Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 18 de noviembre de 2020

LA BURGUESIA “NACIONAL” EN LOS TIEMPOS DEL COVID

Es una lástima que tenga que hacer alusión a la burguesía y no al amor, aunque “en los tiempos del COVID”, bien podría ser también en los tiempos del cólera, pues este tema de la burguesía, mal llamada “nacional”, en nuestros países latinos, es de tan vieja data como el cólera que nunca se ha ido como enfermedad de nuestra región. Me hubiera gustado más escribir sobre el amor de Fermina y Florentino, pero El Márquez lo hizo mejor, así que intentare escribir sobre el amor entre la burguesía argentina, los políticos que la defienden y una prensa (que es del primero).

Antes de entrar en materia, veamos algunos datos que nos van a ubicar en el estado del trabajo registrado y no registrado en la Argentina de hoy según informe al respecto del Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social de agosto 2020. A la fecha de dicho informe la cantidad de personas con trabajo registrado en el total país alcanzó a 11822 millones. La pandemia trajo una contracción significativa de ese volumen de personas trabajando en casi un 2.6% con respecto a Agosto de 2019, esto representa unas 315 100 argentinos sin trabajo formal.

En el mes de agosto de 2020, se contabilizan 9465 millones de personas asalariadas registradas (incluyendo al sector privado, sector público y el trabajo en casas particulares) y 2357 millones de trabajadores independientes (monotributistas y autónomos).

Según un Informe del INDEC de Agosto 2019, en la Argentina, el 64% de la población, unos 28 millones de personas, tiene entre 15 y 64 años y se considera que tienen edad para trabajar, una cifra levemente menor a la media mundial y tres puntos menor a la de América Latina. De este segmento, entre aquellos que tienen o buscan empleo, casi el 43% tiene problemas de inserción laboral: más de 6.5 puntos son desempleados, 15% son cuentapropistas con bajo nivel educativo (secundaria incompleta o inferior) y los 19% restantes son asalariados informales, es decir, trabajadores en relación de dependencia sin aportes al sistema jubilatorio. De estos 28 millones, el INDEC de Agosto 2019 calculó que el 62% está ocupado, el 6,4% desocupado -es decir, busca empleo y no lo encuentra- y el 31,6% restante está inactivo o, en otras palabras, no trabaja ni busca trabajo.

En un Informe de Agosto de 2019 la Universidad Torcuato Di Tella, hacia una valoración del trabajo en el país con la siguiente conclusión:

“En la actualidad existen al menos tres tipos de perturbaciones que afectan al mercado de trabajo argentino.

Primero, los recurrentes ciclos económicos, de gran amplitud y alta frecuencia, como las recesiones y expansiones breves, acompañadas de importantes giros en los precios relativos -en particular, el tipo de cambio- y en las ventajas competitivas de distintos sectores. Estas pueden hacer que la demanda de empleo fluctúe sin un patrón visible, lo que genera rigideces reales en el mercado laboral. Un ejemplo posible es la reticencia para responder a un aumento de la actividad con creación de nuevos empleos.

Segundo, los movimientos tendenciales que reflejan el desplazamiento productivo y el progreso tecnológico -como las actividades y ocupaciones que pierden peso en la generación de empleo en relación con otras- y factores institucionales -como la regulación laboral y tributaria y los cambios en la representatividad de sindicatos y organizaciones de base- que inciden en la tasa de actividad, la productividad laboral y la participación en el producto de la población activa.

Tercero, el avance tecnológico, en particular, la digitalización y la inteligencia artificial. Este tipo de perturbación hoy compite en actividades antes reservadas al cerebro humano y percibidas como resilientes a la automatización. También busca competir con su impacto en los modos de producción, la deslocalización de ciertos procesos de la cadena de producción de productos y servicios y el auge de las plataformas digitales como fuente de empleo.

Estos tres aspectos, en mayor o menor medida, instalaron de nuevo al mercado de trabajo en el centro del debate político en todo el mundo. En Argentina, en particular, el hecho de que su análisis adquiera una particular urgencia, pese a que la evidencia disponible es aún escasa e imprecisa, indica que la creación de trabajo viene experimentando un deterioro. Desde comienzo de la década de 2010, la informalidad y la precarización aumentaron a la par de los salarios reales y niveles de ocupación estancados y los cuestionamientos a la calidad de los nuevos empleos."

