Cuando se copia una forma de hacer una sociedad "nueva" al buen estilo del Stalin, lo verdaderamente dañino es que utilizan las mismas palabras conocidas, socialismo, bienestar al pueblo...tiene que existir libertad colectiva e individual. Como dijo un viejo guerrillero, que "algunos" no le hicieron mucho caso en su momento, "el socialismo es una construcción voluntaria de la mayoría de un pueblo".
La ley de Corea del Norte que impone severos castigos a quienes ven series y películas extranjeras
La norma, aseguró a la BBC Lee Sang Yong, editor del Daily NK --publicación
online en Seúl con fuentes en Corea del Norte--, dice "que si un trabajador es
descubierto (consumiendo este tipo de productos extranjeros), el jefe de la
fábrica puede ser castigado, y si un niño es problemático, los padres también
pueden ser castigados".
"El sistema de monitoreo mutuo alentado por
el régimen de Corea del Norte se refleja agresivamente en esta ley",
subrayó Lee Sang Yong. Los infractores, indicó el periodista, pueden enfrentar
fuertes multas, encarcelamiento y posiblemente la muerte, según la gravedad del
delito.
La intención de esta nueva norma, consideró, es "destruir" cualquier
sueño o fascinación que la generación más joven pueda tener con Corea del Sur. En
un país sin internet, sin redes sociales y solo con unos pocos canales de
televisión controlados por el Estado, el régimen de Kim Jong-Un cree que
"si se introducen culturas de otros países podría crearse un sentimiento
de resistencia", opinó el editor.
Hay analistas que creen que se estaría tratando de evitar que la
información externa llegue a la población de Corea del Norte en momentos en que
la vida en el país se está tornando cada vez más difícil, con grandes
hambrunas.
Choi Jong-hoon, uno de los pocos desertores que logró salir del país en el
último año, le dijo a la BBC que "cuanto más difíciles son los tiempos, más
severos se vuelven los reglamentos, las leyes y los castigos". "Psicológicamente,
cuando tienes la barriga llena y ves una película surcoreana, puede que sea por
placer. Pero cuando no hay comida y vivir es una lucha, la gente se enoja",
añadió.
Según los medios internacionales, la persecución no se centra
exclusivamente en los productos audiovisuales. Recientemente, Kim Jong-Un escribió una carta en medios estatales pidiendo a la Liga Juvenil del
país que tome medidas enérgicas contra el "comportamiento desagradable,
individualista y antisocialista" entre los jóvenes. Su
intención, con esa misiva, sería acabar con el habla extranjera, los peinados y
la ropa que él describe como "venenos peligrosos".
De acuerdo con información publicada por el Daily NK, tres adolescentes
fueron enviados recientemente a un campamento de reeducación por cortarse el
pelo como ídolos del K-pop y usar los pantalones por encima de los tobillos.
Contrabando
Esta nueva ley se propone
profundizar los castigos y sanciones que ya existen desde hace años respecto al
consumo de productos audiovisuales extranjeros. Yoon Mi-so, quien hace un tiempo dejó Corea del
Norte rumbo a Seúl, contó que tenía 11 años cuando vio por primera vez la
ejecución un hombre que había sido sorprendido con una película surcoreana.
Todo su vecindario fue obligado a mirar la ejecución. "Si no lo hacías,
era considerado como traición", le dijo a la BBC. "Lo pusieron en una
estaca, lo ataron y luego le dispararon", recordó.
Pese a las distintas medidas de persecución y sanción, aseguró el medio
británico, los norcoreanos se las han ingeniado para seguir viendo películas y
series extranjeras que traen de contrabando desde la frontera con China.
Durante varios años, las series se han compartido a través de memorias
USB que ahora son tan "comunes como las rocas", dijo
Choi, quien también se pudo alejar de Corea del Norte. Son fáciles de ocultar y
también están protegidas con contraseñas: "si escribes la contraseña
incorrecta tres veces seguidas, el USB borra su contenido. Incluso puedes
configurarlo para que esto suceda después de una entrada incorrecta de la
contraseña si el contenido es muy delicado", precisó.
"También hay muchos casos en los que el USB está configurado para que
solo se pueda ver una vez en una computadora determinada, por lo que no se
puede conectar a otro dispositivo o dárselo a otra persona. Solo tu puedes
verlo. Así que incluso si hubieses querido difundirlo no hubieras podido",
agregó.
Kim Geum-hyok tenía solo 16 años en 2009 cuando fue capturado por guardias
de una unidad especial creada para perseguir y arrestar a cualquiera que
compartiera videos ilegales. Él le había dado a un amigo algunos DVD de música
pop surcoreana que su padre había traído de contrabando desde China. Según
contó a la BBC, los guardias lo llevaron a una sala secreta para interrogarlo, lo
golpearon y no lo dejaron dormir durante cuatro días.
"Pensé que mi mundo se estaba acabando. Querían saber cómo había
conseguido este video y a cuántas personas se lo había mostrado. No podía decir
que mi padre había traído esos DVD de China. ¿Qué podía decir? Era mi padre. No
dije nada, solo dije: 'No lo sé, no lo sé. Por favor déjenme ir'", relató.
Como el joven era de una familia de elite, su padre pudo sobornar a los
guardias para que lo dejaran en libertad.
Muchos de los capturados por delitos similares fueron enviados a campos de
trabajo. "Al principio, la sentencia era de alrededor de un año en un campo
de trabajo. Eso cambió a más de tres años. Ahora mismo, si vas a un campo de
trabajo, más del 50% de los jóvenes están allí porque vieron medios extranjeros",
afirmó Choi. "Si alguien mira dos horas de material ilegal, serían tres
años en un campo de trabajo. Este es un gran problema", lamentó.
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