ESTE GENOCIDIO
History is written by the winners, una afirmación
utilizada hasta el hartazgo y que fue escrita por George Orwell, concretamente
en un artículo llamado "Revisión de la historia" (Revising History)
de su columna "Como me dé la gana" (As I Please) publicada en
la revista socialdemócrata Tribune el 4 de febrero de 1944. Allí
se puede leer “…Este tipo de cosas está
sucediendo todo el tiempo. De los millones de instancias que deben estar
disponibles, elegiré una que sea verificable. Durante parte de 1941 y 1942,
cuando la Luftwaffe estaba ocupada en Rusia, la radio alemana deleitó a su
público local con historias de ataques aéreos devastadores en Londres. Ahora,
somos conscientes de que esas redadas no ocurrieron. Pero, ¿de qué nos serviría
nuestro conocimiento si los alemanes conquistaran Gran Bretaña? Para los
propósitos de un futuro historiador, ¿ocurrieron esas redadas o no? La
respuesta es: si Hitler sobrevive, sucedieron, y si cae no sucedieron. Así con innumerables
otros eventos de los últimos diez o veinte años. ¿Son los Protocolos de los
Ancianos de Sión un documento genuino? ¿Trotsky tramó con los nazis? ¿Cuántos
aviones alemanes fueron derribados en la batalla de Gran Bretaña? ¿Europa da la
bienvenida al Nuevo Orden? En ningún caso obtienes una respuesta que sea
universalmente aceptada porque es verdad: en cada caso obtienes una cantidad de
respuestas totalmente incompatibles, una de las cuales finalmente se adopta
como resultado de una lucha física. La historia está escrita por los ganadores.”
Sin embargo otros estamos empeñados, en
hacernos eco de la frase del cineasta argentino Eduardo Mignogna, "Si
la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que existe otra
historia, la verdadera."
Hace poco leí una
entrevista al
historiador Peter Kuznick en el diario Clarin firmado por la periodista Paula Lugones. Peter Kuznick se desempeña como Director del Instituto de Estudios Nucleares de la American University, es
autor de varios libros sobre los ataques nucleares de Estados Unidos a Hiroshima
y Nagasaki, que por estos días, el 6 y el 9 de Agosto se cumplen 75 años de
aquel genocidio humano. Además Peter Kuznick es coautor de un
documental sobre el tema con el cineasta Oliver Stone. En dicha entrevista
se pueden leer algunas consideraciones que ponen de manifiesto lo que Orwell ya
decía en su momento.
"Estados Unidos fue tan
despiadado que mató a miles y miles de personas innecesariamente
solo para enviar un mensaje a Moscú", señaló. “Hiroshima empezó un
proceso que mantiene la amenaza hasta el día de hoy. Hoy vivimos en un mundo
muy, muy peligroso”.
-¿Qué aprenden los estadounidenses en la escuela sobre el bombardeo a
Hiroshima?
-La narrativa oficial es la que aprenden la mayoría de los estudiantes en
el secundario y dice que Estados Unidos tuvo que tirar la bomba porque era la
única forma de terminar la guerra, sin tener que lanzar una invasión. El
presidente Harry Truman dijo que, si Estados Unidos hubiera invadido, más de
medio millón de jóvenes estadounidenses habrían muerto. Esta misma narrativa
fue reforzada por el secretario de Guerra, Henry Stimson, a principios de 1947
y así fue como se convirtió en la versión oficial de los Estados Unidos, a
pesar de que sabemos que esto no es verdad. Sabemos por los propios comentarios
de Truman que él mismo sabía que esto no era la verdad.
-Pero Truman dijo que el bombardeo fue “lo más grande de la historia…
- Dijo que fue lo más grande de la historia cuando se enteró que la bomba
en Hiroshima había explotado. Esto es lo que estudian los estudiantes
estadounidenses, pero no estudian que Truman escribió en su diario el 17 de
julio: “Stalin estará en la guerra japonesa el 15 de agosto. Fini Japs
cuando eso ocurra". Truman sabía que había dos formas de terminar la
guerra sin usar la bomba: una era decirles a los japoneses que podían mantener
al emperador y la segunda era decirles que esperen a la invasión soviética que
supuestamente ocurriría tres meses después del fin de la guerra en Europa.
-¿Los japoneses estaban dispuestos a capitular antes del bombardeo a
Hiroshima?
-Sí, pero Estados Unidos no quería. Quería era usar la bomba y
especialmente mandar un mensaje a la Unión Soviética para que no interfiriera
con los planes estadounidenses en la posguerra en Europa y en Asia. Es
decir, la bomba fue lanzada deliberadamente con ese propósito. Estados Unidos
no está dispuesto a contar esta verdad a los niños. Porque cuestionaría nuestra
identidad como una nación superior a nivel moral.
-¿Sería como poner en tela de juicio la teoría del excepcionalismo de los
Estados Unidos y el estereotipo de que los estadounidenses son los “buenos” y
los “soviéticos” los malos?
-Exactamente. Los estadounidenses deberían entender que la guerra podría
haber terminado antes y salvar más vidas estadounidenses y japonesas. Si los
estadounidenses les hubieran dicho a los japoneses que podían conservar al
emperador, que la Unión Soviética iba a ir a la guerra y que Estados Unidos
tenía una horrible arma que iba a usar en su avión, es muy probable que se
hubieran rendido en julio. El general Mc Arthur había dicho esto mismo. Él dijo
que los japoneses hubieran aceptado esto y no tenía ninguna duda.
-¿Lanzar la bomba fue entonces una decisión geopolítica más que militar?