Ahora bien el Gobierno de Macri hizo poco y nada para resolver esta situación, y los números finales de su gestión plantean un deterioro importante con respecto a los últimos dos años del Gobierno de Cristina que tampoco fueron buenos, a pesar que su discurso de campaña convenció a más de uno que generaría inversiones y  nuevos empleos. Macri instalo un Casino enorme en la Argentina y la “lluvia de inversiones” que prometió, solo sirvió para jugar a la timba financiera y fugar capitales como nunca antes en la historia de este país. Su política de eliminar impuestos al campo, a las mineras y a las generadoras de gas y electricidad no trajo más inversiones y mayor empleo, los números lo avalan. Mientras en septiembre de 2016 se realizaba a toda pompa el “mini-Davos” en Argentina y se festejaba nuestro “regreso al mundo”, la inversión caía al 8 por ciento. La inversión extranjera directa (IED), parte de la “lluvia de inversiones” -que nunca ocurrió- se mantuvo estancada todos esos años: luego de caer en 2016, la IED se recuperó pero aún así, el promedio de ingreso de IED 2016-2018 alcanzó 8900 millones de dólares, frente a un promedio de  10.500 millones de dólares para los años 2012-2015 ("cuando el país estaba cerrado al Mundo"). El año 2019 cerró con los peores niveles de inversión desde la crisis internacional de 2009, con una caída que se acerco al 20 por ciento. Los gastos de capital (inversión) del Estado se contrajeron 61,1 por ciento en términos reales al comparar el primer semestre de 2015 con el de 2019.

Hace unos días atrás, fue popular una carta al FMI que enviaron los senadores aliados al gobierno actual, encabezados por Cristina, donde instan a ese fondo a hacerse cargo de su “irresponsabilidad”  al prestarle tanto dinero al Gobierno de Macri cuando sabían que el país no estaba en condiciones futuras de pagar. El “ingeniero” Macri, salió a “combatir” esa carta e instar a su tropa a que “no dejaran que el kirchnerismo instale su relato con respecto a lo que ocurrió en el país durante su mandato”. Por supuesto los senadores que comulgan con Macri si expresaron un relato… "El gobierno del Presidente Mauricio Macri no se endeudó por una especial vocación por contraer compromisos externos. Lo hizo para enfrentar el alto déficit fiscal que había dejado la administración de Cristina Kirchner y para atender el endeudamiento que también se heredó de esa gestión"

No obstante que todo el Mundo sabe que paso realmente, porque lo vivimos en carne propia, no sería mal, darles a ellos y a otros “despistados”, una pastillita con Tiamina. Dejo algo que escribí al respecto hace un tiempo atrás:

“Lo real es que cada cierto tiempo la Argentina, se da un baño de realidad y se percata que vive pendiente y dependiente de la deuda que contrae sus gobiernos entreguistas a los financistas de este Mundo globalizado. Hay que ser coherente sin embargo y decir que en los doce años del kirchnerismo hubo una vocación de desendeudar al país, sobre todo para que las políticas nacionales no se vieran eternamente ligadas a los designios y voluntades de los prestadores extranjeros de dinero, entre ellos el FMI y el Club de Paris, al menos con ellos se canceló la deuda que habían tomado tanto Menem como De la Rua en su momento. Ahora bien ese 7% de los acreedores que no firmaron en el ultimo canje de deuda del 2010 le hizo la vida un yogurt a Cristina sobre todo en su segundo mandato 2011-2015, lo que imposibilito que Argentina accediera a nueva deuda para financiar sus planes sociales y económicos que habían prevalecidos en los 8 años anteriores con tremendos resultados macroeconómico y sociales indiscutidos.

Habían 15 000 millones de dólares que estuvieron en negociación hasta última hora con los fondos buitres en el 2015, que Macri de un plumazo “inteligentemente” decidió pagar, para así abrir las puertas a un nuevo endeudamiento histórico y sin precedente para la Argentina moderna.

