LA
DERECHA EN LAS CALLES
La Argentina es un país para estudiar. Ayer
cuando juntaba frases para escribir sobre la “supuesta” libertad de prensa o de
opinión, se reunían en varias calles del país, ciudadanos convocados desde el
Macrismo. Sus peticiones no eran solo de hastió a esta cuarentena inédita para
la humanidad, en ellas había una fuerte componente política y me atrevería a
decir de clase, de las clases oligarcas de este país, que son apoyadas por el
40% de la población.
En este régimen “democrático” argentino,
arrogarse la condición de hablar en nombre del pueblo, es bastante arriesgado. Las
pasadas elecciones de Octubre del 2019, fueron contundente para el ganador Alberto
porque no hubo segunda vuelta, pero haber ganado 48 a 40% de los votos de Macri,
deja un sabor a paridad, el mismo que sucedió cuando asumió Macri en el 2015,
inclusive algo mucho más parejo entonces, pues no solo hubo segunda vuelta sino
que Macri gano con una diferencia de 670 000 votos con respecto a Scioli.
El tema no es solo las elecciones, que dejan
en claro la fuerte polarización de la sociedad, sino que también ambas fuerzas
tienen representación en las protestas populares. Es algo interesante que la
derecha, representada por los 100 hombres más rico de la Argentina, con un
patrimonio que haría que los 44 millones de argentinos fueran millonarios en dólares,
tenga una base popular de apoyo, fundamentalmente de clase media, la clase NI,
pero circunscribirla a solo esta representación clasista, sería un error.
En otros “cacerolazos” convocados por la
derecha, se hablaba de “Abajo el comunismo”, “No a la expropiación de empresas”,
“Esto no es Cuba ni Venezuela”, en la de ayer “Recuperar la República”, “No a
la reforma judicial”, “Para Cristina Cárcel ya”. Evidentemente los medios hegemónicos
argentinos que en el 2015 colocaron en la Casa Rosada a Macri, y que a pesar
del “esfuerzo” realizado para mantenerlo después del 2019, fue tan desastrosa
su “administración” que no lograron hacerlo, han permeado las exigencias
naturales de esta época de pandemia en la Argentina, por estas otras más políticas,
inclusive dejando un poco en outside a la oposición reunida en el Juntos para
el Cambio, que por otra parte “juro y perjuro” que no habían convocado a
semejante marcha.
La realidad es que Macri desoyó en su momento
a ese 49% de la población que no lo había votado y siguió con su ajuste
genocida de la economía y su endeudamiento catastrófico, se esperaría que los
que hoy ocupan la Casa Rosada hagan lo mismo con ese otro 40% que no los
quiere. Solo existe una preocupación latente, siempre se dijo en este país que
las protestas callejeras pueden voltear gobiernos elegidos “democráticamente”,
el que escribe lleva la memoria de las protestas de finales del 2001, cuando De
la Rua, salió en helicóptero finalmente. Macri fue el único “radical” que pudo
terminar su mandato después de la llegada de la democracia en 1983, a ningún peronista
desde entonces le tomaron las calles y lo sacaron sin terminar su mandato.
Estamos en una situación global extrema, la pandemia ha traído para la
Argentina una situación de empeoramiento sobre lo dejado (catastrófico) de
Macri, el desempleo, a pesar de la ayuda del gobierno, se ha elevado en casi 3% en comparación con el dejado por
Macri de 9.7%, la actividad industrial y la construcción ha caído estrepitosamente,
y hoy la capacidad industrial instalada que se utiliza esta en un 50%, por
supuesto esto tiene que ver con una cuarentena que ya dura exactamente 5 meses,
y “eso puede ser pasto de la ventura”.
A esta altura a la derecha en este país no le
importa que contra todo su pronóstico, el Gobierno peronista ha tenido un
manejo eficaz de la pandemia en termino de salud y de humanidad, la cantidad de
muertos, que siempre será mucho, ha sido poca con respecto a la cantidad de
contagios, el sistema de salud gracias a los recaudos tomados, inclusive a la inauguración
de 12 hospitales a nivel nacional en estos 5 meses, o la creación de 3147
nuevas camas de terapia intensiva, no ha colapsado como en muchos países latinoamericano,
ejemplo Ecuador o Perú. La asistencia económica a 9 millones de personas a través
del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) ha sido de una ayuda importante, aunque siempre será insuficiente. La
Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) por parte del Gobierno a las
empresas privadas, ha permitido pagar la mitad del salario a sus empleados. Son
cosas reales y positivas, que me cuestan pensar que se podrían haber hecho si
el gobierno que estuviera en la Casa Rosada hubiera sido el de Macri. La certeza
de la anterior elucubración está dada porque a la oposición que “lidera” Macri,
y que ayer se manifestó en este país (con todo su derecho) ya la vimos actuar en
directo cuando fue gobierno, por cierto y mientras tanto digo, fue desastrosa.
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