Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 12 de julio de 2023

Acabamos de conocer la noticia de la muerte del escritor checoslovaco Milan Kundera a la edad de 94 años. Para los que vivimos en un socialismo “real” con la atenta mirada de la URSS (Cuba no estuvo exenta de este condicionamiento, a pesar de haber sido una Revolución autóctona basada únicamente en su historia de colonia primero de España y luego de Estados Unidos), el escritor Kundera fue un distinto, al menos alerto sobre la necesidad de cuestionarse un “sistema” que se daba como “único” y sin necesidad de una  superación propia, el socialismo era así y libracos de “grandes pensadores” lo anunciaban mas como religión que como referencia para batallar un camino frente al Capitalismo brutal que finalmente logro su cometido (siempre circunstancial a la vista de la historia humana). Dejo a continuación dos escritos, uno de Ernesto Estévez Rams y otro mío haciendo alusión a tamaño escritor en el día de su muerte.

EXORCIZANDO LAS LEVEDADES
(Por Ernesto Estévez Rams, en el blog de Iroel Sanchez "LA PUPILA INSOMNE")

«“Einmal ist keinmal”, repite Tomás para sí el proverbio alemán. Lo que ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre puede vivir una vida es como si no viviera en lo absoluto»

La insoportable levedad del Ser

Milan Kundera

Qué tiene la Insoportable Levedad del Ser que el lector, casi desde el mismo inicio, frente a su adictivo ambiente depresivo y contra toda lógica, sigue sumergiéndose en él hasta que es demasiado tarde. Hay algo en sus páginas que trasciende la anécdota para entregarnos la manera escondida en que algunas tormentas se incuban en Europa. En cada uno de sus personajes hay un fantasma ibseniano en un ambiente que bien pudiera ser el adecuado para un grito interminable sobre un puente.

En Europa a todo ahogo social le llega su primavera de Praga. A París le llegó vestido de chalecos amarillos. Que el dramatismo del hecho haya sido disfrazado en los medios no disminuye su potencialmente inmensa trascendencia gestadora.  Si hay gritos que cargaron en sí una esterilidad anuladora en cielo fantasmagórico, el de París, con el tiempo, conduce a decapitaciones de las que no se salvan ni reyes, ni concubinas, ni siquiera esposas.  Lo mejor es que transforman sistemas y destrozan relaciones. Algo más que una catedral se quemó este año en Francia, algo para cuya reparación no sirven todas las donaciones financieras posibles.

Un exultante Ronald Reagan le exclamó al cobarde de Gorbachov en un discurso, conclusión de un aquelarre de mediocres: “Presidente, derribe usted ese muro” a lo que siguió poco después precisamente la caída de esa muralla y la absorción de la RDA por la RFA. Como principio del fin, el efecto dominó no se detuvo hasta la caída de la URSS. La embraguiadora sensación de victoria absoluta que envolvió al capitalismo global condujo a un orgasmo intelectual como el de Fukuyama, que decretó el fin de la historia avanzando una idea que no era ni suya. Desafortunadamente para ellos, la historia tozuda demostró, no mucho después, que el orgasmo era resultado de una masturbación y no el presunto parto del siglo XXI americano.

A los conversos les sucedió además como a los franceses monárquicos, cuyas expectativas luego de la derrota de Napoleón y la restauración no fueron satisfechas ni con mucho. En palabra de William Gaunt “Quice años después de la batalla de Waterloo, la desesperación cundía entre quienes poseían suficiente inteligencia para experimentar alguna emoción. La espléndida época que supuestamente vendría después de terminada la guerra nunca se materializó”.

La misma enseñanza pudiera ser extraída de lo que ha sucedido luego de las derrotas de izquierda en Argentina y otros lugares. Los que añoraban los “buenos” tiempos de Menem, despertaron a la pesadilla de Macri, esta vez, sin embargo, no hubo ni tan siquiera un breve período en que las medidas neoliberales crearan una ilusión de avance.

Ningún salto hacia atrás ha sido feliz, no lo ha sido antes, no lo es ahora, no lo será nunca.

