Un dia como hoy cumple 73 años Charly Garcia, alguna vez por el 18 de Diciembre de 2013 cuando la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) le entrego el titulo de Doctor Honoris Causa escribi lo que les dejo a continuacion...
CUANDO YA ME EMPIECE A QUEDAR SOLO
Muchas veces se le asume a Borges (en discusión el tema) la convicción
teórica de que ya todo está escrito, que somos y seremos unos verdaderos
plagiadores. No soy un gran lector, ni tampoco escritor alguno como para
afirmar o desmentir semejante aseveración ( Bah!, como si esto le fuera
importante a Borges y al resto de la humanidad), sin embargo creo que tanto el
que profesaba dicha convicción como otros escritores han tenido el talento
suficiente (algo que adolecemos el resto de los mortales) de conjugar esas
palabras del diccionario de una manera prodigiosa para expresar esos
sentimientos que deben ser los mismos desde que los primates superiores
pudieron llevar a vocablos, esas cosas indescifrables que les oprimía el pecho,
sus propios sentimientos.
Otro tanto pasa cuando de música se trata, la combinación de esas 12 notas
apropiadamente nos ha dejado la sensación que toda la música ya está hecha, sin
embargo cada cierto tiempo surgen hombres maravillosos que nos sensibilizan y
nos movilizan con su combinación indiscutible.
En 1955, a la edad de 4 años Carlos Alberto García Moreno, mas conocido
como Charly Garcia, ya tocaba el piano y a los 12 años se recibió del
Conservatorio Piazzini de Buenos Aires de Profesor de Teoría y Solfeo, su
delirio por Chopin, Mozart y Bach han marcado su Rock, después de que en su
adolescencia se topo con la música de los chicos de Liverpool.
Sus manos con esos dedos garfeados de 62 años (hoy 11 años despues siguen igual), por perseguir
tanto el piano desde temprana edad, han dejado una extensa obra musical y una
poética inconfundible que ha marcado con un sello particular, ese fenómeno
cultural Latinoamericano que se ha llamado “El Rock Nacional Argentino”.
Tendré los ojos muy lejos
y un cigarrillo en la boca,
el pecho dentro de un hueco
y una gata medio loca.
Un escenario vacío,
un libro muerto de pena,
un dibujo destruido
y la caridad ajena.
Un televisor inútil
eléctrica compañía,
la radio a todo volumen
y una prisión que no es mía.
Una vejez sin temores
y una vida reposada,
ventanas muy agitadas
y una cama tan inmóvil.
Y un montón de diarios apilados
y una flor cuidando mi pasado
y un rumor de voces que me gritan
y un millón de manos que me aplauden
y el fantasma tuyo, sobre todo
cuando ya me empiece a quedar solo.
La Canción “Alicia en el país de las maravillas”, escrita en 1980, a cuatro
años del golpe de estado y la instauración de la dictadura militar en la
Argentina, tiene una lirica inteligente, comprometida y denunciante…
…Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
juegan cricket bajo la luna
Estamos en la tierra de nadie, pero es mía
Los inocentes son los culpables, dice su señoría,
el Rey de espadas.
No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,
no tendrás poder
ni abogados, ni testigos.
Enciende los candiles que los brujos
piensan en volver
a nublarnos el camino.
Estamos en la tierra de todos, en la vida.
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruinas sobre ruinas,
querida Alicia…
Pero esta no fue la única, Charly pudo decir mucho más que los demás sin
que los militares supieran y eso demostró su sagacidad para describir una
realidad nefasta para todos.
De Charly se puede escribir mucho mas, y me permito solo esto, porque lo
que quiero contar es que este pasado 16 de Diciembre fui invitado a la
Ceremonia de entrega del Doctorado Honoris Causa a Charly Garcia por parte de
la Universidad Nacional de San Martin, fue una fiesta corta y emotiva en la que
no se vio bien físicamente a Charly, salvo cuando se sentó al piano, que
demostró toda su lucidez, la potencia de su talento, y el porqué de tan
merecido reconocimiento. Como expreso el Rector de esta maravillosa
Universidad, con palabras mucho mejores que las mías y de las cuales me sentí
identificado, las manos de Charly encarnan, la vida y la creación de un hombre
atormentado y sublime que nos ha dejado una obra llena de belleza y
contradicciones como la vida misma, una obra fundacional que merece ser
reconocida y cuidada para la posteridad.
Charly lo sabía, hace cuarenta años atrás, lo visionaba,
…Una vejez sin temores
y una vida reposada,
ventanas muy agitadas
y una cama tan inmóvil…
Todavía tenemos Charly para rato, y ojala siga deleitándonos con sus
creaciones, genios musicales como este hombre no nacen todo los días,
disfrutémoslo mientras lo tenemos…GRACIAS CHARLY
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