La CIA y la prensa: “Un esfuerzo de propaganda sin fin” (Transcripción y video de una entrevista con el “oficial de caso” John Stockwell en “La Pupila Insomne”).
John Stockwell fue “oficial de caso” de la CIA a cargo de operaciones de propaganda en lugares como Angola y Vietnam. En esta entrevista que tradujimos y subtitulamos para nuestro programa de televisión La pupila asombrada Stockwell relata cómo la Agencia Central de Inteligencia utiliza periodistas y académicos, agencias de prensa como Reuters y AFP y grandes medios como The Washington Post y la revista Time para construir noticias falsas y estereotipos sobre países y procesos que Estados Unidos considera enemigos.
P: John, Ud. estuvo en Vietnam trabajando
para la CIA, tengo entendido que estuvo en ese país ¿En qué años estuvo allá?
R: Del 73 al 75 justo después de la
evacuación de tropas y salí en la evacuación de abril del 75
P ¿Cuánto tiempo estuviste en la CIA?
Trece años, yo fui un oficial de caso en
el terreno, serví en África y en Vietnam y eventualmente en un subcomité del
Consejo de Seguridad Nacional en Washington
P: Se sabe que Ud. estuvo en Angola…
R: También dirigí la acción encubierta
angoleña, pero yo la dirigí desde Washington. Estas cosas eran globales y como
jefe de la Fuerza de Tarea de Angola mi oficina estaba en Washington.
P: ¿Cuando Ud abandonó la CIA?
R: En marzo de 1977 me fui a testificar ante
el Senado y hacerlo público y tratar de escribir un libro, lo cual hice.
P: Entraré en eso un poco más tarde. Me
gustaría hablar sobre qué tipo de experiencias uno tiene cuando se deja la CIA
y se comienza a hablar. Nosotros tenemos la impresión de que todo lo que hace
la CIA es recopilar inteligencia,la inteligencia es información, por supuesto,
ahora, uno pensaría que si obtuviste información que se basaba en hechos y si
eso es así, ¿qué hiciste con ella?
R: Bueno, una de las cuatro funciones
principales de la CIA es recopilar inteligencia e idealmente enviarla al
Presidente, a los usuarios de la información, a los hacedores de políticas. Yo
diría que hay otras funciones, sin embargo algunas de ellas más legítimas que
otras, una es ejecutar guerras secretas, la acción encubierta de la que se ha
escrito y que se habla tanto como lo que está pasando hoy en Nicaragua
desde Honduras.
Otra cosa es difundir propaganda para influir
en la mente de las personas, y esta es una función importante de la CIA, y
desafortunadamente, por supuesto, se superpone con la recopilación de
información,usted tiene contacto con un periodista le dará historias
verdaderas, obtendrá información de él, y también le dará historias falsas.
P: ¿Compras su confianza con historias
verdaderas?
R: Compras su confianza y lo engañas.Hemos
visto que esto sucedió recientemente con
Jack Anderson, por ejemplo, quien tiene sus fuentes de inteligencia, y también
ha admitido que ha sido engañado por ellos, una de cada cinco historias
simplemente es falsa.
También trabajas en sus vulnerabilidades
humanas para reclutarlos en un sentido clásico para convertirlos en tu agente,
de modo que puedas controlar lo que hacen, para que no tengas que
comprometerlo, Ud. sabe, con algo sobre ellos, de manera que puedas pedirle:
inserta esto el próximo martes.
P: ¿Puedes hacer esto con reporteros
responsables?
R: Sí, el Comité Church mencionó esto en
1975, y entonces Woodward y Bernstein publicaron un artículo en la revista
Rolling Stones un par de años más tarde: 400 periodistas cooperando con la
CIA,incluyendo algunos de los más renombrados
del gremio, de manera consciente introduciendo historias en los medios de
prensa
P: Bueno, dame un ejemplo concreto de cómo
usaste la prensa de esta manera, cómo se planta la historia falsa y cómo logras
que se publique.