En Cuba están los que añoran, fundamentalmente desde Miami, pero también en el patio, una imagen idílica de la Cuba prerrevolucionaria que nunca existió.  Dibujan un mundo que se les antoja recuperable en un absurdo histórico, dialéctico y sentimental. Su expresión concreta, en estos momentos, es la ley Helms-Burton, que, como realización política y económica de ese anhelo retro, pretende devolver las propiedades a los burgueses criollos y norteamericanos expropiados por la Revolución cubana. Como si ello fuera posible. En un escenario hipotético donde tal cosa aconteciera, es claro que el aborto social sería de magnitud catastrófica. La pesadilla de ese escenario es que tiene detrás, empujándola, a la potencia militar y económica más grande del planeta. La buena noticia es que no lo permitiremos.

Solo la mediocridad cree que hay algo sublime en los retrocesos.

Pero esas nostalgias del pasado se dan en casi todos los contextos y no sólo en términos de desconstrucciones sociales. Hay revolucionarios que paradójicamente creen posible regresar a la década del ochenta, idealizada en términos económicos, políticos e ideológicos. Olvídenlo, es anti dialéctico, no ocurrirá.  Lo más preocupante de ese anhelo es que esconde la idea de que, entonces, al socialismo le iba bien. No es cierto. Lo demostró la historia. En términos económicos las fuerzas productivas enormes que habían dado el salto colosal de convertir a la URSS de un país destruido a una potencia mundial, mostraban un agotamiento resultado de concepciones políticas fallidas y una cultura predominante de la ineficiencia, en particular energética. En términos políticos, la URSS estaba anquilosada y había perdido buena parte de su filo como agente de cambio revolucionario a nivel internacional. En términos ideológicos tampoco la cosa iba bien, un pensamiento rígido había vencido la batalla ideológica interna y sobre su base se erigía una visión positivista de la historia que ocultaba el carácter retrógrado de muchas ideas, y ello ya tenía tal alcance, que algunos consideran que había perdido su capacidad de regeneración.

Kundera juega desde el mismo inicio con la idea del retorno interminable a partir de una idea de la que culpa a Nietzsche: hay determinado orgullo en lo irrepetible pero también hay determinada intrascendencia, aún en lo más heroico. Por el contrario, si la historia fuera el repetir de lo ya ocurrido, cada hecho tendría la responsabilidad que carga su propia recurrencia. Lo no recurrente, como ha sido único, lleva como encargo la levedad de no trascender. Nada de lo que hagamos es realmente importante porque no ha de ser vivido otra vez. En ese sentido, lo recurrente lleva una pesadez inalcanzable por lo otro.  Y entonces la pregunta esencial del libro la resume en ¿Qué es lo positivo, el peso o la levedad?

Es de lógica generacional que los más viejos piensen que sus tiempos fueron paradigmas de lo que debe ser. En todas las sociedades hay tensiones generacionales. Como combustible están los problemas que las generaciones anteriores no pudieron o supieron resolver y que han sido heredadas por las más jóvenes. Estas últimas sienten, colectivamente, que tienen que pagar una factura que no le corresponde. No se dan cuenta que esa factura es también de ellos, porque se contrajo en la búsqueda permanente que es la existencia humana. Quién les dijo que cada generación es independiente y ajeno a un organismo más gigante que los incluye y cuyo tiempo poco tiene que ver con la cortedad de sus presencias. Ese organismo es el que sirve los escenarios incompletos pero reales al que ellos llegan. Pero aun así, si no se les da espacio, te la dejan en la mano y se van a otros lares con la creencia de que tienen en su posesión un cheque en blanco. A pesar del engaño (los cheques en blanco no existen) tienen algo de razón en su discurso.

Contrario a la tesis de Kundera, aunque la realidad es irrepetible, Nietzsche no tenía razón y la memoria colectiva, esa tozuda incorruptible, evita que la levedad se apodere de lo que en apariencia es fugaz. La trascendencia no está en lo que se repite, sino en lo que funda nuevos tiempos.

Quien crea que en Cuba no hay tensiones generacionales tiene la cabeza metida en un cubo.  Por suerte las hay, lo contrario significaría que el cuerpo social está muerto.

