Para aquellos que hablan de
la "independencia" de los medios de comunicación, sería bueno que
lean con detenimiento la editorial del diario La Nación que a continuación dejo,
no hay dudas que le van "allanando" el camino al nuevo gobierno
neoliberal de Macri, para la "FLEXIBILIZACION" laboral que se
avecina. Una carta que juega siempre los seguidores de Adam Smith para que los
"empresarios" hagan y deshagan a su antojo con los trabajadores que
ya explotan. Recetas aplicadas lo mismo en la Argentina de los 90, como
recientemente en Grecia o España, que desde ya, es sabido, solo trajo más
desempleo y miseria, ahí están los números que tanto le gustan a los economistas
neoliberales de lo que expreso, la realidad es la única verdad posible para
confrontar una teoría.
Por supuesto "los
paladines" de la libertad de expresión (que son los mismos dueños del
Capital) tienen su lenguaje para
encubrir sus verdaderos propósitos, aunque en el escrito que a continuación leerán,
un niño de preescolar encontrará las trampas en las medidas que proponen para
"el aumento del empleo privado y una mejora en la competitividad".
UN CAMBIO INDISPENSABLE EN
LAS RELACIONES LABORALES
(Editorial del Diario
"La Nación" del 26 de Julio de 2016)
Las dificultades por las que
atraviesa la economía debido a la herencia recibida, reclaman, entre otras
necesidades, el aumento del empleo privado y una mejora de la competitividad.
El cumplimiento de ambos objetivos permitirían absorber el empleo público excedente
e incrementar genuinamente el nivel real de los salarios. Sin embargo, ninguno
de estos propósitos podrán lograrse sin una reforma del modelo vigente de
relaciones laborales en la Argentina. Se requieren modificaciones legales y
estructurales, tanto en las reglas de alcance individual sobre el trabajador,
como en las que hacen a los acuerdos colectivos.
Si bien la creación de
nuevos puestos de trabajo es consecuencia, principalmente, de la inversión y
del crecimiento de la economía, las normas laborales juegan un papel
importante. Deben ser lo suficientemente equilibradas para proteger a quienes
aportan su trabajo, pero sin por ello alcanzar a desalentar la inversión ni
afectar la productividad.
Como marco general debe
lograrse que el modelo sindical sea transparente y que asegure el pleno
ejercicio de la libertad gremial, individual y colectiva. Se debe asegurar la
democracia sindical en todos los planos, no solo en el electivo, sino en lo que
hace a la participación real de los representados en la vida interna de los
gremios.
Un primer punto a tener en
claro es que toda imposición o carga sobre el salario induce a la sustitución
de mano de obra por capital, afectando el nivel de empleo. La oferta de mano de
obra es relativamente insensible al nivel salarial, mientras que cualquier
incremento de impuestos y cargas sobre el trabajo reduce la demanda de empleo y
afecta el salario de bolsillo. Debe entenderse, además, que es indistinto que
las cargas las pague el trabajador mediante deducciones de su sueldo o que las
pague formalmente el empleador.
Un aspecto sustancial de una
reforma laboral es que la negociación de salarios y condiciones de trabajo
tenga en consideración la productividad y los límites y posibilidades de cada
empresa. Para ello debe realizarse entre interlocutores genuinos, que aunque
tengan intereses distintos, estén finalmente alineados en la búsqueda del éxito
de la empresa a la que pertenecen. En este sentido se debería asignar
preferencia a los acuerdos laborales de nivel menor (empresa o sector
geográfico) por sobre los acuerdos colectivos o paritarias en el nivel de
sector de actividad. Sólo un acuerdo de salarios y condiciones laborales en el
nivel de empresa, con sus propias ventajas y dificultades, asegura la
convergencia de intereses entre el empresario y sus empleados y trabajadores.
En cualquier caso, el acuerdo debería ser colectivo y no individual. El
carácter colectivo comprende al conjunto de los asalariados de la empresa,
cualquiera sea su oficio o especialidad. En efecto, debe evitarse la
atomización gremial en la empresa, que a la hora de la negociación pudiera
llevar a una carrera de dirigentes sindicales que intenten superar unos lo
alcanzado por otros. La negociación descentralizada debe ser un motor de la reformulación
del modelo de relaciones laborales. La capacidad negociadora de los
trabajadores siempre se asegura con el derecho de huelga.