R: Bien, por ejemplo, en mi guerra, la guerra
que ayudé a manejar en Angola, un tercio de mi personal era propaganda,
irónicamente a esto se le llama dentro de la CIA “acción encubierta”, afuera
este término significa la parte violenta, tuve propagandistas en todo el
mundo, principalmente en Londres, Kinshasa y Zambia, recopilábamos historias
que escribíamos y las poníamos en el Zambia Times, y luego las sacábamos y las
enviábamos a los periodistas en nuestra nómina en Europa, y su tapadera sería
que las habían obtenido de su colaborador en Lusaka, quien las había obtenido
en el Zambia Times,tuvimos la complicidad del gobierno de Zambia, de Kenneth
Kaunda, para poner estas historias falsas en sus periódicos, pero después
de ese punto las recogían los periodistas de Reuters y AFP, cuya dirección no
conocía su origen, pero nuestro contacto en Europa sí e inyectamos docenas de
historias sobre “atrocidades cubanas”, “violadores cubanos”, en un caso hicimos
que los “violadores cubanos” fueran capturados y juzgados por las doncellas
ovahimba, que habían sido sus víctimas, y luego publicamos fotografías que
aparecieron en casi todos los periódicos del país de los cubanos ejecutados por
las mujeres ovahimba que supuestamente habían sido sus víctimas.
P: ¿Estas eran fotos falsas?
R: Oh, absolutamente, no conocíamos ni una
sola atrocidad cometida por los cubanos,
era pura propaganda cruda y falsa para crear una ilusión de comunistas, ya
sabes, comiendo bebés para el desayuno, y esa era nuestra propaganda,
totalmente falsa.
P: John, ¿se practicaba este tipo de cosas en
Vietnam?
R: Oh, un esfuerzo sin fin de propaganda
masivo en Vietnam en los años 50 y 60,
incluyendo los miles de libros que se publicaron, varios cientos en inglés,
que también eran libros de propaganda patrocinados por la CIA, se da algo de
dinero a un escritor, se le dice escribe este libro para nosotros, escriba lo
que quiera, pero en estos asuntos asegúrese de que tenga esta línea.
P: ¿Escritores en este país? ¿Distribuidos y
vendidos en este país?
R: Sí, libros en idioma inglés, que significa
que tienen al público estadounidense como objetivo, sobre Vietnam y la historia
de Vietnam y una historia del marxismo, y apoyando la teoría del dominó, etc.
P Sin abrirnos a una demanda, ¿podría nombrar
uno de ellos?
R: No, no podría. El Comité Church, al
enterarse de esto, exigió que se les entregaran los títulos para que las
bibliotecas universitarias pudieran al menos estampar en su interior: ‘la
versión de la historia de la Agencia Central de Inteligencia’, y la CIA se negó
aduciendo proteger su fuentes y métodos, y las fuentes serían los autores que
escribieron estos libros de propaganda falsa,
algunos de los cuales son ahora distinguidos académicos y periodistas.
P: Bueno, a CIA no lo niega rotundamente Al
principio han admitido que hay algo de propaganda, pero su posición es que
todos están fuera de Estados Unidos, no en Estados Unidos, ¿no es cierto?
R: Absolutamente, mientras estábamos lelvando
a cabo la operación en Angola y difundiendo estas historias en el mundo y la
prensa estadounidense, exactamente en ese momento Bill Colby, el director de la
CIA, estaba testificando ante el Congreso, asegurándoles que éramos
extremadamente cuidadosos para asegurarnos de que nada de nuestra propaganda se
derramara hacia los Estados Unidos, y en los mismos días en que estuvo dando
este falso testimonio, estábamos plantando historias en The Washington Post,
con eso quiero decir, no a través de Lusaka, pero en realidad volamos a un
periodista de París a Washington para plantar una historia falsa, lo mencioné y
doy el texto de la historia en mi libro.
P: ¿Así que plantaste la historia en The
Washington Post trayendo a un hombre del extranjero, y no tuvo dificultades
para pasar por encima del editor con ella?