El problema no es lo inherentemente subversivo que hay en todo lo joven, sino cuando las generaciones ya mayores, pretenden constreñir a las que han llegado luego, al querer forzarlas a que se parezcan a ellos. En todo esto, hay la pretensión de revivir el mito del retorno eterno. Querer que ellos sean como nosotros y que nuestras heroicidades sean sus heroicidades. Si pretendemos que nos repitan, lo harán por igual de nuestros aciertos y de nuestras cortedades. No fundarán nada cuando hay mucho que fundar. Lo verdaderamente heroico y lo dialéctico para cada generación es siempre no repetir a sus padres.

Lo siento por Tomás, los seres humanos solo vivimos una vida, pero ello no significa que no hayamos vivido. Es cierto que nos vamos, pero la memoria queda de tal manera, que volvemos a vivir con suerte variable en los que nos heredan, aún contra su voluntad, si es el caso. Lo que es cierto es que no vivimos otra vez la misma vida, no hay recurrencia eterna, todo momento siendo continuidad es ruptura. Que no lo olviden los agoreros del calco aburrido, todo su esfuerzo está irremediablemente condenado al fracaso.

Crear agentes de la repetición no gestará al actor social que la Revolución necesita. Lo que se necesita es del talento creador que surge de la irreverencia. Lo otro solo genera mediocridad disfrazada de la incondicionalidad del ovejo (Santiago Álvarez era más radical, decía que al mediocre había que fusilarlo).

Frente a la infeliz idea de que la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo, vale la pena contraponer aquella máxima de Malraux: La juventud es la única religión a la que terminamos todos convirtiéndonos. Parece que, a pesar de algunos, la juventud es eterna, se renueva constantemente y, por tanto, es una enfermedad crónica y maravillosamente incurable.

No es útil indoctrinar a los jóvenes en ver el pasado, por heroico que sea, como culto, en vez de referencia. La primera visión es más religiosa que marxista, la segunda, puede llegar a ser dialéctica. Fidel dejó como última enseñanza que no le hicieran iconos de adoración. Ello no fue resultado de su mítica modestia, fue resultado de su comprensión dialéctica de la historia como suceso irrepetible.   Quienes ponen esfuerzo en circunvalar esa voluntad, como si de un capricho inconfesable se tratase, no han entendido nada.

Enseñar a pensar, he ahí nuestra ventaja discursiva. El capitalismo no puede darse ese lujo.

Todo esto ya fue dicho por el irrepetible e irreverente Alfredo Guevara. Prefiero contar hasta diez, diez veces, por oir la insolencia contestaria de igual número de jóvenes, que caerme de sueño por oir diez declamaciones iguales, en emulación entre ellas, recitando al mismo ritmo loas empalagosas y poco útiles a la Revolución o buscando quien acompaña el nombre de Fidel con más adjetivos.  El Che los llamaba guatacones. Realmente se debería emplear  el intelecto en algo más productivo para la Revolución.

Desde Céspedes hasta Fidel, la Revolución se hizo por quienes retaron el “sentido común” de los que le precedieron. Ahora que está en el poder, su ejercicio generacional debe basarse en superar la función reproductiva que el capitalismo le da a la historia pretendiéndola como un suceso aburrido de mediocridades. Frente a su empeño en idiotizar a la juventud como mecanismo de fin de la historia, debemos contraponer el de una sociedad que también es distinta al aupar a la juventud a pensar y actuar como superadora constante y dialéctica de todos los pasados incluyendo el nuestro.

Si de juventud se trata, nuestra función, en términos educativos, es impregnarle a la rebeldía del joven el contenido de insolencia cósmica que los haga continuidad de esencias, y no aldeano vil, ignorante del gigante de las siete leguas que va engullendo mundos y de las batallas que se dan en el cosmos por la existencia humana. Nuestra función es ayudarlos a hacerse revolucionarios de esa cualidad que significa hacer que la Revolución renazca distinta e igual con cada generación. Es educarlos a exorcizar la insoportable levedad del ser con el peso sublime de lo que funda.