Debe eliminarse la
obligatoriedad de la homologación de la autoridad administrativa, que lejos de
ser un control eficaz, a menudo se constituyó en un obstáculo para los
contenidos que se pretendían incorporar entre las partes signatarias. El
arbitraje oficial debiera ser la última instancia frente a desacuerdos que no
puedan ser resueltos por las partes. La condición aconsejable es que el árbitro
deba optar por una u otra posición, no pudiendo resolver ni sugerir ninguna
posición intermedia o distinta. Esto impulsa el acuerdo entre partes.
Es importante evitar la
duplicación de las autoridades administrativas competentes en cada
jurisdicción, que además de ser un dispendio innecesario, son ineficientes y
generan conflictos jurisdiccionales. Es imprescindible contar con un sistema
informático que comprenda el régimen previsional, el de riesgos del trabajo,
las asignaciones familiares, los planes sociales y el sistema de salud. De esta
forma se evitarán incongruencias e incompatibilidades.
En el plano individual, uno
de los aspectos relevantes es ayudar a la empleabilidad promoviendo la
capacitación, el entrenamiento y un nivel profesional adecuados. La forma de
incentivar y facilitar la demanda de trabajo es flexibilizar y facilitar la
contratación y que a la vez se brinden garantías para que no se produzcan
contingencias imprevisibles y desproporcionadas. El período de prueba, el
contrato de plazo fijo flexible y otras formas de contratación modulares son
instrumentos eficaces de promoción del empleo y reducción de los costos
laborales. Esto no obsta para que se incentive la continuidad del contrato de
trabajo. También debe tenerse en cuenta que los nuevos procesos y el avance de
las tecnologías hacen necesaria la multifuncionalidad, la polivalencia
funcional y la jornada variable o flexible.
Debe premiarse a quien
genere nuevas oportunidades de empleo, por ejemplo, con la reducción o el
diferimiento de las cargas sociales cuando se crean nuevos puestos de trabajo y
cuando se tomen personas con discapacidades y dificultades para reinsertarse.
La indemnización por despido
debería sustituirse por un sistema contributivo que ampare al trabajador frente
al desempleo. Esto resultaría conveniente tanto para el empleador como para el
trabajador, aseguraría un régimen eficaz de amparo frente a la desocupación, y
a la vez establecería costos previsibles para las empresas. Se debería crear un
fondo con aportes del trabajador y contribuciones del empleador. Los
administradores de estos fondos podrían ser entes autónomos creados al efecto.
Este fondo sería individual y propiedad del trabajador. En caso de no usarlo se
podrá convertir en una renta vitalicia al momento de la jubilación.
El país está frente a una
muy difícil coyuntura económica y social como consecuencia de la herencia
recibida de la gestión kirchnerista. Pero está también frente al enorme desafío
y la oportunidad de una profunda transformación. La reforma laboral es, sin
duda, uno de los puntales del cambio estructural que puede llevar a la
Argentina al Primer Mundo que nunca debió abandonar.
Me pregunto, cuando fue que Argentina estuvo en el "Primer Mundo"? Dónde están los indicadores económicos y sociales que lo avalan?
ResponderEliminarMe imagino que se refiera a la época de Menem. Igual que la de Salinas de Gotari en México. Un espejismo que se derribó como castillo de naipes.
Martín Gracias por escribir acá no te había contestado porque no estoy acostumbrado a que me dejen comentarios, ja,ja,ja, este blog es mas bien mi descarga a tierra y para algunos locos como vos y yo.
ResponderEliminarUn abrazo grande hermano
Gracias Maño. No te preocupes eso lo entiendo. Me gusta mucho tu descarga a tierra. Te leo regularmente. Coincidimos bastante. Lo mas admirable es que escribes y escribes y no (o casi no) necesitas retroalimentación. De vez en cuando te daré mi opinión. Un abrazo
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