CHE GUEVARA: “Sobre la base
de los principios y de una total igualdad, la normalización de las relaciones
sería ideal para nosotros”
(Publicado el octubre 7 de 2016
en el blog https://dialogardialogar.wordpress.com)
(En el día de ayer el
excelente programa La pupila asombrada rescató del olvido una entrevista
ofrecida por el Che a CBS en 1964. Comparto con los lectores de este blog otra
de esas históricas entrevistas que nunca había sido publicada en español. Se
trata de la que le ofreció el Che a la destacada periodista estadounidense Lisa
Howard, que tanto protagonismo tuvo como mediadora entre Cuba y los Estados
Unidos en 1963. En esta entrevista también el Che habla sobre como entiende una
posible normalización de las relaciones entre ambos países)
Che Guevara en ABC, 22 de
marzo de 1964: ISSUES AND ANSWERS
Esta es la primera
entrevista exclusiva con el Comandante Ernesto “Che” Guevara, ministro de
Industrias de Cuba, que se ve y se oye en los Estados Unidos. Convencida de que
un perfil del hombre a quien se ha
llamado “el poder detrás de Castro”, “el arquitecto de la Revolución cubana”,
“el mayor izquierdista de Cuba”, y el posible sucesor de Castro, sería de interés
para el pueblo norteamericano, ABC envió sus cámaras y a Lisa Howard a Cuba
para realizarle esta entrevista filmada al Comandante Guevara en sus oficinas
del Ministerio de Industrias en La Habana.
Lisa Howard: ¿Cuánto afecta
el bloqueo económico la economía cubana?
Comandante Guevara: No puedo
darle una cifra exacta del efecto del bloqueo en Cuba, y, créalo o no, el
bloqueo tiene efectos buenos y malos. Entre los buenos está el desarrollo de la
conciencia nacional y el espíritu de lucha del pueblo cubano para superarlo […]
que toda nuestra maquinaria era estadounidense, y que también nos vendían su
maquinaria de segunda mano, y con ganancia, y muchas de esas líneas de
abastecimiento se han descontinuado ahora, así que puede imaginarse lo que ha
implicado para nosotros este bloqueo y el esfuerzo que se necesita para
contrarrestarlo. No puedo darle cifras. No las conozco. Pero obviamente ha sido
un serio obstáculo. Pero a la vez, ha sido una útil lección para nosotros. Nos
ha enseñado cómo manejar nuestra economía en el futuro. Creo que eso más o
menos responde su pregunta.
LH: Rusia está inyectándole
una gran cantidad de dinero a la economía cubana cada día. ¿Qué le sucedería a
la economía de la isla si esa ayuda cesara de repente?
CG: Esas afirmaciones sobre
sumas diarias me parecen típicas de la manera de pensar de los norteamericanos
y del concepto que tienen sobre las inversiones. Puede que de cierto modo
reflejen la idea de lo que entienden los norteamericanos por “ayuda”. La ayuda
de los Estados Unidos a los países de la América del Sur al final se revierte
contra el Estado que la recibe. En nuestro caso ha habido algo que podría
llamarse ayuda, como la condonación de ciertas deudas comerciales, créditos a
largo plazo, pero sobre una base puramente comercial. En cuanto al resto, se
trata del comercio normal, natural, entre dos países. Los Estados Unidos ya no
son el principal socio exportador-importador de Cuba. Es la Unión Soviética.
Pero si con su pregunta
sobre qué pasaría si cesara la ayuda soviética se refiere al conjunto de
nuestros intercambios, puedo responderte que la vida del país se paralizaría,
porque… por ejemplo, el petróleo, todo nuestro petróleo, casi cuatro millones
de toneladas, viene de la Unión Soviética, pero no se trata de ayuda, sino de
un intercambio comercial sobre la base de una absoluta igualdad, y nosotros
pagamos con azúcar y otros productos.
LH: ¿Podría hacernos una
evaluación de cuán efectivo ha sido el bloqueo de los Estados Unidos?
CG: Creo que casi me está
invitando a filtrarle información confidencial. Hemos reconocido la importancia
del bloqueo, pero también hemos afirmado, con la misma tranquilidad, que el
bloqueo no nos impediría avanzar. Pero primero que todo, resulta difícil ser
específico sobre él, y además, no es muy apropiado. Después de todo, a pesar de
sus buenas intenciones, seguimos siendo enemigos. Y el enemigo en realidad solo
debe conocer generalidades de la otra parte.
LH: Recientemente Cuba
compró ómnibus en Londres. Está negociando para la compra de barcos en España.
Tengo entendido que hay una misión económica en Suiza. ¿Eso representa un
cambio fundamental en la economía cubana?