 

MILAN KUNDERA
(Frank Delgado)

Ya yo te olvide
ya te di pisón
tu guagua se fue
 
Así que no cantes el Himno Soviético
en mi cabaret
devuelve la llave de Praga
tu sabes
ya no hay primavera
y nada de invadirme la Güinera
 
Ya nadie habla de Milan Kundera
y ese no era cualquiera
Ya nadie habla de Milan Kundera
Checoslovaquia te espera
Ya nadie habla de Milan Kundera
 
Resuelve el entuerto de este puto muerto
Y ve a la oficoda
Y pide la baja que el bobo trabaja
En la noche de boda
Recoge tus ropas
Y retira tus tropas
Para la frontera
Y nada
de camiones con esteras
Como decía pantera
 
Ya nadie habla de Milan Kundera
Tu no me mandes cuatrera
Ya nadie habla de Milan Kundera
Los tanques para la Güinera
Ya nadie habla de Milan Kundera
 
Déjate de feria y de lenguaje corporal
Deja de apelar a la memoria
Si tú hiciste gárgara bebiendo de mis lágrimas
Espero que te quede buena voz
 
Recoge tu hamaca
Y sal de mi barraca
De una puta vez
Y ve a la bodega
a ver si se te pega
la cuota del mes
ya yo te advertí
me caso contigo el año pasao
porque el año que viene te extrañe
como Cecilia Valdez
 
Ya nadie habla de Milan Kundera
El tipo que denostó al Socialismo
En cada una de sus novelas
Ya nadie habla de Milan Kundera
Porque muerto el perro se acabo la rabia
A ver si la tienes en ediciones brujeras
Ya nadie habla de Milan Kundera
Y de aquellos presidentes de la FEU
Que salieron cada uno
Como bola por tronera
Ya nadie habla de Milan Kundera
Como tampoco hablaran de ti
El día que salgas echando por esa puerta
Ya nadie habla de Milan Kundera
No hablan de Raini ni de Frank
Ya nadie habla de Milan
Que los 10 millones Van
Ya nadie habla de Milan
Eso decía la JUCEPLAN
Ya nadie habla de Milan
Que quinquenal es el Plan
Ya nadie habla de Milan
Ni de Pello El Afrokan
Ya nadie habla de Milan
Ni de Otto ni de Hassan
Ya nadie habla de Milan
De Lazarito de Elian
Ya nadie habla de Milan
Que tremenda jodedera
de Milan Kundera
Tu no me mandes cuatrera
de Milan Kundera
Los tanques pa`la Güinera
de Milan Kundera
Abajo la Gusanera!
de Milan Kundera
Los cañones con esteras
de Milan Kundera
Con Praga y su primavera
de Milan Kundera
Checoslovaquia te espera
de Milan Kundera
Y la madre pa`cualquiera
de Milan Kundera
Guajira Guantanamera
De Milan Kundera
Y como Checo y Slovaco
Ya me voy
Ya nadie habla de Milan Kundera
No hablan de Raini ni de Frank
Ya nadie habla de Milan
Que tremenda jodedera
De Milan Kundera
Y nos fuimos
Ya nadie habla de Milan Kundera

 


1968

Tal vez porque a uno no le toco hacer Revolución, porque fue Fidel y su generación que dejando a un lado, la buena cerveza, la buena cena bajo la luna, decidieron liberar a un país, que cualquier análisis del pasado viniendo de un inteletualoide como yo, que se regocija de su suerte bajo un ron con hielo, no sea significativo mi análisis, no obstante me atrevo a escribir sobre una parte de nuestra historia, ni siquiera para mi sino para mi hija, con juventud plena, que le caerá la bola de nieve de la historia reescrita cuando sus fundadores no estén sobre la faz de la tierra.

Es increíble comprobar que Fidel y sus seguidores del Comité Central construirían el COMUNISMO al doblar del SODAINIT de Lawton. La historia y sus momentos son grandiosos y para mi releyendo algunos artículos sobre el año 1968, me da la sensación que para aquellos cuarentones con mucho huevo, el COMUNISMO como sociedad se estaba construyendo no solo en ese año en Cuba, sino a nivel Mundial

He leído algunos textos periodísticos donde intentan reescribir la historia, y se que en el futuro esa será una constante, por tanto esta bueno para las nuevas generaciones y para las no tanto como el que escribe, releer de primera mano que se dijo en un momento determinados por los protagonistas de entonces y sacar sus propias conclusiones.