Para poner en números tales afirmaciones, me hago eco de algunas cifras que he leído en su momento. Al 30 de diciembre de 2015 la deuda pública bruta era de 240.665 millones de dólares (que representaba el 53,6% del PIB), el 57,2% de la misma era intra sector público, 12% con organismos internacionales (Banco Mundial, BID, CAF, etc.) y el 30,8% de la deuda era con bancos y fondos de inversión y otros compradores de bonos públicos

En los cuatro años de gestión de Cambiemos (léase Macri y su pandilla de Wall Street) se revirtió la lógica de desendeudamiento que había sido adoptada hasta entonces, lo cual lleva que, al 30 de diciembre de 2019, según informa la Secretaria de Finanzas de la Nación, se adeudan 323.177 millones de dólares que significan el 91,7% del PIB (PIB estimado en 352.300 millones de dólares).

De esa suma adeudada, 155.416 millones de dólares son en divisas que, si le descontamos el crédito efectivamente otorgado por el FMI en DEG, pero equivalente a unos 44.200 millones en moneda norteamericana, implican obligaciones por 111.216 millones de la divisa estadounidense. Creció sideralmente la deuda. Dentro de ella, lo que más se incrementó fue la deuda con grandes bancos y fondos de inversión internacionales que se estima en torno a los 66.000 millones de dólares. Asimismo, aumenta la proporción de la deuda tomada con organismos multilaterales y bilaterales de crédito, desde un 6,4% en 2015 hasta un 20,0% del PIB en 2019, siendo el principal acreedor el FMI, del que el gobierno de Kirchner había logrado cancelar todas sus acreencias con el país en febrero de 2006 y al que, al 10 de diciembre de 2015, no se le debía un dólar.”

Por tanto lo que hizo el anterior gobierno de Macri con sus “facilidades” tributarias y su timba a más no poder, es dejar un país endeudado y empobrecido, que con una pandemia que no se termina más ha caído al abismo.

En medio de esta situación calamitosa del país, el gobierno de Alberto (que también tiene lo suyo) ha tratado de manejar la situación tratando de acompañar y disminuir un poco la desgracia de la gente. Ha podido negociar la deuda impagable dejada por Macri con sus acreedores externos, ahorrándole al país alrededor de unos 30 000 millones de dólares para los próximos años. Así quedo el panorama:

 

2021

2022

2023

TOTAL

ANTES

10300

10100

8900

29800

AHORA

100

1000

1700

2800

Esta actualmente en negociación con el FMI por la deuda brutal que dejo Macri, con su acuerdo stand-by, que poniéndole en números sería algo así como, en el 2020 el país debía de recibir desembolsos por 3.875 millones de dólares (que Alberto no acepto). Debió afrontar vencimientos por 25.719 millones de dólares (que no se han pagado), En 2021 le entrarían 1.937 millones de dólares por desembolsos y debería pagar 35.179 millones. Peor pintaba todo para 2022 y 2023. Para esos años el programa firmado con el FMI ya no contemplaría desembolso alguno. Pero tocarían los mayores vencimientos por el préstamo contraído en su momento. En 2022 tendríamos que pagarle al FMI 22.206 millones y en el 2023 la Tesorería debería hacer magia para conseguir 23.370 millones.

El pasado 9 de Noviembre envió el Gobierno al Congreso de la Nación un Proyecto de Ley para fortalecer la sostenibilidad de la deuda pública que limita la discrecionalidad del Ejecutivo para incrementar el stock de pasivos, algo que inclusive siendo neófito en la materia solicitábamos desde este humilde blog el pasado agosto. La iniciativa que elevó el Gobierno dispone de una serie de limitaciones para la toma de deuda, ya sea a través de emisiones bajo legislación extranjera en los mercados como préstamos directos con este organismo. Básicamente podría resumirse, que busca evitar que vuelva a registrarse un endeudamiento irresponsable y discrecional como el que llevó a cabo el macrismo.

Todo lo escrito hasta aquí da un panorama de lo que hoy se vive en la Argentina donde sin dudas hay dos visones diferentes de país que se encuentran en lucha permanente, una visión que encabeza el gobierno actual de Alberto, y otra la oposición encabezada por Juntos por el Cambio, el espacio que preside (por ahora) el expresidente Macri. Esta ultima visión junto a los mentimedios del país defiende a capa y espada a una burguesía, que de nacional tiene poco, cuando es capaz (incluso frente a un gobierno, como el de Macri que los defendió), fugar la suma increíble de 89 000 millones de dólares a paraísos fiscales en cuatro años, demostrando su condición de “muy patriota”. Burguesía que hoy frente a un pedido solidario por la pandemia donde se pretende gravar un poco más su fortuna por UNICA VEZ, dan el grito en el cielo. Expliquemos mejor este asunto.