CG: No lo creo. Creo que se
ha producido un cambio en la política económica de algunos países. Se ha
producido una cierta ruptura de la llamada unidad monolítica del mundo libre.
Hay más comercio con Cuba ahora. Nuestro comercio siempre ha tenido la misma
base. En otras palabras, mercancía es mercancía, y debe haber [un beneficio
mutuo] para el vendedor y el comprador. Sobre esa base hemos comerciado con
todo el mundo, incluidos los Estados Unidos, aun después de la ruptura de las
relaciones.
Los Estados Unidos han
ejercido grandes presiones para impedir que se nos vendan ciertos productos, y
usted conoce muy bien el debate que se produjo y las discusiones que tuvieron
lugar porque Leyland nos vendió los ómnibus. Pero en realidad no somos nosotros
quienes hemos cambiado. Ciertos aspectos de la política internacional han
cambiado. No sé si tenemos algo que ver con eso. No lo creo. No creo que seamos
tan importantes.
LH: ¿Opina que esas compras
representan un fracaso del bloqueo de los Estados Unidos?
CG: Sí.
LH: ¿Un fracaso serio?
CG: Eso depende de cómo
afecte al ego norteamericano, de los Estados Unidos.
LH: Comandante Guevara,
¿cree usted que este comercio con Occidente continuará y quizás se ampliará en
un futuro próximo?
CG: Eso espero.
Naturalmente, no depende solo de nuestros deseos, sino también de los deseos de
las personas con quienes comerciamos hoy. Pero tengo esperanzas de que continúe
y de que entremos en una nueva era en lo relativo a las relaciones con Cuba. Que
los países europeos se hayan dado cuenta de la importancia de sostener
relaciones con todos los países del mundo y de que Cuba es un buen mercado, un
mercado confiable, estable, en resumen, un mercado permanente.
Así que todo nos lleva a confiar en que estas
relaciones continuarán y se ampliarán en el futuro. Estamos extremadamente
interesados en eso. Ya hemos firmado acuerdos para la compra de fábricas
completas con ciertos países: con Francia, con Inglaterra, con Japón. Creemos
que en el futuro podremos proseguir este tipo de transacciones con mayor
seguridad, porque en el pasado siempre existía el temor de que si se
interrumpían las relaciones comerciales cómo íbamos a obtener piezas de
repuesto, pero en especial Inglaterra y Francia han mantenido muy buenas
relaciones con nosotros a ese respecto. Han garantizado el suministro de piezas
de repuesto para los equipos que les hemos comprado durante la etapa
revolucionaria.
Esto también ha robustecido
nuestra confianza en la posibilidad de importar nueva maquinaria, y entonces,
con técnica de primera clase, de los últimos modelos, equipar toda una serie de
industrias que ahora nos encontramos desarrollando.
LH: ¿Qué le ocurriría a la
economía cubana si este comercio con Occidente se interrumpiera de repente?
CG: Nada.
LH: Ahora haremos una breve
pausa y regresaremos en un momento con más ISSUES AND ANSWERS.
LH: Comandante Guevara,
muchas evidencias externas indican que el sistema económico marxista no
funciona. No le proporciona una vida de abundancia a su gente. Al cabo de 47
años, la Unión Soviética todavía no es capaz de brindarle alimentos, viviendas
y ropa apropiados a su pueblo. ¿Cree que es posible que el sistema marxista no
brinde incentivos adecuados para alcanzar altos niveles de productividad?
CG: Usted tiene una
tendencia a hacer declaraciones en forma de preguntas. Y de nuevo, primero
tengo que refutar su declaración y después responder la pregunta. Dice que se
ha demostrado que el marxismo, o el sistema marxista, no les proporcionan a las
personas lo que necesitan ni les garantizan bienestar. Creo que es exactamente
lo contrario. Si comparamos el nivel de vida de los Estados Unidos con el de
otros países, tenemos que reconocer que el de los otros países es más bajo,
pero cuando habla del modo de vida norteamericano y el mundo libre, tiene que
considerar a los 200 millones de latinoamericanos que mueren de hambre, que
mueren de enfermedades, que ni siquiera llegan a la edad adulta. Que mueren de
hambre en la niñez. Todas esas personas contribuyen a la grandeza económica de
los Estados Unidos, que los explota de una u otra forma. Lo mismo ocurre en
África, y ocurrió en Asia también. El marxismo le pone fin a todo eso. Mientras
estamos asediados por el imperialismo norteamericano no podemos ofrecerle a
nuestro pueblo todas las cosas que nos gustaría, pero le hemos dado todo lo que
podemos, todo lo que hemos sido capaces de hacer hasta el momento, y sobre una
base de igualdad, desde los ministros hasta el funcionario más simple. Y esa es
la razón fundamental de que la gente siga luchando por su liberación.
