UN PRESIDENTE CRIOGÉNICO
Ha pasado 44 años de aquella famosa asamblea
con los 100 mejores alumnos de Cuba que queríamos estudiar carreras nucleares. Habíamos
sido escogidos dentro de un universo, de seiscientos alumnos que se presentaron
a aquel inusitado concurso que se propago por todos los Preuniversitarios de la
Isla. La selección se llevó a cabo luego de un riguroso escalafón, que se conformó
por los resultados en exámenes de Matemática, Física, Química y Español, a los
que fuimos sometidos durante aquel verano de 1981 (solo como anécdota que ya
quedo en el olvido, el que les escribe ocupo el lugar número 13 en aquel preciado
ranking).
Previamente cada uno de los que nos presentamos
a ese concurso, escogió en orden de prioridad, que carrera nuclear quería estudiar,
mi amigo Marquito del barrio de Lawton, que estábamos juntos desde la
Secundaria Domingo Faustino Sarmiento, y luego en el Preuniversitario Cepero
Bonilla de 10 de Octubre, habíamos optado por Ingeniería en Centrales Atómicas,
eran tres opciones, no recuerdo que otras dos escogimos, pero la idea como
siempre decíamos entonces, era que tuviera Matemática y Física, y por supuesto
relacionadas con el futuro desarrollo nuclear cubano al cual nos convocaban.
Luego de aquella selección iríamos a
prepararnos en el idioma ruso para finalmente después de un año, si aprobábamos
de nuevos las asignaturas mencionadas, pero esta vez en ruso, a la URSS a
estudiar la carrera escogida.
En aquella reunión de hace 44 años, por arte de
magia o no, se mencionó, que había llegado la petición de una nueva carrera,
que tendría cuatro vacantes, y que cualquiera de los 100 seleccionados podía acceder
a ella, su nombre no solo era extraño, sino que ni siquiera habíamos escuchado
hasta ese momento, esa especialización dentro de la Física, la carrera en
concreto se llamaba, Ingeniería en Técnicas Criogénicas. Levante la mano por
pura curiosidad, también lo hizo Galvizu, Comas y Gonzalo, más tarde fuimos
conocidos, como los criogénicos.
Cinco años y medio nos llevó terminar aquella,
al final, hermosa carrera, en el Instituto Energético de Moscú, aprendimos
entre otras cosas, que, a muy bajas temperaturas, los comportamientos cuánticos
de la materia se manifestaban a niveles macroscópicos, en mi caso, la
superfluidez del helio líquido por debajo de
- 270,98 grados centígrados (o 2,17
Kelvin), rompió todos los esquemas de compresión que teníamos sobre el estado líquido
de la materia.
Pero no los voy a aburrir describiendo experimentos
y teorías muy cercanas a la ciencia ficción, la cosa es que la frase reciente del
Presidente Milei en la Argentina, “Soy
como Walt Disney. No me caliento más”, ha sido el disparador para el
recuerdo que les esboce arriba, sobre todo, porque hay un mito, cada vez menos creíble
en la era de la Inteligencia Artificial, que el cuerpo del famoso pionero de la
industria de los “muñequitos”, se encuentra conservado en líquido criogénico, específicamente
en nitrógeno líquido a unos 77 Kelvin ( -195.8 grados centígrados) hasta que aparezca
la cura definitiva al cáncer de pulmón, enfermedad por la cual murió el 15 de
Diciembre de 1966. Desde el punto de vista científico congelar el cuerpo humano,
con un 65 % de agua, a esas extremas temperaturas del nitrógeno líquido, es “posible”
en la práctica, el tema es traerlo a temperatura ambiente sin que los órganos pierdan
sus funciones, sabiendo que el comportamiento del agua entre 0 y 4 grados tiene
una anomalía importante, el hielo formado se expande en vez de contraerse, el
agua en forma de hielo dentro de las células al expandirse rompería las
membranas celulares, y destruiría las células como tal.
Pero más allá de lo anterior, indiscutiblemente
la metáfora del Milei, lleva una carga política, que describe lo que ha estado
sucediendo en su gobierno desde unas semanas antes de la pasada elección de
Octubre 2025, cuando parece ser, que alguien de su entorno, le dijo enfáticamente,
que las puteadas, insultos y otras yerbas de su enojo para con los demás, que había
estado utilizando durante los anteriores 20 meses de su presidencia, había acabado
con la paciencia de los argentinos “de bien y del mal”. Fue entonces cuando a
principio de Octubre se notó un presidente más pausado y equilibrado que ha
llegado hasta nuestros días con la ganancia que después de esas elecciones ha
podido equiparar su fuerza política en el Congreso y en el Senado con las de la
oposición, que incluye fundamentalmente a los kirchneristas, otras yerbas del
peronismo, algunos de la UCR y la izquierda unida.
