A DONDE
VAN LOS DOLARES FUGADOS EN EL MUNDO
(Por Raúl Dellatorre)
Un minucioso informe sobre las jurisdicciones
que más favorecen el ocultamiento de fondos de capitalistas no residentes
señala que los tres distritos que más atraen estas prácticas en el mundo son
Estados Unidos, Reino Unido y Luxemburgo. Medidos por su capacidad de
"contribuir a la opacidad financiera mundial", es decir recibir los
fondos del no residente y ocultar el delito financiero para el país de origen
del inversor fugador, esos tres países representan el 50% de la oferta global
de esos servicios (Estados Unidos el 25%, Reino Unido un 14% y Luxemburgo, el
11).
El informe de la Red de Justicia Fiscal (Tax
Justice Network, TJN), titulado Indice de Secreto Financiero 2022, es
precisamente un análisis del marco legal existente en cada país y los agujeros
en el mismo que permiten la circulación en sus sistemas financieros de fondos
de no residentes fugados (no declarados) procedentes de otras
jurisdicciones.
"El índice identifica los mayores
contribuyentes al delito financiero y destaca las leyes que los gobiernos
pueden cambiar para reducir su contribución al secreto financiero", dice
el propio informe en su presentación.
Una de las curiosidades que presenta el
informe que aparecen a la cabeza entre las jurisdicciones con mayor
"opacidad fiscal" no las tradicionales guaridas fiscales
(generosamente llamadas "paraísos" por lo que no quieren ofender estas
prácticas de fuga) ubicadas en alguna isla del Caribe o cercanas a las costas
del Asia sobre el Pacífico.
"No sólo se mide el grado de opacidad
del marco legal de cada jurisdicción, sino además la escala global a la que el
país opera en el sistema financiero mundial", indicó a este diario
Florencia Lorenzo, investigadora brasileña integrante del equipo principal que
trabaja en TJN en la elaboración del índice de secreto financiero y del índice
de guaridas fiscales corporativas.
"Hay países, entre los 141 que
evaluamos, que presentan niveles muy opacos de información o registro de
activos financieros, pero son insignificantes en el volumen de operaciones
financieras globales. Si los medimos según el daño que pueden provocar a otras
jurisdicciones, hay países quizás con menor grado de opacidad pero con un
volumen de servicios financieros a no residentes tan importantes, que
representan un grado de riesgo para el delito financiero en contra de otras
jurisdicciones mucho mayor", explicó.
Ranking de guaridas
Por tales motivos se explica que en los
principales puestos del ranking del Secreto Financiero no aparezcan Trinidad y
Tobago, Islas Cayman o las Seychelles, sino (en los primeros cinco lugares):
Estados Unidos, Suiza, Singapur, Hong Kong y Luxemburgoen ese orden.
Las jurisdicciones se clasifican por su valor
de FSI, que es una medida para saber en qué grado contribuye la jurisdicción a
la opacidad financiera a nivel mundial. Según lo define la propia organización,
"el índice es una clasificación de las jurisdicciones que más favorecen
que las personas oculten sus finanzas".
Los siguientes cinco puestos en el ranking
(del sexto al décimo) lo ocupan este año: Japón, Alemania, Emiratos Arabes
Unidos, Islas Vírgenes Británicas y Guernsey (isla ubicada en el Canal de la
Mancha). Y en los cuatro puestos siguientes (11º a 14º): China, Países Bajos,
Reino Unido e Islas Caymán.
Aquí sí aparecen algunos territorios de los
que se caracterizan por tener más inversores que habitantes, porque son
jurisdicciones generalmente con un vínculo de dependencia con los principales
centros financieros mundiales, desde donde los propios bancos principales
derivan la clientela para la apertura de cuentas a la sombra.
La
autopista del dinero
"La opacidad financiera hace que el
abuso fiscal sea viable, que el dinero sucio sea financiable y que los derechos
humanos sean menoscabados", advierte TJN al cierre de la introducción al
informe. Sin embargo, a las principales potencias occidentales (y a algunas
orientales, también) eso no parece generarle culpas en sus prácticas
financieras para atraer fondos de no residentes.
La metodología de clasificación de la
opacidad financiera de TJN difiere centralmente de otras clasificaciones
institucionales (por ejemplo, de GAFI, entidad creada para combatir el tráfico
ilegal de dinero, pero controlada por EE.UU. y Gran Bretaña) porque introduce,
como variable para calcular el índice, "el volumen de servicios
financieros que la jurisdicción presta a los residentes de otros países,
representado por el Peso de la escala mundial".
Para calcular el peso de escala global de
cada país, explica Florencia Lorenzo, "la referencia principal son las
Estadísticas de Balanza de Pagos del FMI. Cuantos más servicios financieros
transfronterizos proporcione una jurisdicción, mas riesgo potencial el país
puede causar si no es transparente". A partir de la combinación del puntaje
de opacidad de las jurisdicciones y el peso de la escala mundial, se define el
Indice de Secreto Financiero.
"Mientras que las listas negras de
guaridas fiscales, por lo general, solo tienen en cuenta las leyes y son
susceptibles a la presión política, el Índice de Secreto Financiero identifica
de forma más exacta las jurisdicciones perjudiciales observando la forma en la
que las leyes y la actividad financiera offshore confluyen con
el mundo real para crear riesgos de secreto financiero", apunta el informe
de TJN. La mención de "listas negras" está referida a las que
periódicamente publica la GAFI sobre países que son señalados como
"peligrosos", donde nunca figuran las potencias occidentales.
Particularmente, aquellas que TJN identifica como "las jurisdicciones
perjudiciales" por el volumen de servicios financieros que presta a no
residentes.
El mapa que traza TJN sobre los países que
"más exportan servicios financieros a no residentes", lo cual los
hace "potencialmente más grandes en su capacidad de hacer daño a otros
países a través del ocultamiento financiero", está fuertemente
concentrado. Estados Unidos ostenta el 25,8% de esos servicios en las
finanzas globales; Reino Unido, el 14,1% y le sigue Luxemburgo, con el 11,3%.
Hasta ahí, concentran el 50,2% de los servicios financieros a extranjeros en el
sistema global.
Detrás aparecen Singapur (5,6%), Alemania
(5,2), Irlanda (3,92), Suiza (3,91), Hong Kong (3,87), Francia (3,05), Japón
(2,8) y Canadá (1,8), sumando otro 30% entre esos ocho. Son, con buen criterio,
las once jurisdicciones sobre las que más habría que actuar buscando limitar
secretos bancarios, abrir registros de titularidad y beneficiarios finales de
sociedades de capital, de estructuras de fideicomisos y fundaciones, y otros
aspectos que abonan el delito financiero. Que habita y crece en los llamados
"países centrales" y no tanto en paradisíacas islas.
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