El pasado 14 de Julio de 2020 escribía en este blog el post titulado “Comunicado No. 1”  en el que dejaba la carta que escribían entonces “Los Millonarios por la Humanidad” ( https://www.millionairesforhumanity.com/), en ella se decía lo siguiente:

A nuestros compañeros ciudadanos globales:

Cuando Covid-19 golpea al mundo, los millonarios como nosotros tienen un papel fundamental que desempeñar en la curación de nuestro mundo. No, no somos nosotros los que cuidamos a los enfermos en las salas de cuidados intensivos. No estamos conduciendo las ambulancias que llevarán a los enfermos a los hospitales. No estamos reabasteciendo los estantes de las tiendas de comestibles ni entregando alimentos puerta a puerta. Pero tenemos dinero, mucho. Dinero que se necesita desesperadamente ahora y seguirá siendo necesario en los próximos años, a medida que nuestro mundo se recupere de esta crisis.

Hoy, nosotros, los millonarios abajo firmantes, pedimos a nuestros gobiernos que aumenten los impuestos a personas como nosotros. Inmediatamente. Sustancialmente. Permanentemente.

Bueno, ya mucho antes en abril de este año, el Gobierno de Alberto, tenía un proyecto de Ley para gravar por UNICA VEZ las fortunas de los más ricos en la Argentina con el objetivo de hacer frente a las dos pandemias, la de Macri y la del COVID. Recién ayer ingreso al Congreso para su discusión esta ley y en la madrugada de hoy obtuvo la media sanción en el recinto, para que luego pase al Senado de la Nación. La idea es que aquellos que tienen un patrimonio mayor de 200 millones de PESOS, tributen por UNICA VEZ, un plus solidario que quedo de la siguiente manera:

Sabiendo que la Argentina tiene unos 44 millones de seres humanos viviendo en su territorio y que de ellos 28 millones tienen la capacidad de trabajar por encontrarse entre las edades 15 y 64 años, les comento que este impuesto por UNICA VEZ, le corresponderá pagar según la AFIP a 9298 argentinos, de ellos 50 que “arropan” una fortuna global de unos 57 920 millones de DOLARES. No obstante a esto, teniendo en cuenta que la pobreza en la Argentina alcanza al 40 % de la población, es decir a unos 17.6 MILLONES de personas, los mentimedios y la oposición en este país, salieron a DEFENDER, sin sonrojarse a esas 9000 personas RICAS, es decir ellos siempre defienden a la “mayoría rica” como en cualquier “democracia”.  En el Congreso de la Nación se escucharon discursos que dan vergüenza ajena,  empezando por Negri y algunos de su tropa, finalmente quedo demostrado (si es que para alguno había alguna duda) que Juntos por el Cambio, encabezados por Macri, vinieron hacer lo que hace 500 años hacen la gente que ellos representan, explotar este país, sin ni siquiera con una visión nacionalista. La iniciativa del Gobierno de Alberto de gravar las grandes fortunas recibió 133 votos a favor, 115 negativos y 2 abstenciones de la Izquierda y le permitirá recaudar por UNICA VEZ unos 300 000 millones de PESOS que en la misma ley ya se designa a que se van a utilizar.

Las cosas que se pueden leer, por estas horas en los mentimedios, defendiendo la postura de esos millonarios refuerzan la idea en la concreta, que el sistema esta creado para mantener a la burguesía en el poder por los siglos de los siglos y las leyes que crearon lo sustentan.   Jorge Grispo y Marcelo Veltri en INFOBAE, escriben lo siguiente:

“Sin perjuicio del análisis económico respecto de las consecuencias de dicho tributo, como generalmente suele suceder en Argentina y que, además, se pretende dar aplicación específica a lo recaudado por el mismo bajo la libre discrecionalidad del Gobierno Nacional, cuando la lógica federal impondría que debería ser una especie tributaria coparticipable, existen cuanto menos algunas cuestiones que hacen dudar sobre la constitucionalidad de este “aporte solidario”.

Afectación a la propiedad: En primer lugar, nuestra Constitución Nacional ampara el derecho de propiedad, de la cual nadie podría ser en principio despojado arbitrariamente, por lo tanto, cuando tenemos un impuesto como el presente, que pretende gravar la tenencia de bienes a una fecha ya transcurrida, nos encontramos con que no solo el sujeto no puede planificar su actividad económica teniendo en miras un tributo que aún no se encontraba sancionado, sino además la posibilidad de que resulten alcanzados bienes que actualmente no se encuentran dentro del patrimonio del contribuyente, es decir, ya no representan capacidad contributiva.

