argentino promedio
no le va bien económicamente, ya sabemos al menos que le pasara a Milei en el
2027.
A bordo de esta
expedición
Va un loco, un albañil, un nigromante, un ruiseñor
Y un beso espadachín
Nos falta un día, un niño, un don para sobrevivir...
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