R: Sí.
P: ¿Esto es común? ¿Es fácil?
R: Más fácil de lo que Ud. pudiera suponer.
Sí, sí. Está en la línea de, por ejemplo, que Granada sea radical.
Hemos tenido artículos en The Washington Post, en The Star antes de que cerrara
y en la revista Time que solo la CIA pudo haber escrito originalmente: ‘Base de
submarinos soviéticos’; ‘entrenamiento terrorista’. Esta es una pequeña isla
donde la principal fuente de ingresos es la venta de especias para el turismo
occidental y una gran escuela de medicina de los Estados Unidos.
Una pequeña isla de 15 millas por 10 millas
de ancho con 70.000 personas, con estudiantes de medicina estadounidenses en
sus batas y sandalias con las narices en libros, vagando por toda la isla, y
sin embargo, órganos de prensa importantes, la revista Time, publicando
historias sobre que son tan radicales…
P: En Vietnam, John, ¿cuál era su relación…?
¿qué debemos regular en relación, con la prensa?
R: Siendo el papel de la CIA multifacético,
había oficiales en la embajada, oficiales de la CIA, oficiales de alto rango,
Frank Snip era uno, no de alto rango, pero él estaba en la oficina del jefe de
estación, que se reunía con la prensa regularmente, compartía información con
ellos, les daba información y recibía información de ellos, y luego
periódicamente les contaba alguna historia, que sería falsa, pero también en
otros casos muy valiosa para el periodista, por lo que incluso los periodistas
duros que nunca cooperarían voluntariamente con la CIA la considerarían una
fuente útil.
Al mismo tiempo, hay todo tipo de personas,
ya sabes, como periodistas y oficiales de casos, muchos otros oficiales de
casos realmente le tienen mucho miedo a la prensa, teníamos países en los que
los periodistas llegaban a husmear nos escondíamos y dejábamos que el oficial
de identificación hablara con ellos. Simplemente temíamos que nos fotografiaran
y escribieran algún artículo y tuvieran alguna alusión a lo que estábamos
haciendo que sería desafortunado para nuestra carrera
P: ¿Sabían quién eras? ¿Sabían que eras de la
CIA?
Todo el mundo sabe quiénes son las personas
de la CIA. Que no quepa ninguna duda, esta es una de las mayores farsas que la
CIA y el Congreso le han puesto al pueblo estadounidense.
Como dijo Patrick Moynihan al testificar
recientemente en contra de esta Ley de Secretos Oficiales, dijo en la ONU, dijo
que se pavoneaban por todos lados como los vaqueros de Texas con sombreros de
10 galones y botas de tacón alto.
En Vietnam teníamos Datsun amarillos y
matrículas secuenciales, así que si tenías un Datsun amarillo y 144 en tu
matrícula, tenías que ser de la CIA y todo el mundo lo sabía.
En otro país teníamos Jeeps verde esmeralda y
el ejército tenía un color verde olivo y AIG tenía jeeps grises, así que si
tenías un jeep verde verde tenías que ser de la CIA, y cualquier negación de
eso era solo irónica y superficial, ciertamente los periodistas sabían la
diferencia.
P: ¡Que desilusión! Nos estás diciendo que un
espía no es un espía.
R: Allen Dulles escribió en su libro ‘El arte
de la inteligencia’, ya sabes, el famoso director de la CIA, en el prólogo de
su libro dice que un agente de inteligencia, contrariamente a la opinión
popular, tiene que ser conocido como tal, de lo contrario la gente con secretos
no sabrá a dónde llevarlos.
Él estableció la política, el precedente de
viajar por el mundo cada año y
reunir a sus oficiales de casos en hoteles y tener lo que solo podría describir
como una conferencia de ventas, reuniones en las habitaciones del
hotel, desayuno, almuerzo y cena y bebidas juntos en las habitaciones del
hotel.
