Hay que
ser uno mismo, igual recibirás las ofensas de quienes no saben que eres, porque
jamás te conocerán, por eso esta la máxima de mi abuela “que no era tuerta”, …”jamás
endulzar los oídos del otro, sino agudizar tus tímpanos...muere con la tuya,
que el pescado podrido, tiene espina”.
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