LH: Pero el gobierno de los
Estados Unidos está muy consciente de los problemas de la América Latina, y
mediante la Alianza está tratando con mucha fuerza de elevar el nivel de vida
de las personas en todo el hemisferio. Ahora bien, si las clases gobernantes
acuerdan realizar reformas agrarias y reformas tributarias, y si el nivel de
vida aumenta, ¿no perdería su efectividad el mensaje de la revolución cubana?
CG: Por supuesto que la
perdería de inmediato. El mensaje de la revolución cubana tiene significado
porque, por su propio peso, el imperialismo solo puede realizar reformas tibias
que no van a la raíz de los problemas. Si toda la América Latina se liberara de
la dominación imperialista, el imperialismo enfrentaría entonces problemas muy
serios. Los cimientos del imperialismo son la dominación de los países
latinoamericanos mediante el intercambio desigual, el intercambio de productos
manufacturados por materias primas, la ocupación de cargos gubernamentales
clave a través de las oligarquías nacionales sumisas a los imperialismos.
Si todo eso cambiara, el
imperialismo perdería su fuerza. Enfrentaría entonces la crisis general del
capitalismo. En otras palabras, la crisis planteada por la clase obrera en su
propio país.
Aunque esto no es tan
inminente en su país, porque la explotación de las clases trabajadoras se
transfiere a la América Latina, África y Asia, pero en ese caso el conflicto se
produciría directamente en los Estados Unidos. Obviamente, el mensaje de la
revolución cubana perdería toda su importancia, pero tampoco sería necesario,
porque eso es precisamente lo que deseamos para todo nuestro pueblo
latinoamericano, y una vez que se lograra, no habría necesidad de seguir
lanzando mensajes. No tendrían ningún significado.
LH: ¿Entonces estamos de
acuerdo en el deseo de que se realicen esas reformas?
CG: Verdaderas reformas, que
permitan el acceso del pueblo al poder. En ese caso, estamos de acuerdo.
LH: Comandante Guevara,
¿cree que eso no se puede producir mediante un proceso evolutivo, sino que
tiene que ser resultado de la violencia y de conmociones revolucionarias?
CG: Eso depende, por
supuesto, de las clases reaccionarias. Son ellas las que se niegan a ceder el
poder, a entregar las riendas del poder. Allí donde las clases reaccionarias
insistan en aferrarse al poder en contra de la voluntad de todos, saltará la chispa
que puede incendiar a toda la América Latina, y el pueblo llegará al poder.
LH: Comandante Guevara,
desde el triunfo de la revolución, la economía cubana, según todas las
informaciones, se ha deteriorado seriamente en todos los sectores. La
producción industrial, la producción agrícola y la zafra azucarera, que el año
pasado cayó a tres millones y medio de toneladas. ¿Cómo explica esta regresión
económica?
CG: Bueno, de nuevo la
pregunta es una afirmación, así que lo primero que hay que hacer es refutar la
afirmación para luego contestar la pregunta. Usted dice que todos los aspectos
de la economía cubana se han deteriorado en el curso de la revolución, y yo le
digo que se equivoca. La producción industrial creció a partir de 1959, y
habría podido crecer mucho más de no haberse visto afectada por la industria
azucarera, que en realidad ha decrecido. La producción industrial ha aumentado
a un ritmo anual del 7%, sin contar, por supuesto, el azúcar. Y el incremento
de 1963 y los estimados para 1964 muestran un porcentaje aún mayor. En 1963 fue
de un 10%, y los estimados para 1964 son todavía mayores, y la producción de
azúcar aumentará también.
LH: Comandante Guevara,
¿cuando luchaba en las montañas de la Sierra Maestra, preveía que la revolución
tomaría un rumbo tan radical
CG: Lo sentía
intuitivamente. Por supuesto, era imposible prever el rápido desarrollo que
tendría la revolución. Ni tampoco era previsible la formulación
marxista-leninista de la revolución. Eso fue resultado de […] conoce muy bien.
Teníamos una idea más o menos vaga de que había que solucionar los problemas
que veíamos claramente que afectaban a los campesinos que lucharon con
nosotros, y los problemas que veíamos en las vidas de los trabajadores. Pero
todo el proceso de la transformación de nuestras ideas sería muy largo de
contar.
LH: En los Estados Unidos
existe la convicción de que el Comandante Guevara fue una de las influencias
más radicales de la revolución, y de que arrastró al Dr. Castro hacia la
izquierda, que lo que sucedió había sido parcialmente planificado por usted.