Cabe recordar el reconocido precedente de la CSJN, “Navarro Viola”, en donde nuestro Máximo Tribunal sentenció: ...La afectación del derecho de propiedad resulta palmaria cuando la ley toma como hecho imponible una exteriorización de riqueza anotada antes de su sanción sin que se invoque, siquiera, la presunción de que los efectos económicos de aquella manifestación permanece, a tal fecha, en la esfera patrimonial del sujeto obligado...”.

A su vez, como mencionamos el impuesto pretende gravar bienes en cabeza del sujeto a una fecha ya vencida, cuando los mismos habrían sido alcanzados por el Impuesto sobre los Bienes Personales, es decir, se pretendería volver a hacer pagar al contribuyente sobre la misma especie tributaria, desconociendo absolutamente los precedentes de la Corte respecto de los efectos liberatorios del pago.

Por ejemplo fallo “Insua”, se dijo: “...Al no mediar observación al pago del impuesto al patrimonio neto de la ley 21.282, el contribuyente adquirió un derecho inalterable con respecto a la obligación tributaria, que goza del amparo constitucional, por lo que no puede aplicársele el gravamen de emergencia sobre los activos financieros establecidos, con posterioridad a dicho pago, por la ley 22.604, en tanto alcanza a bienes exentos del tributo creado por la ley 21.282...”.

Confiscatoriedad del Tributo: Debemos tener en cuenta, asimismo, la confiscatoriedad que podría importar para el sujeto la alícuota total a la cual se habría sometido su tenencia patrimonial a la fecha señalada por el tributo, puesto que un contribuyente con bienes en el exterior habría pagado por la alícuota de 2,25% de BP, y si está en la escala más alta, pagará ahora otros 5,25%, es decir una tasa efectiva total sobre su patrimonio al 31 de diciembre pasado de 7,5%.

La prohibición de establecer impuestos confiscatorios alcanza tanto a aquellos que gravan el patrimonio, la renta, como también los que gravan manifestaciones aisladas de riqueza. Seguramente, la aplicación de un impuesto extraordinario a las grandes fortunas o riquezas, no impida a los contribuyentes afectados satisfacer sus necesidades básicas, en el sentido de vulnerar el principio de capacidad contributiva y de no confiscatoriedad.

Sin embargo, es importante tener presente que la confiscatoriedad de los impuestos, es decir su potencialidad de menoscabar el derecho a la propiedad, en ocasiones no surge de un impuesto aislado sino del conjunto de impuestos que paga un contribuyente.

Dichos impuestos, individualmente considerados, podrían no afectar el derecho a la propiedad, pero la carga fiscal total sí podría calificar como confiscatoria.

El tema fue tratado por la Corte en el fallo “Gómez Álzaga, Martín Bosco” en el cual se planteó la inconstitucionalidad de todo el sistema tributario en su conjunto, pero el contribuyente no logró acreditar, en su caso concreto, la confiscatoriedad que alegaba.

De esta manera consideramos que si el contribuyente pudiese desarrollar y producir una prueba contundente al respecto, podría efectuarse un planteo de “confiscatoriedad global”.

Afectación al Principio de Equidad e Igualdad: Finalmente, no podemos desconocer la posible vulneración del principio de equidad e igualdad, puesto que al tomar el impuesto una fecha de corte ya pasada, podría ocurrir que sujetos con patrimonios alcanzados a dicha fecha hoy no lo estuviesen, mientras que sujetos no alcanzados hoy si superen el monto estipulado para estar alcanzado, es decir, más allá de pretender alcanzar una manifestación de riqueza a la fecha inexistente, podría generar una desigualdad e inequidad entre quienes hoy no tienen dicho patrimonio pero están alcanzados y quienes hoy si lo tienen, pero no resultan afectados por el “aporte solidario”.

Además, el hecho de gravar con distintas alícuotas de acuerdo a la ubicación de los bienes, obligando a repatriar los mismos al menos en un 30% en el término de 60 días, claramente afecta el principio de igualdad, por otorgar un trato diferente a sujetos que quizás tienen la misma capacidad patrimonial pero radicados en el país.