Si bien su frase se refiere a su cambio de
actitud hacia la discusión política en la Argentina, bien podríamos utilizar su
primera parte para describir lo que está sucediendo con la economía y la gente
en este país. Efectivamente Milei es Walt Disney, Milei es un presidente criogénico,
por transmisión a su política económica, este país está bien frio, congelado,
el enfriamiento de la economía es tal que los tan ansiados brotes verdes que
desde el segundo semestre del 2017 Macri nos había prometido, nunca han
llegado, y para más “desgracia”, el modelo neoliberal mileista, es inconsistente
por donde se lo mire, depende más que ningún otro modelo económico, de que llegue un huracán de inversiones
directas a la Argentina, pues se apuesta a que eso y solamente eso reactivará la
industria, habrá más empleo y mejores salarios.
Echemos un vistazo a lo que muchos economistas,
enemigos de Milei y Caputo por supuesto, pregonan como inconsistencias del
modelo que propone este gobierno hace exactamente dos años y que tiene por
delante dos años más. En primero lugar Argentina tiene que pagar en el 2026 por
intereses de su deuda, alrededor de 10 mil millones de dólares, más unos 20-25
mil millones de Capital, es decir de deuda en 2026 tienen que afrontar la suma
de 30-35 mil millones de dólares, por otro lado al haber abierto completamente
las importaciones, necesita contar con unos 70 mil millones para el pago de las
mismas, además a esta suma de casi 100 mil millones, se le suma la cantidad de dólares
que los argentinos necesitan colocar debajo del colchón todos los días, como
respuesta histórica ante inclemencias económicas, porque a diferencia de otros países,
el dólar en la Argentina, es como el clima, se consulta todos los días antes de
salir a la calle y se utiliza como paragua, si se avecinan tormentas de países subdesarrollados.
Normalmente los argentinos amarrocan en sus “rincones secretos” 5 mil millones
de dólares por mes, es decir que para el 2026 se demandaran unos 60 mil
millones de dólares más. Por tanto haciendo un resumen, el 2026 demandara unos
160 mil millones de dólares, pero resulta que las exportaciones argentinas, que
son la verdadera fuente genuina de ingresos de los verdes que te quiero verde
son de alrededor de 95 mil millones según las proyecciones para el 2026, con lo
cual, en dólares el Gobierno de Milei que se jacta en tener déficit cero en
pesos argentinos, tiene un déficit en dólares para el 2026 de unos 65 mil
millones de dólares, es en esto último, donde se pone de manifiesto la mayor inconsistencia del
modelo que con pitos y flautas nos quiere vender el Walt Disney de la
Argentina.
Ahora bien, el modelo de nuestro criogénico,
impulsa a través del RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones) inversiones
por encima de los 200 millones de dólares en sectores estratégicos como el petróleo,
la minería y el agro, estos sectores a su vez no son muy demandantes de mano de
obra en cantidades industriales, y por otro lado con la apertura a las
importaciones, deliberadamente, provoca una competencia desleal con respecto a
la industria nacional, que es la que emplea al 80% de la mano de obra privada
en la Argentina, dicho lo anterior, se han cerrado en dos años un total de 20
mil empresas y ha provocado que 150 mil empleos privados se pierdan, habiendo
sido sustituido, en parte, por los nuevos trabajos precarios en las
aplicaciones como Uber, Rappi, etc. Y aquí aparece la otra inconsistencia del
modelo criogénico de Milei, por un lado, se propicia inversiones en sectores
pocos demandantes de mano de obra y por el otro promueve las importaciones
deliberadamente, que destruye a la Pyme que proporciona empleo privado de
calidad. El resultado concreto es que, en el mientras tanto, el Gobierno
registra la peor relación de inversión bruta sobre PBI de los últimos 35 años,
alrededor del 13,5%, nuestro Walt, es el único presidente desde Menem para acá,
que acumula un saldo negativo de inversión extranjera directa en sus primeros
23 meses, y por otro lado las importaciones aumentaron significativamente en un
27% interanual solo en el 2025.
Nuestro Walt Disney dibuja bien sus números, tanto
como lo hacía el verdadero, con sus muñequitos, nos quiere hacer creer que todo
funciona según el plan, para ello ha viajado como ningún otro para que lo
conozcan en el mundo, y supuestamente traer inversiones, que como decimos en el
párrafo anterior, no se concretaron, hizo 12 viajes a Estados Unidos, 2 a
Israel, 4 a Italia, 3 a España, 3 a Suiza, 3 al Vaticano, 2 a Brasil, 2 a
Paraguay, 2 a Francia, 1 a Alemania, 1 al Salvador, 1 a Bolivia, 1 a Chile, y
lo más “lindo” es que ese gasto de excursionista por el Mundo, lo hizo CON LA
NUESTRA, cuando pregonaba a viva voz que no había plata.
El presidente Milei con su frase en la
entrevista con Majul, fue bastante sincero, efectivamente es Walt Disney y dudo
que se caliente más, por lo que le está pasando a la Argentina, ojo, por lo pronto
con los calores que están haciendo, en este fin de año, por estos lares, está
repartiendo tanto frio, que se aseguró que el aire acondicionado funcione bien,
en la perrera de Olivos, donde se encuentran sus “hijos de cuatro patas”, ¡ah!,
consumo eléctrico también, con la nuestra.

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