¿Lo acepta o lo niega?
CG: Durante mucho tiempo, en
los Estados Unidos y en muchos otros países me han hecho el honor de
considerarme el cerebro gris de la revolución, el frío manipulador, el
izquierdista, el poder detrás del trono. Personalmente, no me preocuparía, pero
mi honestidad de revolucionario, mi modestia y mi honestidad innatas me obligan
a confesar que el principal izquierdista en Cuba es Fidel Castro, y que el
principal peligro para los Estados Unidos en Cuba es Fidel, no yo.
LH: Cuando Fidel Castro dijo
en las montañas de la Sierra Maestra que no era comunista, ¿creyó usted que no
era comunista y que no se convertiría en comunista?
CG: Yo sabía que no era
comunista, pero creo que también sabía que se haría comunista. Igual que sabía
en esa época que yo no era comunista, pero que me haría comunista en un plazo
breve, y que el desarrollo natural de la revolución nos llevaría a todos al
marxismo-leninismo. No puedo afirmar que se tratara de una idea clara y
consciente, sino que era una intuición derivada de una evaluación cuidadosa del
desarrollo de la actitud de los Estados Unidos y la manera en que su país
actuaba en ese tiempo contra nosotros y a favor de Batista.
LH: Si algo le pasara a
Fidel Castro, ¿cuál cree usted que sería la suerte de la revolución cubana y
quién accedería al poder?
CG: Por su pregunta presumo
que se refiere a que le suceda algo violento. Bueno, no puedo negar que sería
un golpe muy serio para la revolución cubana. Fidel es nuestro líder
indiscutible e incontestado. Ha sido nuestro guía en una serie de situaciones
muy, muy difíciles que Cuba ha tenido que enfrentar, y en esos momentos ha dado
pruebas de su estatura de líder mundial. No creo que ninguno de nosotros tenga
esa estatura, pero hemos adquirido experiencia revolucionaria durante estos
años en que hemos luchado a su lado. Somos lo que somos porque hemos asistido
con él a la misma escuela, una escuela de valor, de osadía, de sacrificio, de
decisión de defender nuestros principios, de análisis de los diferentes
problemas. Y creo que en conjunto podríamos, creo, seguir hacia adelante,
incluso si algo le sucediera.
En cuanto a quién lo
reemplazaría, habría que discutirlo en ese momento. Ahora no podemos darnos el
lujo de dedicarnos a los “qué pasaría si…” Ninguno de nosotros tiene ese tipo
de aspiración política, pero lógicamente, su hermano Raúl, no porque sea su
hermano, sino por sus propios méritos –es el viceprimer ministro—, naturalmente
sería el más adecuado entre nosotros para seguir el mismo camino de la
revolución cubana.
LH: Comandante Guevara, el
Dr. Castro ha expresado con frecuencia su deseo de normalizar las relaciones
entre Cuba y los Estados Unidos. ¿Desea usted que se produzca esa
normalización?
CG: Si tiene como base los
principios, sí. Y quizás yo más que nadie, porque la industria es la que más
sufre a causa del bloqueo. La industria y el transporte son quizás los sectores
productivos más golpeados por el bloqueo. El transporte más o menos se ha
librado, pero la industria no, y, por tanto, sobre la base de los principios y
de una total igualdad, la normalización de las relaciones sería ideal para
nosotros.
LH: ¿Es optimista en cuanto
a la posibilidad de una normalización de las relaciones entre Cuba y los
Estados Unidos?
CG: Esa es una pregunta
difícil de responder. Estamos observando. Estamos esperando. Estamos
planificando para una u otra posibilidad, sea cual fuere la que se adopte.
Depende de una serie de circunstancias. Las propias características del
gobierno de los Estados Unidos. También depende de la manera en que el gobierno
norteamericano evalúe la situación mundial. Hasta el momento, su gobierno no ha
dado ninguna señal clara de que sepa cómo sopesar la correlación de fuerzas
mundial, así que no hay ideas precisas sobre la total normalización.
LH: Ahora haremos una breve
pausa y regresaremos en un momento con más ISSUES AND ANSWERS.
LH: ¿Qué le gustaría que los
Estados Unidos hicieran con respecto a Cuba?
CG: Es muy difícil dar una
respuesta precisa. Como pregunta es poco realista. Quizás la respuesta más
franca y objetiva sería: nada. Nada en ningún aspecto. Nada a favor o en contra
nuestra. Solo que nos dejen tranquilos.
LH: Muchas gracias,
Comandante Guevara.
(Traducción de Esther Pérez)
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