Así que no estás hablando de un inframundo,
estás hablando de miembros privilegiados de la hermandad policial del mundo…
Los oficiales de la CIA no son turistas en
peligro, no los golpean. En todos los países donde pueden establecen un enlace
con la policía local y dentro de los velos de, ya sabes, su secreto y
protección, no tienen miedo y no están jugando juegos de tapadera, están
almorzando con el jefe de policía.
P: John, me gustaría saber qué es lo que
mueve a un hombre como John Stockwell, primero, por qué estabas en la CIA,
segundo, por qué renunciaste a la CIA, y me gustaría saber qué ha sucedido
desde que renunciaste a la CIA y comenzaste a hablar tan abiertamente como
nos has hablado.
R: Bueno, ciertamente esa es una cuestión tan
complicada como el dilema que enfrenta la sociedad sobre la CIA hoy.
Entré como infante de marina, capitán del
ejército de infantería de marina, antecedentes conservadores, mi padre era
un ingeniero en África contratado para construir para una misión presbiteriana
y crecí en el Congo Belga casi tan conservador como se es capaz.
P: ¿En una atmósfera de misionero?
R: En una estación misionera, con un padre
ingeniero, pero con principios humanistas, altos ideales, falsos ideales poco
realistas para el mundo.
Educación en la Universidad de Texas, mi
servicio activo en la Infantería de Marina, todo muy emocionante entre guerras.
Estaba en una compañía de reconocimiento,
lanzándome en paracaídas y bloqueando submarinos, muy glamoroso, pero entre
guerras nadie recibió un disparo, no hay problemas morales, si se quiere.
Y luego la CIA me reclutó justo al final de
la era Kennedy, acababa de recibir un disparo.
“No preguntes qué puede hacer tu país por ti,
sino qué puedes hacer tú por tu país” y toda la propaganda que se había lanzado
al pueblo estadounidense contra el comunismo, el apogeo de la teoría del dominó
y mi propia ingenuidad, pensando que fui educado cuando en realidad no lo
estaba.
Y pensé al ingresar a la CIA que estaba
haciendo lo mejor que podía con mi vida y los ideales más nobles de
nuestra sociedad, pensando que estaba mejorando a la humanidad al hacer el
mundo libre para la democracia, y solo me tomó 13 años y tres guerras secretas
para darme cuenta de lo absolutamente falso que era, y las revelaciones del
Comité Church, simultáneamente a lo de Vietnam y luego a lo de Angola. Me tomó
tanto tiempo ver el asunto desde una luz totalmente diferente, y mis
ideales básicos ciertamente nunca han cambiado en términos simpatía básica por
la gente del mundo.
Un servicio a este país que se remonta tan
lejos que ni siquiera tengo que lidiar con detractores que creo dicen que soy
un traidor o todo eso que es una tontería, ya sabes, con las cosas que he hecho
con mi vida, pero creo que nos estamos alejando de los valores que nos
enseñamos en la escuela, de la democracia, de las libertades.
Creo que nos estamos vendiendo a una
organización policial muy pequeña que está absorbiendo los principios
estadounidenses tan rápido como los procesos judiciales y legislativos pueden
absorberlos, las libertades de expresión y prensa y, al mismo tiempo continúan
las políticas de asesinato en cada rincón de el mundo, ahora mismo en Nicaragua
y El Salvador.
Creo que deploro eso moralmente, pero también
creo que es extremadamente peligroso porque podría desencadenar tan fácilmente
en una confrontación mundial y con los soviéticos al Holocausto a la guerra
nuclear
P: Bueno, ¿qué está pasando? ¿Qué te ha
pasado desde que dejaste la CIA y empezaste a hablar?
R: Bueno, he sido demandado por la CIA, he
sido amenazado por el FBI, no me han golpeado ni mutilado, he ejercido mi
derecho, como lo veo, a hablar y dar conferencias, y han dejado muy claro que
no lo aprecian, y como digo, me han advertido que me pueden pasar cosas
horribles, no sé si fueron “bluffs” o no, todavía no ha pasado nada.
La CIA me ha demandado por daños y perjuicios, lo cual es una cierta ironía, cuando lo piensas.
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