En 1968 yo tenía apenas 4 años cuando las tropas del Pacto de Varsovia entraron en las calles de Praga. Por tanto mi opinión sobre tales acontecimientos está avalada por mis percepciones del Mundo cuando me toco analizarlo  y no por mis vivencias personales por obvias razones. Es muy difícil entonces valorar tales situaciones con las perspectivas del Mundo de hoy. Mucha lluvia debajo del puente. Sin embargo en este Mundo donde “…hoy resulta que es lo mismo, ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual nada es mejor…” me complace volver a las fuentes y analizar un hecho que me conmueve, no por mi situación actual sino porque me preocupa mi Patria en el futuro, y la necesidad de contar con principios sólidos que viajen en el tiempo, mas allá de nuestros fundadores de la independencia total.

Hace poco sobre un articulo que leí sobre el discurso de Fidel, conocido como “Palabras a los Intelectuales” en el blog de Iroel Sánchez “La Pupila Insomne”, escribí espontáneamente lo que me vino a la mente…”Hola, Es todo un tema el que se toca, pero la Frase “ La revolución solo debe renunciar a aquellos que sean incorregiblemente reaccionarios, que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios…”, es tan ambigua como la mas famosa conocida, porque siempre deja a ALGUIEN la potestad de definir lo que es INCORREGIBLE, si hay ALGUIEN capaz de juzgar que es la LIBERTAD, entonces no estamos en presencia de ella…sin embargo rescato que hasta ese momento la Cultura era privilegio de pocos, y fue la Revolución la que realmente la hizo masiva, independientemente del poder económico del individuo, pocas veces se ha visto algo igual en la historia de la humanidad, por eso digo, eso es una cosa y la libertad de pensamiento y acción del individuo en su lecho cultural es otra cosa, las “distorsiones” que se dieron mas tarde y que de seguro se siguieron dando aunque no tan masivamente y se darán en el futuro de mantenerse la idea de Fidel, esta dado porque ALGUIEN tuvo y tendrá la potestad de definir el “dentro”, el “contra” y lo “incorregible”…Me gustaría repensar que si le vamos a poner limitaciones a la LIBERTAD esta solo, en el caso de Cuba por su legado histórico, debería ser…La Revolución solo debe renunciar a aquellos que entreguen su independencia como nación…sabiendo que aun así cercenamos la LIBERTAD de los entreguistas. No hay mas vuelta que darle hasta ahora la LIBERTAD de los seres humanos esta condicionada por el sistema en que vivimos, no hay mas LIBERTAD en Cuba que en Argentina o en Alemania y viceversa, tenemos que hacernos cargo que una parte de nuestra LIBERTAD como individuos la entregamos a los que ejercen el poder, sea en Cuba o en Japón. Donde solo “podemos” ser LIBRE verdaderamente es en nuestros pensamiento, lo demás lo entregamos”.

Pongo esta respuesta mía no por apología a mi ego personal, sino porque tiene que ver con que tenemos derecho a repensar nuestra historia, y a sacar conclusiones para el futuro. Sabiendo, y esto es muy importante para las futuras generaciones, que nuestros padres fundadores (Fidel y su generación histórica) nos dieron lo mas puro que es nuestra soberanía TOTAL, pero que en su quehacer revolucionario cometieron errores, dado las circunstancias históricas que le tocaron y que debemos ser claros y críticos para el futuro de la nación.

En 1968 Fidel y su generación pensaban que estábamos a las puertas de construir el COMUNISMO como sociedad suprema de la raza humana. Ese adelantamiento e idealismo histórico le propicio no pocos errores tácticos en el desarrollo de la nación cubana. Si uno estudia con detenimiento  todo lo acontecido después de la Crisis de Octubre, se da cuenta ( y es mi modesta apreciación de un humilde pelador de caña…) que la visita de Fidel de Abril de 1963 (no había nacido entonces, el que escribe) cambio la percepción de este de aquella sociedad y de sus objetivos para Cuba, La URSS de Nikita trataba de mitigar las pifias políticas que habían cometido con la SOBERANIA de una nación que apenas conocían y que trataban con sus misiles como habían tratado hasta entonces con “los países de Europa bajo su INFLUENCIA”. La nación cubana había sido herida como lo hicieron los norteamericanos con Calixto García en Santiago de Cuba y era necesario reparar tal agravio con todas las gentilezas habidas y por haber con el Líder indiscutible de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.