En efecto, obligar a repatriar al menos el 30% del patrimonio que está en el exterior para obtener el mismo trato respecto a los bienes que está en el país pone a los sujetos en la difícil misión de liquidar activos financieros con el consecuente perjuicio económico propio de cualquier venta inmediata de las carteras financieras.

Validez de la Doble Imposición: La doble imposición alude al suceso mediante el cual una misma manifestación de capacidad contributiva es gravada dos o más veces. La prohibición a la doble imposición como un principio tributario, pese a que fuera promovida su incorporación en la reforma de 1994, no se encuentra plasmada en el texto de nuestra Constitución Nacional.”

César Litvin, tributarista, hoy opina con desparpajo y los medios se hacen eco: “El impuesto a los grandes contribuyentes generará una baja del empleo y aumentará la pobreza. Para el especialista, se trata de una imposición EXORBITANTE que espanta inversiones necesarias para reactivar la economía. Prevé que genere una “gran judicialización” porque viola garantías de contribuyentes”, tal parece que Cesar vivió durante los cuatro años de Macri en un táper.

Como vemos ni lentos ni perezosos salieron a defender “el estado de derecho”, si claro, el estado del derecho burgués.

Sin embargo, mas allá que por acá dan el grito en el cielo, como no es costumbre, porque supuestamente para alguna gente las cosas “malas” solo ocurren en la Argentina, sería bueno que se informé, cuáles son los países del mundo que debaten sobre la posibilidad de aplicar un impuesto a las grandes fortunas:

España: Iñigo Errejón, politólogo pertenenciente al partido Más País, le propuso al Gobierno de Pedro Sánchez que se cree un impuesto de "solidaridad cívica a quienes más tienen". Además, indicó: "Quienes más tienen deben contribuir un poco más para que los platos rotos de la crisis económica no los paguen las familias trabajadoras".

Italia: los diputados oficialistas evalúan la posibilidad de aplicar un impuesto llamado "tasa COVID-19", que no incluirá a los del personal médico. El mismo consta del 4% de las ganancias anuales de aquellas personas que perciben entre los 80.000 y 100.000 euros; un 5% entre los que ganan 100.000 y 300.000 euros; un 6% entre los que obtienen 300.000 y 500.000 euros y un 8% para los que ganan 1 millón de euros.

Suiza: la oposición al Gobierno de Simonetta Sommaruga propuso un "impuesto a la solidaridad por el coronavirus". ¿En qué consiste? En que aquellos que superan los 3 millones de francos en fortunas, se les aplique un impuesto del 2%.

Rusia: Vladimir Putin, presidente del país europeo, advirtió que se aplicará un impuesto del 15% a los dividendos en las cuentas extranjeras. Además, habrá un impuesto del 13% a los despósitos bancarios que cuenten con más de 1 millón de rublos, que afectaría apenas al 1%.

Bolivia: el Gobierno de Luis Arce, que tiene a Evo Morales como líder del partido Más, tienen pensado desarrollar una propuesta para que se debata en el Congreso.

Perú: en el Congreso, se propuso que las personas físicas y jurídicas que facturan más de 1 millón de soles por año paguen un impuesto del 1%. En caso de que se superen los 50 millones de soles, el mismo ascenderá hasta el 3%.

Brasil: hay cuatro proyectos presentados en el Senado. Un diputado del PT propuso que el impuesto se aplique inmediatamente: aquellos activos que superen los 50 millones de reales tendrán que pagar el 2,5%. En cambio, aquel que se presente de manera voluntaria, sólo pagará el 1,5%.

Chile: por el Partido Comunista, la diputada Camila Vallejo tiene previsto presentar un proyecto que alcanzaría al 1% de los ricos en el país trasandino.

FMI (Fondo Monetario Internacional): recomienda aumentar las tasas más altas del impuesto a las ganancias y bienes personales. 

El Reino Unido y Alemania también debaten y evalúan la posibilidad de aplicar un impuesto a las grandes fortunas debido a la dura crisis económica que viven por la pandemia de coronavirus.

Nunca pensé que diría esto, pero me ha parecido muy “revolucionario” a la larga el jalón de orejas que “Los Millonarios por la Humanidad”, le han dado a los gobiernos del Mundo y que la burguesía “nacional” argentina  parece no compartir.




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