-Los militares no fueron consultados. El general Leslie Groves, director
del “Manhattan Project” y básicamente el que tenía el control
de las bombas, eludió al Estado Mayor Conjunto porque descreían del uso del
arma nuclear. También emitió una orden para que los comandantes en el campo no
hicieran ninguna declaración pública sobre la bomba atómica. Luego le
preguntaron por qué emitió esa orden y dijo que no quería que Mc Arthur y el
resto dijeran que hubiéramos podido ganar la guerra sin usar la bomba. Sobre el
presidente Harry Truman, Leslie Groves dijo que era como un niño pequeño al que
no le dieron la posibilidad de decir que no. Pero Truman firmó las dos órdenes
para tirar las bombas atómicas. Es verdadera y abiertamente responsable por
esto.
-¿Por qué arrojaron la bomba en Nagasaki, solo tres días después de
Hiroshima, sin darle tiempo a Japón de poder rendirse?
Porque la de Hiroshima fue una bomba de uranio y la de Nagasaki fue de
plutonio. Si hubiéramos tenido una tercera bomba seguramente la hubiéramos
tirado en una tercera ciudad. Queríamos demostrar que teníamos esas dos bombas.
Realmente no hay una explicación militar o moral y es por eso por lo que muchos
líderes militares relacionados con el tema finalmente hablaron. En ese momento
estaban amordazados, pero tiempo más tarde hablaron de una forma muy
contundente. El Jefe del Estado Conjunto en esa época, William D. Leahy, dijo
que los japoneses ya estaban derrotados y listos para rendirse debido al
efectivo bloqueo marítimo y al exitoso bombardeo con armas convencionales y, a
nivel moral, arrojar la bomba fue un reflejo de la barbarie de los años
oscuros.
-¿Cree que Moscú recibió el mensaje?
Sí, por supuesto recibieron el mensaje. Stalin y a otros líderes rusos
dijeron que esto erosionó completamente la victoria que habían tenido sobre los
nazis en Europa y expresaron que no había ninguna necesidad de que Estados
Unidos tirara la bomba. Ellos sabían de la desesperación de los japoneses por
rendirse. Stalin le dijo a Truman en Postdam que si alguien de Estados Unidos
usaba una bomba, los soviéticos interpretarían que los japoneses no serían el
objetivo inmediato, sino que el objetivo real era la Unión Soviética. Estados
Unidos fue tan despiadado que mató a miles y miles de personas innecesariamente
solo para enviar un mensaje a Moscú.
-¿Cuáles son las lecciones que dejó Hiroshima?
Una de las principales lecciones es que Truman no fue un mal hombre. No fue
un buen presidente, fue un presidente terrible pero no fue malvado, no estaba
sediento de sangre. Entonces la pregunta es ¿por qué a veces las buenas
personas hacen cosas terribles? La segunda lección es que Truman entendió que
estaba empezando un proceso lanzando la bomba de la manera en que lo hizo.
Empezó un proceso que eventualmente podía terminar con la vida en el planeta.
Fue hacia adelante y lo hizo de la manera más despiadada. Robert Oppenheimer,
director científico del proyecto Manhattan, reunió a todos los líderes el 31 de
mayo y les dijo que en tres años iban a tener armas entre 700 y 7.000 veces más
poderosas que la bomba de Hiroshima. Ellos sabían que tenían la capacidad de
desarrollar armas que podían ser tan poderosas como decían y que podían
terminar con la vida en el planeta. Esto es lo más aterrorizante. Las miles de
vidas inocentes de hombres, mujeres y niños que se perdieron ya es un hecho
terrible en sí mismo. Es un crimen de guerra. Pero la amenaza de poder
extinguir a la humanidad y vivir con esta amenaza desde entonces, es para mí la
mayor lección. Hiroshima empezó un proceso que mantiene la amenaza hasta el día
de hoy. Hoy vivimos en un mundo muy, muy peligroso. Las relaciones de los
Estados Unidos con China o con Rusia son terribles. Una
guerra puede suceder en cualquier momento entre India y Pakistán.
Casi tuvimos una guerra el año pasado con Corea del Norte.
-¿Por qué cree que Estados Unidos sigue gastando millones de dólares en la
carrera nuclear?
-Mucho más. 1,7 billones de dólares cuesta el programa de modernización que
fue iniciado por Barack Obama. Es una locura. El Papa ha llamado a
eliminar las armas nucleares, como también los líderes morales alrededor
del mundo. Pero está Donald Trump que dice “Make America
great again”, Vladimir Putin “Make Russia great again” y Xi-Jinping con “China
great again”. Estas personas son limitadas en su visión de lo que se
necesita para hacer de este un mejor planeta. Estamos lidiando con este tipo de
seres humanos que tienen un enorme poder. Hoy Estados Unidos y Rusia tienen el
93% de las armas nucleares del planeta.
-Durante el gobierno de Trump, Estados Unidos se ha retirado de varios
acuerdos y existen discusiones para hacer el primer test de explosión nuclear
desde 1992.
Exactamente. Es tan peligroso. Pero Trump dice: “¿Cuál es el punto
de tener armas nucleares sino podemos usarlas?”. Y tiene socios alrededor
del mundo. Muchas personas están pidiendo por la abolición de las armas
nucleares, pero hay 9 estados nucleares y ninguno está listo para deshacerse de
las armas atómicas. Está Israel contra Irán. Pakistán que dice
que la armada de India es el doble de grande y las armas nucleares los protegen
de India. Está el caso de Corea del Norte, que busca protegerse de los Estados
Unidos. Todos acá tienen sus razones, pero ninguna razón es válida. Creo que
todavía tenemos la oportunidad de cambiarlo, pero si seguimos dejando que esto
avance en algún momento va a pasar un desastre. Hoy tenemos dos crisis: una es la
crisis del cambio climático y la otra es la crisis nuclear.
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