Fidel se entrego a aquellos agasajos de Abril de 1963, y de cierta manera él y su generación perdonaron los agravios de los resultados de la Crisis de los Misiles. Esto condiciono lo sucedido mas tarde en 1968 con la entrada de las tropas del Pacto de Varsovia en la capital de Checoslovaquia. Fidel y su Comité Central de entonces se vio en una gran disyuntiva, avalar el hecho, PERO, dejando su posición TERCER MUNDISTA, muy clara aun hoy para la situación actual del Mundo.

Hay pasajes de la comparecencia de Fidel el 23 de Agosto de 1968 por la televisión cubana, que tratando de dar una justificación salomónica al asunto de la intervención de ejércitos extranjeros en la Republica Socialista de Checoslovaquia, pone a pensar a la ciudadanía cubana sobre el CONCEPTO de SOBERANIA, cuando dice…”Nosotros aceptamos la amarga necesidad que exigió el envió de esas fuerzas a Checoslovaquia, nosotros no condenamos a los países socialistas que tomaron esa decisión…”. Fidel sabe que es una decisión política y no legal y por la primera lo justifica, sin embargo a raíz de que puedo leer el “periódico del Lunes” uno sabe como termino el partido y que aun esa decisión política fue un gran error histórico. Fidel uso también ese contexto para hacer una series de reclamaciones justas, en cuanto a la posición del campo socialista y el Pacto de Varsovia en particular, de ayudar a unos si y a otros no, recuerden que en ese momento además de Cuba, estaba Vietnam y Corea del Norte, y Vietnam estaba hostigada e intervenida por los Estados Unidos, pero lo que mas hago hincapié es en la idea que Fidel instala o trata de instalar en la sociedad cubana sobre el hecho de que se puede posponer el concepto de “soberanía” por un objetivo mas abarcador, algo que me parece no solo en ese contexto sino como idea filosófica futura de la nación cubana un gran disparate (con permiso y arrogancia de mi parte), esto esta reflejado cuando Fidel expresa en aquella comparecencia que “… solo el desarrollo de la conciencia política de nuestro pueblo puede permitir la capacidad de analizar, cuando ello se puede presentar como una necesidad y cuando ello, incluso es necesario admitirlo aun cuando viole derechos, como son el derecho de la soberanía, que en este caso, a nuestro juicio, tiene que ceder ante el interés mas importante de los derechos del movimiento revolucionario mundial y de la lucha de los pueblos contra el imperialismo que a nuestro juicio, es la cuestión fundamental…” “…y nosotros debemos aprender analizar estas realidades y cuando un interés debe ceder a otro interés para no incurrir en posiciones romaticas e idealistas que no se ajustan a estas realidades…”

Muchas veces a mis compañeros de la Argentina les comento, cuantas veces estuve en una plaza horas y horas escuchando a Fidel, o cuantas veces lo escuche por televisión. Releer a Fidel debe ser un compromiso de las nuevas generaciones no solo para encontrar los errores de la época, en que aquellos fundadores de nuestra total independencia operaron, sino porque aprenderemos quienes y que debemos ser en el futuro como nación. 
Soy un defensor a ultranza de la Soberanía y la Independencia de Cuba, me da urticaria cuando desde el poder nos pueden conducir a entregar parte de ella, sea del color que sea, ese debe ser un principio irrenunciable de Cuba como Nación y espero que las nuevas generaciones nunca lo entreguen por más necesidades económicas que tengamos.

Hay pasajes de aquella comparecencia de Fidel del 23 de agosto de 1968 que vale la pena releer, en vista de lo que fue y ha sido la Cuba del siglo XXI, cada cual tiene derecho a pensar como desee, pero vale la pena la lectura y el análisis.

 

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